UNA
HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERÍODO COLONIAL, DÉCADA 165I-1650
CAPÍTULO
XIX - I
Guayre
Adarguma *
Guayre
Adarguma *
1652.
El criollo Diego Grimón, vecino de Winiwuada (Las Palmas) se ve sorprendido de
noche en casa de Gabriela de Herrera, hija de Beatriz de Herrera que era manceba
del Oidor Alonso Gil de la Sierpe. Para evitar el escándalo, el Oidor propone
al joven el casamiento con Gabriela; pero el joven Diego Grimón prefiere ir a
la cárcel.
1652.
Ana de la Peña funda un mayorazgo en Agulo, isla de La Gomera.
1652.
Fue entregado al “Santo Oficio” el fraile de la secta católica de los
dominicos Fray Juan de Armas, probablemente judío convertido, hizo un viaje en
el navío de Conrado de Brier, de Garachico, Chinech (Tenerife) a Amsterdam.
Durante el viaje Brier sondeó los antecedentes de su pasajero. El fraile se
llamaba a bordo Diego Perrera de Castro y tenía parientes en La Eguerew
(Laguna). El mismo era criollo natural del Tanque, Chinech, y tenía libros judíos
de oraciones. De regreso a Cádiz se vestía de seglar. Fue denunciado al
desembarcar y se le incautaron los libros que traía y los versos que había
escrito él mismo. En el dorso de sus poesías firmaba: Juan Perera Carrasco.
Sus
poesías se han conservado, pero no figuran en la «Bibliografía de autores
canarios».
1652
Enero 2. Fue bautizado por el rito católico
el criollo Luís A. Anchieta. Jesuita de la secta católica y pariente de José
de Anchieta. Fue natural de
Escribió
y publicó en Jerez Excelencias y antigüedades de las siete islas de Canaria, 1679. Salió
esta obra en nombre de don Cristóbal Pérez del Cristo, cura beneficiado de
Icod, sin que viera la luz pública el segundo tomo. Falleció en Las Palmas el
lo de febrero de
Ediciones:
l. Excelencias y Antiguedades de las Siete Islas de Canaria. Primera parte en
que se comprenden las excelencias de estas Islas en los renombres que les dio la
Antiguedad. Dala a luz don Christobal Perez de el Cristo, Doctor en Sagrada
Teología y natural de la isla de Tenerife.- Xerez de la Frontera, por Juan
Antonio Tarazona, 1679.- 8 hs. + 129 pp. + 1 h. Segunda edición: La Laguna,
Biblioteca de "La Laguna", 1906.- XIV + 149 pp.
1653.
Era frecuente el arribo de navíos dedicados a la
trata de esclavos en la colonia de Canarias. Uno de aquellos buques
apareció á la rada de Winiwuada (Las Palmas), llevando consigo doscientos
negros que se vendieron en pocos días á elevados precios.
Los
Inquisidores, que no pudieron tomar la parte que deseaban en la compra, trataron
de imponerle trabas, alegando que los negros se morían sin bautizar, por lo que
Podemos
pues, asegurar, que después de la invasión y conquista, y durante los siglos
XVI y XVII, la organización de la sociedad colonial isleña, ofrecía en su
conjunto la discordante amalgama de unos pocos propietarios, dueños de los
mejores terrenos, con tendencias vincularlos
para asegurar eternamente su supremacía en el país; la de algunos
trabajadores, dedicados á aquellos oficios mecánicos, más necesarios á los
usos de la vida, condenados por su triste condición á voluntaria servidumbre;
y la clase esclava, que servia en los campos y lugares, ocupándose, yá en las
rudas faenas de la explotación de azúcar, de que cada propietario tenia
entonces uno ó más Ingenios; y en el
laboreo de los campos, y tala de los bosques, para roturar nuevas fincas; y ya,
por último, en el servicio doméstico, en el interior de las poblaciones.
No
existía todavía clase intermedia, que sirviera de contrapeso al excesivo
.poder de la nobleza y clero. Estaba rota la cadena, y un abismo separaba las
dos extremidades del cuerpo social colonial.
