UNA
HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERÍODO COLONIAL, DÉCADA 1731-1740
CAPÍTULO-II
Guayre Adarguma
1734.
Teror, Tamaránt (G. Canaria). Los vecinos se ven obligados a defender sus
derechos de riego con el agua de la acequia de los Llanos de Teror.
Educado
e instruido desde joven por su tío Juan Iriarte y Cisneros (1702-1771), con
disposiciones para las letras y las artes, desde
Son
fruto de su limada pluma y literatura varias traducciones en prosa castellana de
los poemas que su tío Juan de Iriarte pronunciaba en la Real Academia de San
Fernando, y que se hallan impresas en las relaciones de la distribución de
premios y en las obras sueltas del mismo autor, Madrid 1762, “Respuesta a
Portugal” profecía política verificada de lo que les sucedió a los
portugueses por su ciega afición a los Ingleses, “El Tancredo”, tragedia en
verso castellano, traducidas al francés, impresa en Madrid en el año 1.765, y
posteriormente corregida.
Hace
un Informe en 1767 sobre el Teatro Español por orden del ministro del Consejo
de Castilla, Pedro Pablo Abarca de Bolea y Jiménez de Urea, Conde de Aranda,
(1719-1798). En 1771 publica, noticias de la vida y literatura de Juan de
Iriarte, impresa al frente de su Gramática Latina, y del tomo primero de sus
obras sueltas. Bernardo es el más enigmático de la familia, fue defensor acérrimo
de la cultura española contra las críticas extranjeras con amplia experiencia
de la vida de otros países. En 1772 se entera de la muerte de su padre acaecida
el día 17 de enero.
Entre
1774 y 1777 sufrió un proceso inquisitorial, los inquisidores estimaron que las
proposiciones aducidas por el fiscal acusador eran, blasfemas, temerarias,
escandalosas, de tal manera que, sin haber entre los citados inquisidores
“nomine discrepante” se voto que don Bernardo fuese reducido a cárceles
secretas, con secuestro de bienes e incautación de papeles y libros.
Llegaría
a ser gran entendido en pintura, en 1794, Francisco de Goya y Lucientes
(1746-.1828), solicitó ayuda de D. Bernardo como viceprotector de la Real
Academia de San Fernando cuando trataba de dar a conocer y vender una serie de
cuadros de su gabinete que acababa de pintar con escenas de toros y algunas
otras diversiones populares, no parece haber pensado Goya en el mismo don
Bernardo como posible comprador.
El
día 17 de septiembre de 1791 muere en Madrid su hermano Tomás, y el día 22 de
noviembre de 1795 muere su hermano Domingo en Gerona, Bernardo fue beneficiario
de las siete habitaciones que tenia en su casa con obras de artes reunidas por
los tres hermanos. En dicha colección de retratos, tenia del pintor Mengs, por
el cual le ofreció un inglés mil libras esterlinas, y como don Bernardo no
quiso venderlo, algunos parientes cundo lo supieron dijeron que no sabían quién
era más loco, si el inglés que ofrecía tal suma o don Bernardo que no quiso
admitirla por dicho cuadro. Francisco de Goya y Lucientes retrata a don Bernardo
en testimonio de mutua estima y afecto en el año 1797, óleo sobre lienzo
108X54 cm. Este cuadro se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Estrasburgo,
Francia.
En
1798 Contrajo matrimonio a los 63 años de edad con doña Antonia Sáenz de
Tejada y Hermoso, natural de Cádiz con la que no tuvo herederos, este mismo año
le llegan noticias de la muerte de su madre, y el 25 de mayo de 1801 de su
hermano el respetable dominico Fray Juan Tomás. Cuando se hicieron almonedas en
la casa de don Bernardo entre 1802 y 1803 poco antes de su destierro, Pedro González
Sepúlveda le compró muchos cuadros.
