LA HIGIENE PERSONAL, CAUSA DE EXCOMUNION

PARA LA IGLESIA CATOLICA EN EL SIGLO XVI.

 

 

Chaure n Eguerew

 

Los primeros cronistas de la invasión y conquista del Archipiélago Canario por las huestes castellanas destacaron como algo singular en el pueblo guanche el hecho de que tenían por costumbre lavarse las manos, antebrazos y cara antes y después de las comidas.

 

También destacan el hecho de practicaban frecuentemente los baños en las playas, charcos en los barrancos y, en general, donde hubiese agua abundante.

 

Así mismos, en cada auchón tenían determinados lugares con charcos o fuentes destinados al uso exclusivo de las mujeres para su higiene personal en los periodos de menstruación, practica relacionada con el tabú de la sangre.

 

De hecho en estos lugares tenían prohibido que abrevaran los ganados y uso del agua para otros fines que no fuera el señalado, aún hoy en día subsisten en la toponimia insular nombres como “Charco de las mujeres” “Barranco de las mujeres” “Barranco de Chamattu (de la mujer),” “Fuente de las mujeres” etc.

 

Este gusto de nuestros ancestros por la higiene personal sorprendía enormemente a los civilizados invasores castellanos, quienes mostraban una abierta aversión, tanto a la higiene personal como a la ambiental, actitud generalizada en la civilizada Europa y que fue causa directa de innumerables epidemias, tales como: la sífilis o mal de Nápoles, y la peste que arrasó Europa durante los siglos XV y XVI, lo que dio como resultado cientos de miles de muertos, pues no había ninguna terapéutica eficaz; sólo se disponía de las plegarias.

Fueron constantes  plagas, la viruela que a quien no mataba dejaba marcado para siempre, la alfarecia, gota coral, y epilepsia o mal caduco, llamado también “ira de Dios”, la lepra etc.

La falta de higiene, especialmente entre los soldados mercenarios y colonos que recorrían las islas, los convertían en portadores de numerosos casos de sarna, micosis, tricofias, tiñas, usagre, la mentagra o empeines y los impétigos, las legañas y toda clase de piojos, liendres, y ladillas. Era frecuente el ver ciegos por los caminos y colonos con pelambreras (alopecias y pelarelas), postemas y rijas (fístulas lagrimales). Tracoma y berrugas eran también frecuentes. Gota serena o ceguera era la consecuencia del tracoma. Mucha de estas enfermedades fue trasmitida al pueblo guanche mediante el contacto con los invasores y por el uso de prendas de vestir europeas contaminadas.

Estas lacras continuaron azotando la colonia durante mucho tiempo. Como ejemplo, veamos unos párrafos recogidos por el viajero y comerciante inglés George Glas sobre 1764 en las islas de Lanzarote y Fuerteventura:

 […] Por la noche, mi guía, que dormía en la misma cama que yo, me molestaba mucho rascándose, por el prurito o unas especies de postillas, de lo cual padece mucho la gente de todas las Canarias. No conozco la causa de ello; pero es cierto que la gente que vive en países notables por la pureza del aire están más expuestos a esta enfermedad que los que viven en lugares donde el aire es húmedo y lluvioso.” (George Glas [1764] p.40)

 […] Durante el tiempo que el Alcalde Mayor y sus compañeros se refugiaron en la cueva, vivieron de lo que nosotros les mandamos a tierra, y con pescado, pues no pudieron permanecer en el barco debido al mareo. En aquel momento, algunos pescadores cogieron en la bahía una gran tortuga o tortuga marina, con un peso de unas quinientas libras, la cual llevaron a tierra, y la colocaron de espaldas encima de una piedra grande, después le cortaron el cuello, del cual salió sangre en un flujo humeante. No disponiendo de ninguna vasija para recibirla, el Alcalde y el resto de su gente cogieron toda la que pudieron con sus manos y se la bebieron. Cuando se dieron cuenta de nuestro asco al contemplar una manera de comer tan bárbara y bestial, sacudieron las cabezas y nos dijeron que era un remedio excelente contra el prurito, y nos invitaron a participar; para incremento de nuestro asco, observamos sus manos llenas de costras y úlceras.”(ibidem, p.47).

En los siglos XIX y principios del XX los viajeros destacan como aspectos negativos en la sociedad colonial canaria, la extrema suciedad de las personas, incluso las de posición social preeminentes, y la abundancia de chinches, pulgas y piojos.