La
instrucción que recibía el obrero y el esclavo, se circunscribía á
recomendarles la paciencia en este transitorio valle de lágrimas, y la
obediencia más completa á la voluntad de sus Señores; pero, entretanto, se
les negaba los medios de mejorar su condición, y la esperanza de adquirir su
libertad, considerándoles en todas ocasiones, como si tuviesen un alma inferior
a la de los demás.
1654
Junio 15. Aunque otros
habrán informado V.M. del grave perjuicio y daños, que contra la corona de
V.M. y su real servicio, se han de seguir de ejecutarse la comisión, que el
licenciado D. Pedro Gómez del Ribero, fiscal de la casa de
1655
Enero 15. Ya no volvió el Cabildo a
nombrar a más Castellanos del Castillo de Garachico. D. García del Hoyo Calderón
y Espinosa de los Monteros, fué nombrado Castellano Perpetuo por Real Despacho
del Consejo de Guerra, tomando poseción el 15 de Enero de 1655, recabando de la
Corona fuese el cargo hereditario en favor de la rama primogénita de la Casa,
lo que logró despues de sostener un litigio con el Cabildo de Tenerife,
recabando que este no tenía derecho a nombrar Castellano por deber serlo los
ldescendientes de D. Fabián Viña Negrón que lo edificó a su costa. En un
viaje dejó encargado de la Castellanía a su hijo primogénito D. Alonso del
Hoyo quien fue asesinado a puñaladas mientras dormia en su propia casa en 1669.
(José María Pinto de la Rosa, 1996)
1655.
Ermita de San Juan en Icod.
El
capitán Blas de Alzola mandó a su heredero, en el testamento que hizo en el
mes de abril del año 1655, que dentro de tres años después de su
fallecimiento fabricara la ermita. que no se había podido hacer en el sitio que
señaló su padre en la finca de La Acequia, y la dotase para sus reparos y que
hiciera la fiesta perpetuamente si los vecinos no quisieren hacerla. Señaló de
limosna para la procesión y misa cantada con diáconos dos ducados e impuso al
prior del convento de San Agustín la obligación de sacar de las trescientas
sesenta y dos misas rezadas que fundó en la iglesia del convento las que su
heredero pidiere en los días de fiesta y domingos que estuviere en la casa de
La Acequia. Alzola nombró heredera
a su sobrina Doña Francisca de Alzola y Gallegos, mujer del maestre de campo
Don Jerónimo Francisco de Alzola y Angulo, la cual de conformidad con la
voluntad de su tío, expresada en su testamento, fabricó la ermita y señaló
dos ducados para sus reparos, que impuso sobre una heredad de viña que tenía
abajo del lugar de Ycode. (Espinosa de los Monteros y Moas, 2006)
1656.
Una vez iniciadas las hostilidades de la Inglaterra de Cromwell contra los
intereses españoles, y conocido el bloqueo de Cádiz por la escuadra del
almirante inglés Robert Blake, en las islas (Canarias) se aprestaron a redoblar
las medidas de seguridad y vigilancia ya que estas acciones forzarían
a los navíos en ruta a acogerse en Canarias como único refugio posible.
1656.
La Batería de La Cruz o del Calvario
fue construida sobre la misma Huerta
de los Melones algo a mediodía y en lugar eminente que con el tiempo sería la
calle de La Marina, estaba esta batería artillada con tres piezas de hierro. Ésta
fue reemplazada posteriormente por la batería de Santa Isabel. (José María
Pinto de la Rosa, 1996)
1656.