En
el año de 1.803 don Bernardo fue exonerado de todos sus cargos y desterrado de
la corte a Málaga por Manuel Godoy Álvarez de Feria, Duque de Alcudia y Príncipe
de la Paz (1767-1851). Lo mismo que tras la caída el 16 de agosto de 1798 le
ocurrió a Melchor Gaspar de Jovellanos (1744-1811) Ministro de Gracia y
Justicia político ilustrado y Magistrado desterrado a Mallorca, a Francisco de
Saavedra y Sangronis (1746-1819) Secretario de Estado y también protector de la
Real Academia de San Fernando, a Juan Antonio Meléndez Valdés (1754-1817)
Intelectual ilustrado poeta y Magistrado desterrado a Medina del Campo, a Juan
Agustín Ceán Bermúdez (1749-1829) coleccionista y historiador de arte
desterrado al Archivo de Indias de Sevilla el 2 de junio de 1801, todos ellos
amigos comunes.
Cuando
se produjo el regreso de Fernando VII (1784-1833) en marzo de 1814 tras llegar a
un acuerdo con Napoleón y derogada la Constitución de las Cortes de Cádiz de
1812 y que significaba el retorno del absolutismo, Bernardo emigra a Francia y
fija su residencia en Burdeos, donde falleció el 13 de agosto de 1814,
Antonia
Sáenz de Tejada y Hermoso después de la muerte de Bernardo, estableció su
residencia en Bremen (Alemania) y a su fallecimiento una sobrina suya se encontró
convertida en propietaria de todo el tesoro artístico de los hermanos Iriarte y
todo lo que estos adquirieron con tanto fervor de eruditos, las obras que tanto
admiraron y que fueron testigos mudos de su grandeza y de sus luchas por
alcanzar las mas elevadas cimas de la ambición, fueron vendidas en Londres en
los años siguientes de 1820 en confusas subastas.
1735
Junio. Al fin cesó su mando en la
colonia de Canarias Vallehermoso en el cargo que tan despóticamente venía
desempeñando y su sucesor, don José de Emparán entró a relevarle en junio de
1735. Ya hemos visto como autorizó con su presencia el sínodo celebrado en la
capital de la diócesis católica por el obispo Dávila. Este comandante general
de la colonia se encontró desde su llegada con la enmarañada cuestión de la
moneda que, su antecesor, no había conseguido resolver. En tales
circunstancias, deseando adoptar algunas medidas preparatorias para la extinción
del mal, dispuso que se recibiese la moneda antigua, usual y corriente en las
islas, pena de diez ducados de multa y, para tranquilizar a los isleños, advertía
que su admisión era obligatoria, estuviese o no resellada, debiendo devolverse
a sus dueños la moderna aunque tuviese resello. Esta disposición se vio luego
confirmada por carta del ministro don José Patiño al mismo general, en la que
le decía que, informado el rey de esta cuestión y después de oir el informe
de la Junta de Comercio, había resuelto "que la moneda antigua de plata
limpia, esté o no resellada, como sea de cuño real, bamba legítima, de fábrica
grande o pequeña, que llaman de manojillos, pilares y cruz, se ha de recibir
por todos". La perturbación y desconfianza no por esto cesaron,
continuando los repetidos inconvenientes en los cambios, hasta que, al fin, con
la desaparición de esta moneda especial y la entrada en circulación de la que
se usaba en España, volvieron a normalizarse las transaciones mercantiles y a
recobrar su anterior movimiento el tráfico ordinario de la vida.
Por
este tiempo se disolvió en Madrid la Real Junta de Canarias, devolviéndose los
expedientes a sus respectivos tribunales.
1735
Junio 3. Llegada
al Puerto de Añazu (Santa Cruz) como comandante general de la colonia de
Canarias don Francisco José de Emparán, el cual tomando inmediatamente posesión
del mando y retirándose el marqués de Vallehermoso a España.
Para
tramitar y resolver los infinitos recursos, súplicas, demandas y memoriales a
que la dominación de Valhermoso había dado lugar, se creó por el rey de la
metrópoli una Real Junta de los Negocios de Canarias bajo la presidencia del
conde de Siruela, asistido de don José Antonio de Chaves, el mismo que había
desempeñado el cargo de capitán general en la colonia, de don Nicolás
Manrique de Lara y de don José Ventura Güell, que, después de muchas
reuniones y consultas, nada resolvió que fuese útil y beneficioso para los
criollos de la colonia.