El mantenimiento de esta situación sanitaria en la colonia probablemente tiene sus causas en las disposiciones de la iglesia católica en Canarias y más concretamente en las disposiciones del Tribunal de la Inquisición española en Canarias, como ejemplo de lo dicho reproducimos un Edicto del obispado de Canarias de fecha 29 de mayo de 1524:

 

“Edicto promulgado contra los judíos, moros e infieles. (El texto es defectuoso en algunas partes.)

Fo. 2.

Nos, Don Martin Ximenez, bachiller en decretos, canónigo de la ca­tedral de Santa Ana de la real ciudad de Las Palmas en la isla de Gran Cana­ria; Inquisidor contra la herejía, iniquidad y apostasía, dado y comunicado por la autoridad apostólica y ordinaria en la citada ciudad y en todas las otras islas de este Obispado de Canarias, a todas y cada persona, ambos, hombres y mu­jeres, de cualquier estado o posición, rango, dignidad o preeminencia que pue­dan tener, que sean o no nativos exentos, residentes o habitantes de dicha real ciudad de Las Palmas, y de todas las ciudades, lugares y comarcas de dicha is­la de Canaria, y también de las islas de Tenerife, La Palma, La Gomera, El Hierro, Fuerteventura, Lanzarote, y otras islas y comarcas de dicho obispado, a todos y cada uno a quienes lo siguiente acontezca, o pueda acontecer, como si los nombres de cada uno y de todos estuviera aquí expuesto, salutación en nuestro Salvador y Redentor Jesucristo, la verdadera salvación. Y todas nues­tras órdenes, que con mayor verdad pueden ser intituladas apostólicas, ustedes las tienen que cumplir y obedecer fielmente.

 