Mientras
duró el opresivo y borrascoso mando de Valhermoso, continuaron los
reclutamientos y levas para el servicio militar de la mterópoli. En 1721, los
criollos don Alonso y don Juan de Mesa y don Cristóbal de Valcárcel levantaron
un regimiento que llamaron “Provincial” de Canarias. Don Miguel Guerra y don
Dionisio Martínez hicieron otras levas para el regimiento llamado de Marina. En
1727 don José Hipólito Caraveo de Grimaldi creó nuevo regimiento, bajo la
denominación también de Canarias, que se distinguió notablemente en la toma
de la plaza de Orán (1732). y por último, en 1735, reclutó don José de
Alfaro y Monteverde seiscientos veinticinco marineros, que fueron a servir en la
armada con notable perjuicio de las faenas marítimas y
pesquerías de la colonia.
1736.
Isla de Erbania (Fuerteventura). Ante los continuos desfalcos que venía
cometiendo el alcalde de la isla, los vecinos se amotinan para expulsarlo.
1736.
Durante el siglo XVIII se plantean en la colonia especialmente en la isla de
Chinech (Tenerife) diversos proyectos mercantiles fundados en la creación de
compañías de exportación controladas por los productores, que acabasen con su
dependencia económica respecto a los comerciantes extranjeros, tales
como la proyectada compañía anglo-canaria promovida por los diputados en corte
del Cabildo tinerfeño entre 1736 y 1739 y el proyecto de constitución de un
montepío de vinateros similar al que encuadraba en la metrópoli a los
cosecheros malagueños, planteado entre los años 1777 y 1786. Junto a los
proyectos comerciales los criollos hacendados vitivinícolas mostraban una gran
preocupación por la pérdida de calidad y la caída de la capacidad productiva
de los viñedos.
1736.
Nace en el Puerto Mequínez, Chinech (Puerto de
1736.
[…] Desde que terminan en derrota
las iniciales gestiones diplomáticas de Ponte y Pozobueno, los canarios
ensayaron otros caminos. Como apoderados isleños estaban en la Corte en 1736
don Juan Franquini y el marqués de la Villa de San Andrés, redactando este último
una memoria que presentó a Felipe V sobre la alarmante disminución del tráfico:
2.500 pipas al precio de 50 pesos -para ser vendidas en Londres a 20 guineas-,
era la cifra alcanzada por las exportaciones de vinos en los últimos años. A
objeto precisamente de incrementarlas y de evitar competencias, se sugiere la
creación de una gran compañia integrada por cosecheros canarios y comerciantes
ingleses, para la que se solicita la protección de los respectivos soberanos y
la posibilidad de que Tenerife tenga autorización para enviar un apoderado a
Londres. La circunstancia de la crisis de la Compañía del Mar del Sur y, por
ello, la existencia de capitales inmovilizados en Inglaterra, abría a priori
halagüeñas perspectivas. No seria difícil conseguir que, el Parlamento,
dejara suspensa la prohibición de navegar con vidueños y malvasía de tercera
calidad a las plantaciones. Esta relativa euforia, al menos, se desprende de la
correspondencia que por entonces sostiene Franquini, al parecer encargado de
llevar adelante el asunto, con un amigo del Archipiélago.
Ni
que decir tengo que, este proyecto de compañía anglo-canaria, se desvaneció
muy pronto. Don Juan emplea el texto del marqués, luego de batallar en la Junta
de Comercio, y pide poderes para trasladarse a Inglaterra a iniciar los trámites;
sin querer mencionar el comercio de Barbadas ni la minoración de derechos, que
a todas luces tantas dificultades interpondrían.
Mas,
o bien el cabildo no extendió la credencial, o bien Felipe V no admitió su
idea. Lo único que puede afirmarse a ciencia cierta es que, desde el principio,
la iniciativa tuvo la firme oposición del comandante general, marqués de
Valhermoso.
Los
ya endémicos males seguían empeorando a comienzos de 1739, al entregarse al
rey otro memorial por el diputado de Canarias en Madrid. Es por ello que, el 9
de junio y por indicaciones de don Baltasar Peraza, se celebra bajo el
patrocinio del cabildo tinerfeño una reunión en la que están presentes
vinateros, algunos de los comerciantes foráneos que se mantenían en la isla,
hombres de negocios, los cónsules de Inglaterra, Francia y Holanda y otros
interesados. Tras analizar las causas de la pobreza reinante, llegan al
siguiente compromiso: la mitad del valor de cualquier clase de mercancías que
se importaran, excepción hecha de las procedentes de Indias, habría de
invertirse en vinos dentro del plazo de un año a partir del día en que fueran
despachadas por la aduana, consumiéndose la otra mitad restante en fletes,
derechos y gastos precisos, así como en orchilla, cacao, cueros, Palo de
Campeche, coramble y demás productos indianos. El 12 se convoca al cabildo para
sancionar este acuerdo, presentando el mismo Peraza un estudio de las medidas y
controles a establecer en las aduanas para que tuviese exacto cumplimiento;
también propuso a don Juan Gregorio Jaymes de Mesa, regidor perpetuo, ya don
Pedro Castellano, para que vigilasen las operaciones en los puertos de La
Orotava y Santa Cruz, respectivamente, dándole a él cuenta de la menor
novedad. Apoyándose en la real cédula de 27 de febrero de 1678 y en la provisión
de la Audiencia de Canarias de 9 de octubre de 1607, base legal para la tasa del
vino de igual manera prefijada, don Baltasar se convierte en el actotum de la
política económica local, designándosele para que continúe dirigiendo toda
labor conducente a la apertura del mercado de las Barbadas, en atención a su
experimentado dominio en semejantes materias.
Al
margen de las insuficiencias que caracterizan tal pacto, los remedios que
encerraba no pudieron ponerse a prueba por la conflagración que surge en el mes
de noviembre la llamada guerra de la Oreja, complicándose el contencioso marítimo
con la crisis sucesoria austriaca. A pesar de que Felipe V permitiera la
continuación de las relaciones mercantiles de Canarias hasta con las potencias
enemigas, su comercio se encontraba cada día más restringido y cuando, en los
primeros días de 1745, se pide al comandante general Masones de Lima que ponga
en vigor el arreglo signado seis años antes, éste respondió con serios
inconvenientes; pues no había sido nunca aplicado, no tenia la aprobación
superior y, por último, podía ocasionar el retraimiento de los pocos
comerciantes que aún contribuían al alivio de la critica situación canaria,
reduciendo sus escasas transacciones.
Una
vez más, la política de la metrópoli fue contraria a las Islas. Terminada la
guerra, tan sólo en periodos óptimos se alcanzaba a exportar 3.000 pipas
anuales, según el registro de las aduanas inglesas. (Antonio Bethencourt
Massieu, en: Millares Torres, 1997:145-6)
1736
Julio 11.
El título de Marqués de la Casa Boza es concedido en Perú, según Real
Decreto al criollo Jerónimo de Boza Lima y Pacheco-Solís por
el Rey Felipe V.
Jerónimo de Boza Lima, I Marqués de la Casa Boza, nace en Eguerew (La
Laguna) en 1683. Fue Caballero de la Orden de Santiago, Coronel de Caballería,
Gobernador y Alcalde de Lima, donde muere en 1749.
1736
Diciembre 11. Nombramiento de Pablo de
Messa como castellano de San Cristóbal en Santa Cruz de Tenerife.
Dn
Francisco Joseph Emparán, cavallero del orden de Santiago, Theniente General de
los exércitos de S.M. Comandante Genl de estas Islas de Canarias, Presidente de
su RI Audiencia y Juez super Intendente Genl De rentas Rs en ellas,.Por quanto
Dn Pablo de Messa me á presentado una fée de el acuerdo que en Cavildo general
zelebra
Tomo
Razón. e formé aciento De Emparán al Contenido dho día en los Rs Off s de mi
Cargo Dn Anto León de Emparán. Santiago Alvs de Abreu
Nombramiento
de Castellano del Castillo principal de San Xptoval del Lugar y Puerto de Sta
Cruz hecho en Dn Pablo de Messa. (En: José María Pinto de la Rosa, 1996)
1737.