Conociendo entonces que su Majestad el Emperador y Rey, nuestro Señor, y su madre la reina Católica, nuestra Reina y Señora, y el ilustrísimo y reverendísimo Señor, Don Alonso Manrique, Arzobispo de Sevilla, Inquisidor General, desean extirpar y arrancar de esta ciudad e isla, y también de otras ciudades, pueblos, y lugares de las otras islas de este Obispado, y de otras par­tes, herejía e iniquidad que por vuestros pecados..., en estos dominios y seño­ríos y fuera de ellos..., nos han ordenado, y ordenamos, que debemos empren­der..., en esta citada ciudad y obispado el Santo Oficio de la Inquisición; y por­que las personas que han caído en el citado pecado y error, o que puedan caer..., siendo rebeldes y contumaces no han venido a confesarse ante Nos, como y en la manera expuesta en nuestra carta y Edicto de Gracia publicado este día de..., serán penados y castigados según las disposiciones de las leyes y sagra­dos canones. Y deseando..., que lo que nos ha sido impuesto tenga completo efecto..., por lo que Nuestro Señor es tan grandemente servido en esta exalta­ción de nuestra Santa Fe Católica Cristiana; y en orden a extirpar y destruir los citados errores heréticos y sus semejantes; y siendo esto justo y lícito, acorda­mos dar, y damos, estos presentes contra ustedes, la dicha gente mencionada, a quien esta carta va dirigida; y contra cada uno de los que vean, conozcan u oigan, o hayan visto, conocido u oído, que ciertos cristianos, vivos o muertos, presentes o ausentes, nativos, residentes, o habitantes de esta citada real ciu­dad de Las Palmas, u otras ciudades, pueblos, y lugares de las islas, comarcas, y parroquias de dicho Obispado de Canarias, como de cualquier otra parte fue­ra de ellas, que hayan hecho o cometido, o hayan visto hacer o cometer, peca­dos de herejía o apostasía, o ritos, o ceremonias, ambas, de las mortales leyes de los judíos, así como de los moros, o ritos de los gentiles, especialmente en guardar..., los sábados..., poniéndose ropa limpia o de fiesta, camisas lavadas y limpias, y sombreros, arreglando y limpiando sus casas los viernes por la tarde, y encender velas nuevas los viernes por la noche, con cirios y antorchas nue­vas muy temprano que otras noches..., dé la semana; cocinando el menciona­do viernes tanta comida como es necesaria para los sábados, y comer en este úl­timo día la carne así cocinada los viernes, como es costumbre entre los judíos; guardando los ayunos judíos, no tocando comida en todo el día hasta el ano­checer, y especialmente el ayuno de la Reina Esther y el ayuno principal de Cinqepur ("Zom Kippur"), y otros ayunos judíos establecidos en sus leyes; y guar­dando otros ayunos durante la semana, en especial los lunes y jueves, observa­dos por ellos como ayunos devotos; comiendo en tales días de ayuno carnes y otros manjares, como es costumbre entre los judíos; y en los citados días de ayu­nó se piden perdón unos a otros en la forma judía; los jóvenes a sus mayores, situando los últimos sus manos en la cabeza de los primeros, pero sin hacer­les la señal de la cruz; las mujeres se bañan el día antes de dicho ayuno, y este baño se llama baíibila; observando los banquetes y fiestas de los judíos, en es­pecial el banquete del pan ázimo (panzwgaño), que cae en semana santa, y en cuya fiesta comen pan ázimo, empezando la comida con lechuga y apio; y observando la fiesta de los tabernáculos (cabañuelas), que cae en el mes de septiembre; diciendo las oraciones judías, especialmente la oración Sema Israel Adonai y otra oración para el lavado de manos, y la oración para ser dicha de pie; y otras oraciones judías, recitando éstas con el rostro vuelto a la pared, moviendo la cabeza hacia atrás y hacia adelante, y moviendo el cuerpo, co­mo lo hacen los judíos; cortando sus uñas y guardando, quemando o enterran­do sus restos; limpiando o procurando limpiar la carne, quitándole toda la grasa o sebo, y retirándole los nervios o tendones de las patas; cortando el cogo­te de los pollos, como es costumbre judía, recitando ciertas palabras durante el proceso y pasando el cuchillo a través de las uñas; y matando los bueyes de la misma manera, como hacen los judíos, cubriendo la sangre con cenizas o tierra, y dando la bendición judía antes de comer, llamada el baraha recitan­do ciertas palabras sobre la copa o vaso de vino, y después de esto cada perso­na bebe un poco, según la costumbre de los judíos; no comen cerdo, liebres, co­nejos, pájaros estrangulados, congrio, jibia, ni tampoco anguilas, u otros peces sin escamas, como se establece en las leyes judías; y en la muerte de sus pa­dres u otras personas comen en el suelo, o en mesas muy bajas, cosas como hue­vos duros, aceitunas, y otros manjares, como hacen los judíos; y permanecen de pie detrás de la puerta, lo que llaman cohuerco, como ellos hacen; vertiendo agua de jarras y cántaros mientras alguien agoniza, creyendo que el alma de tal persona vendrá y se bañará en esa agua; y cuando alguien esté amasando pan, lanzará partículas de pasta al fuego, lo que los judíos llaman lahala hacen adivinaciones para los niños nacidos en el séptimo día, no bautizándolos, y cuan­do han sido bautizados, raspan el crisma puesto sobre ellos en el sacramento del bautismo, y celebran otros ritos y ceremonias de la citada ley de los judíos; blasfeman contra Dios, Nuestro Señor, y contra los mandamientos de su santa y católica Fe; y contra la pureza y virginidad de nuestra Señora, la Virgen Ma­ría; y contra otros santos; blasfemias que pueden ser heréticas o sospechosas de herejía; practicando brujería y hechizería ton invocaciones al demonio o demonios.

 

Y quien haya hecho, o visto hacer, ritos o ceremonias del credo de Mahoma, celebrando el zalá', diciendo oraciones moras; bañándose según la costumbre de los moros; guardando los viernes y adornándose con sus mejores vestidos ese día y poniéndose ropa limpia; realizando la ceremonia del baño (agitado)..., lavándose por completo sus partes privadas y lo entero de sus cuer­pos boca arriba, según la costumbre de los moros: tiñéndose las uñas, guardan­do sus ayunos, especialmente los treinta días del ramadán... (El resto está arrancado.)”

 

Los resaltes en negrita son nuestros.

 

Febrero de 2012

Fuentes:

George Glas

Descripción de Las Islas Canarias 1764

Instituto de Estudios Canarios

Tenerife 1982.

Lucien Wolf

Judíos en las Islas Canarias

(Calendario de los casos judíos extraídos de los archivos de la inquisición canaria de la colección del Marqués de Bute)

Estudio Preliminar Oswaldo Brito. Traducción: José A. Delgado Luís.

Ed.J.A.D.L. ISBN: 84-87171-00-1

La Orotava-Tenerife-Islas Canarias.1988.