El sastre irlandés Ricardo Ojuela
afincado en La Orotava, Chinet (Tenerife). Fue condenado por “proposiciones
heréticas” siendo una acusación más común hacia los ingleses por hacer lo
que la inquisición entendía como apología o captación para la religión
protestante. Pero siendo irlandés, por tanto católico, este sastre nos hace
pensar si no pudieran ser más bien masónicas esas ideas heréticas, por las
cuales recibió doscientos azotes y destierro por cuatro años. Esto fue en
1737, dos años antes de lo de su compatriota French y uno antes de la
promulgación de la bula contra la francmasonería por el papa de la secta católica
Clemente XII. Por lo que quizás no era reconocida por los inquisidores
establecidos en canarias la masonería en sí misma o como término de acusación.
Como este existen algunos casos más poco claros y sospechosos de ser
acusaciones masónicas veladas por no ser reconocida por los acusadores sino
como algún tipo de herejía.
1737.
La defensa de Santa Cruz de Tenerife
consistía en:
1.
Castillo del Santo Cristo de Paso Alto, que contaba con una batería de 12 cañones.
2.
Castillo de San Cristóbal, defendido por 11 cañones.
3.
Castillo de San Juan, artillado con 4 piezas.
Desde
Paso-Alto hasta Barranco Hondo se extendía una muralla o parapeto de cal y
piedra, parte del cual se había reedificado y otro estaba en ruinas por la acción
conjunta de la mar y fenómenos meteorológicos. Este parapeto estaba flanqueado
y defendido por los reductos siguientes:
1.
Reducto de San Miguel de 3 cañones.
2.
Batería de la Candelaria de 3 cañones.
3.
Fuerte de la Huerta de los Melones o San Antonio con 2 cañones.
4.
Batería del Calvario de 3 cañones.
5.
Fuerte de San Pedro de 3 cañones.
6.
Plataforma de Nuestra Señora del Rosario de 3 cañones.
7.
Plataforma de Santo Domingo de 3 cañones.
8.
Plataforma de Nuestra Señora de la Concepción con 3 cañones.
9.
Batería de Nuestra Señora de la Regla con 2 cañones.
(José
María Pinto de la Rosa, 1996)
1737
Marzo 1. Inventario de efectos del
Castillo de San Cristóbal en Santa Cruz de Tenerife.
Certifico
y hago fee como en el Cavildo celebrado por los Sres Justicia y Reximo de esta
isla de Tfe, y uno de este mes de Marzo de mil1 setecientos y treinta y siete,
está el acuerdo siguiente.
Por
otro tablón más delgado
Por
veinte y seis fusiles Biejos sin Caja pr Estar perdidos
Oratorio
Item,
haviendo pasado al Oratorio se halla en él 10 sile:
Por
tres casullas, Una blanca buena, Una morada, y otra encarnada id
Buenas
Por
más otra casulla Blanca Bieja.
Por
un alba
Una
mito
Dos
bolsas de corporales Con sus corporales
Por
dos paños de Calis el uno Blanco y el otro morado
Por
un Calis con su Patena de pta
Por
un Misal y una campanilla de metal
Dos
cornisuelitos, un plato y Binageras quebradas, Un atril, Dos cadelabros de
Metal. "
Unos
manteles una cruz de Carey Una piedra de ara
Por
un quadro de las tres Ymágenes de Jesuchristo nro.Redentor, la Virgen y San
Xptowal Por un tronito con sus manteles en una otra
Cristobal
Por
un Frontal y estera en la tarima Por
dos Escaparates grandes Por dos Ramitos de flores con sus Presinos de Bidrio.
Con
los quales Vienes de más qe bá espresado se fenesió el ymbentario de dho
Castillo prinsipal por qe habiéndose Imbiado Recado á Don Andrés de Salasar
thente Castellano, Imbiare la llabe de Una sala en que Está sierta porsión de
Fusiles, Respondió no la podía dar por que estos Binieron por quenta del Rey
Nuestro Señor (Dios le guarde) los quales tiene en un armero y los Usan los
soldados y que de todo tiene dado Resibo en la Abeduria y á dho Imbentario á
asistido Dn Pablo Joseph de Mesa y Llarena, Castellano actual del dho Castillo
Prinsipal de Cuio Cargo y Cuidado quedó todo lo Referido. y para que Conste se
pone por Diligencia lo firmará De que yo el Infrascripto Escrivano Doy fee.
Tavares Anchieta Lucas Agnl Machado y Llarena
Esno
pubo
Memoria
de lo qe se Reconosió y Dijo el Condestable del Castillo Principal faltar y ser
necesario y presiso que se ponga en él. Por seis Botafogos II no tiene pólbora
alguna II y así mesmo no ay querdas II falta filásicas pa bocados y se
necesita seis quintales II
Por
dos quintales de plomo pa planchadas de los Cañones.
Por una decena de espeques faltan balas de veinte quatro hasta Dossientas
qe se hallaron en Cadis pr no usarse y an de ser las libras de dies y seis onzas
se necesita Componer un Quisio de la segunda puerta del Cuerpo de Guardia
qe se quebró y echarle una brasadera la campana está quebrada, el Caldero de
Cobre del algibe con su cadena está quebrado y se nesesita.
1737
Diciembre 1. Las campanas de los
castillos de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife.
Aparece
una libranza del Cabildo para satisfacer al Maestro Hilario, el importe de estas
campanas. La del principal pesaba 49° libras, el importe de estas fue de 1.675
rs, a razón de 4 rs plata por libra, pero se descontó el metal de la campana
vieja que pesaba
1738.
Se segrega de la Parroquia de la secta católica San Fernando, la ermita de
Nuestra Señora de Guía (Guía de Isora) por lo que su jurisdicción se ve
mermada de forma considerable.
1738.
Se segrega de la Parroquia de la secta católica San Fernando, la ermita de
Nuestra Señora de Guía (Guía de Isora) por lo que su jurisdicción se ve
mermada de forma considerable.
1738
Febrero 15. Nace en La Laguna, Chinech (Tenerife, el criollo Lope Antonio de la
Guerra, tal como el mismo recoge en sus memorias: “Fue
mi nacimiento
en esta
M. N.
y Leal Ciudad
de S.n Christoval
de la
Laguna de
la Isla
de Tenerife
una de
las siete
Canarias, Afortunadas
á las
4 de
la madrugada
del sábado
15 de
Febrero del
año de
1738, día
de S.n Faustino,
i Jovita
mrs, quienes
me protejan
en todas mis
obras.” (Lope Antonio de la Guerra y Peña. 1760)
1738
Febrero 25. Nos el Regente fr
Thomas Fonte Prior Provincial de esta Proval de nra sen de Candelaria
orden de Predicadores y examor synodal de este obpdo en esta Ysla de
Canaria.
Por quanto este
nro Convento y estudio Sñral de Sor Sn Pedro Martyr de
Canaria paga algunos tribuos y de redimirlos se les sigue mayor utilidad ser
redimibles y en los reditos como perpetuos y el Liz. D franco Monzon
paga a este dho Convento dos tributos, el uno de Cien doblas de principal
redimiento y este querer el sobre dho q. se lo vendan y pagarse de los bienes de
la Capetta y fundo Lucas de Talavera y pretender hazer mandas sobre
el y el otro de seis Rs perpetuos sobre los vienes q fueron de D
Vicente Navarro y Da Constanza Navarro sus hermanas; Por tanto usando
de nra facultad y constadonos tenerle al sobredho nro Convento de Sor
Sn Pedro Martyr gran utilidad de la venta de uno y de dormitela al
sobredho la redempcion del otro para las dhas redempciones concedemos lizencia
al R P Prior y demas Padres del dho nro Convento de Sor Sn
Pedro Martyr pa que constandoles la dha utilidad puedan vender el
redimible de Cien doblas y admitir la Redempon del perpetuo de Seis Rs
en fee de lo qual mandamos dar las presentes firmadas y selladas con el sello
pequeño de nra oficio y registrar q el infraescripto secretario y companero en
este nro sobredho Convento y estudio gnral a Sor Sn Pedro
Martyr de canaria a 25 de febrero de 1738 aos
fr. Thomas
Fonte ex Regte y Pr Pl
Regda.
fol. 51 fr. Pedro de Barrios Secreto y Compano
(Mª Teresa Cáceres
Lorenzo)
1738
Marzo 2. Bautismo por rl rito católico
del criollo Lope Antonio de la Guerra y Pèña.
“En
la Ciudad
de la
Laguna de
Tenerife en
2 de
Marzo de
1738, yo
fr. Franc.“
de San
Martín Saaroca
Religioso Capuchino
de la
Provincia de
Cathaluña, Missionero
Apostolico en
las Missiones
de la
Amerìca en
la Guayana,
con licencia
del Cura
semanero, que
lo es
el Dr.
Dn Fernando Jph.
de la
Guerra i
Ayalá V.e
Beneficido Carado
mas antiguo
de la
Iglesia Parroq.1
de ntra Señora
de los Remdios Examinador
Synodal de
este bautoce
ha Lope
Antonio Benito
Francisco de
Paula hijo legitimo
del Sor
Dn Domingo
Miguel de
la Guerra
Abog.” de
los R.s
Consejos, Regidor
perp.” de
esta Isla, Juez
superitendente del
Juzgado, i
comercio de
Indias en estas
por S.
M. i
de D.”
Josepha Antonia
de la Peña,
i Gordojuela,
i nació
el día
15 de
Febrero próximo pasado á
las 4
de la
mañana. Fue
su Padrino
dho. Dn Fernando
Joseph de la
Guerra. Tiene oleo,
i Cárisma,
i lo firmé-Dr
Dn Fernando Jph
de la
Guerra i
Ayala-fr. Francisco de Sn
Martin de
la Orden
de Capuchinos con licencia expresa,
q.e tuve
del Parroco.” (Lope Antonio
de la Guerra y Peña. 1760)
1738
Mayo 7. […]Ya hemos contemplado
claras muestras de la constante labor del cabildo de Tenerife en la defensa del
comercio de sus caldos y en pro de mejoras en la producción viticola, del interés
que sus miembros pusieron en seguir las vicisitudes del tráfico exterior y en
la búsqueda de nuevos mercados, conservación y mayores ventajas en los
existentes. Lo que el vino supuso para la isla durante el siglo XVIII y la
composición social del organismo, integrado en su casi totalidad por poderosos
terratenientes y cosecheros, explican esa diligencia. Veamos ahora cuatro
ejemplos significativos de su política, enmarcados en cuarenta años de crisis.
-7
de mayo de 1738: representación de don Francisco García de Finestrosa, en
nombre del regidor y diputado en la Corte Alonso de Fonseca, ante la Junta de
canarias, razonando la decadencia de las exportaciones hacia el Norte por no
haber un puerto seguro; por lo cual propone en lugar del de Santa Cruz, la
construcción de otro en La Orotava.
-16
de febrero de 1739: exposición de don Pablo Pestaña en la sesión
correspondiente, sobre la forma alarmante en que había bajado la calidad de los
caldos al mantener los vecinos de Daute, 1cod, La Rambla y otros términos
porciones de corchos de abejas o colmenas en los viñedos, contraviniendo las órdenes
reales que lo prohíben y propiciando que se volviesen agrios en la primavera,
sin servir ya ni para aguardientes ni para vinagres.
-1734:
el sindico don Andrés Gallego pide se tomen medidas conducentes a imponer la
uniformidad en las pipas o barricas, ya que las diferencias de volumen que se
observan provocan desorden y desprestigian el trato con los extranjeros.
-31
de marzo de 1778: sesión del cabildo en donde se estudia la propuesta del también
sindico don Antonio Miguel de Santos, formulada a fines del año anterior, para
que se creara un Montepio de cosecheros que atendiese el cultivo y elaboración
de vinos y aguardientes, según consejos que parten del diputado canario en
Madrid, don José de Van de Walle Cerbellón, a partir del modelo malagueño.
Esta
última idea, por su interés, merece algunas palabras más. El fondo inicial
del sindicato lo iban a constituir las rentas del obispado vacante, hasta que se
nombrara un nuevo prelado en la diócesis; confiándose en no encontrar
reticencias eclesiásticas, por el natural deseo de los canónigos en aumentar
las rentas decimales con el incremento de las exportaciones vinateras. (Antonio
Bethencourt Massieu, en: Millares Torres, 1997:145-6)
Se
daba por cierta, además, la protección con que el monarca y sus ministros
tradicionalmente acogían este tipo de instituciones.
El
cabildo catedral dio su visto bueno y se comprometió a buscar en Madrid todo
tipo de apoyaturas, opinando además que el montepío debería extenderse al
resto del Archipiélago.
Superado
este obstáculo, cabe pensar que en la Corte surgieron otros de envergadura, ya
que hasta octubre de 1786 no se convocan las sesiones del cabildo para crearlo
con la ayuda del comandante general, marqués de Branciforte. Volver a cultivar
las viñas con esmero y reconstruir las fincas, eran algunos de sus fines; la
normativa para su administración y los criterios para las mediante el decreto
de 20 de mayo de 1726, el Consejo de Indias ratificó la prohibición terminante
del cabildo, pero el interés de los beneficiarios del negocio y la actuación
de una compañía denominada La Aguililla, con el disimulado concurso del
comandante general marqués de Valhermoso, obligan a proseguir las diligencias;
terminando el expediente en manos de la Junta de Comercio, que a fines de 1777
requería nuevos informes de las autoridades.
Tras
la guerra de Sucesión de Austria, se agudizan las tensiones que suscitan
entradas semejantes. Las denuncias fueron frecuentes y el cabildo se dirigió al
rey, mientras que por orden del comandante general se depositan en los almacenes
de la Aduana las partidas que llegan a nuestros puertos.
La
prohibición de estos productos foráneos, salvo en caso de escasez, vino a
fijarse por real orden de 6 de marzo de
No
obstante, esa excepción que contenpla va a inquietar al cabildo ya los
cosecheros, y en una representación del 17 de julio siguiente que eleva don Tomás
de Nava, marqués de Villanueva del Prado, se indica lo imposible de un hipotético
desabastecimiento y el daño que podría inferirse con dejar expedita una
de las introducciones.
Enfrentamientos
van a darse, pues, entre cosecheros y armadores de Santa Cruz, apoyados estos últimos
por el comandante general respectivamente en pro o en contra de un
prohibicionismo absoluto. El II de diciembre se celebra un cabildo abierto, en
donde hubo una abultada mayoría favorable a la primera opción. En
consecuencia, llega recogiendo ese criterio la real orden de 27 de marzo de
1759. Mas en la realidad económica de entonces, siempre fueron poco eficaces
los dictados por decreto. Sectores del comercio preferían correr el albur de un
decomiso a verse privados de un buen negocio, cual era la traslado de
aguardiente más barato. Existen pruebas de que entre 1761 y 1764 el contrabando
continuaba, llegando hasta hacer pasar las barricas de bebida espirituosa como
de aceite. Comienza, además, la importación de vino tinto de Bilbao, con el
pretexto de necesitarse para colorear los caldos de Tenerife, motivo por el
que
se incrementan las pugnas entre el comandante general Bernardi y el cabildo.
La
real orden de 6 de noviembre de 1764 intentó una salida de compromiso: se
consentían las importaciones, siempre que el precio del aguardiente para el
consumo interior llegara a rebasar los 65 pesos, reduciéndose a cantidades mínimas
los vinos necesarios para la coloración. Pero como el determinar si el mercado
interno estaba o no desabastecido corría a cargo del comandante general, el
cabildo se opuso a lo decretado y elevó el 30 de noviembre .de 1776 un nuevo
recurso al monarca, acompañándolo de un gran aparato de pruebas testifícales
y algún informe de interés, entre los que merece citarse el de la Sociedad
Económica de Amigos del País.
El
fallo de apelación, que lleva fecha de 8 de marzo de 1777, fue contrario al
cabildo ya los productores. El rey mantuvo la tasa de 65 pesos por pipa y la
exclusiva potestad otorgada a su mandatario en el Archipiélago. El 18 de junio,
en cabildo abierto, se expuso ala Audiencia que, al haberse experimentado un
alza en el coste de la vida desde 1774, el tope de los 65 pesos debía ser
elevado proporcionalmente. Nada se consiguió, pero los cosecheros no se
declararon vencidos y hasta 1815 persistían en su actitud vigilante. (Antonio
Bethencourt Massieu, en: Millares Torres, 1997:145-6)
Imagen
tomada de: Gaviño de Franchy Editores.
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Guayre
Adarguma Anez Ram n Yghasen.
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Continuará