El Reducto o batería de La Candelaria
en Santa Cruz de Tenerife, fue construido en
esta fecha por orden del General Dávila y Guzmán y era análogo al de
San Miguel, situado en la margen izquierda del barranco de Almeyda, artillado
con 8 piezas, 4 de hierro y otras 4 de bronce; tenía por tanto la orma circular
y en lugar muy a propósito para impedir un desembarco enemigo entre San Miguel
y la Batería de los Melones. A comienzos del siglo XIX, estaba en estado de
ruina y desapareció en el aluvión de 1826 al desbordarse el barranco de
Almeyda. En 1788 estaba artillada con 3 cañones de a 16 y guarnecido por I
Sargento, I Cabo y 5 Hombres, previsto su aumento en caso de guerra 1 Oficial, I
Sargento, 2 Cabos y 35 hombres. Como esta Batería estaba inútil afines del
siglo XVIII se propuso construir otra en la llamada Huerta de los Melones. (José
María Pinto de la Rosa, 1996)
1656.
Un navío que acababa de partir del Puerto de Añazu (Santa Cruz) con 96
personas a bordo es capturado por Piratas Argelinos.
1656.
Se construyó la muralla que
resguardaba la marina de Santa Cruz, edificándose por donativos Reales y ayudas
del vecindario varios fortines, lunetas y reductos. Consistía la muralla en un
parapeto de tierra revestido interior y exteriormente con muros de piedra y
barro, y un espesor medio de doce pies, todo muy mal hecho, sin banquetas y
siguiendo las sinuosidades del terreno. (José María Pinto de la Rosa, 1996)
1656.
Es construida la Batería de San
Antonio en Santa Cruz de Tenerife. Fue construida en 1656 por orden del
Comandante General Dávila Guzmán en la Huerta de los Melones por lo que también
se le conocía por este nombre. Era una plataforma almenada a la altura del
suelo o ligeramente elevada con unas construcciones a la espalda para depósito
de material y alojamiento de la tropa. Tenía 3 piezas de bronce y en 1755 fue
reconstruida por el Ingeniero D. Francisco Gozar.
En
1788 estaba artillada con 4 cañones de a 24 y 4 de a 16, guarnecida con 1
oficial, 1 sargento, 1 cabo y 10 hombres, previsto su aumento en tiempos de
guerra a 3 oficiales, 3 sargentos, 3 cabos y 90 hombres.
Inscrita
en el Registro de la Propiedad el 24 de Enero de 1896 al folio 118 del tomo 307,
libro 89 del Ayuntamiento, finca n° 5922, inscripción 1ª, ocupando una
superficie de
A
mediados del siglo XIX servía de Batería de Salvas con l0 piezas que tenía
montadas sobre una buena explanada de sillería, tenía Repuesto, tres Cuerpos
de Guardia para Oficial, Artillería e Infantería y el tendal, que comprendía
toda su gola, se hallaba en buen estado. Por R.O. de 11 de Abril de 1924 se le
cedió en usufructo al Ministerio de Fomento a quien se le entregó el 14 de
Agosto del propio año. «Se hallaba situada casi
á flor de agua», avanzada sobre la línea de la muralla y con
dificultad podía el enemigo destruir su muro de frente de doce pies de alto,
mientras que ella podía dirigir sus fuegos rasantes y de rebote a los buques
enemigos; tenía en cambio los defectos inhe- rentes a su situación baja,
estando como estaban sus piezas descubiertas y a barbeta.
(José María Pinto de la Rosa, 1996)
1656.
Por escritura ante Luís Ascanio
escribano de Las Palmas, el General D. Alonso Dávila -cuyo mando duró hasta
1659- vendió unas tierras en Sardina para levantar la muralla del Sur de la
ciudad de la portada de los Reyes, pero con tan poca solidez y mala dirección
que cincuenta años después apenas quedaban vestigios de ella.
1656.
Una
vez iniciadas las hostilidades de la Inglaterra de Cromwell contra los intereses
españoles, y conocido el bloqueo de Cádiz por la escuadra del almirante inglés
Robert Blake, en las islas (Canarias) se aprestaron a redoblar las medidas de
seguridad y vigilancia ya que estas acciones forzarían
a los navíos en ruta a acogerse en Canarias como único refugio posible.
(Jesús M. Lorenzo Arrocha, 1999)
1656
Junio 28. Conoció el Cabildo de
Tenerife una carta-orden de S.M. fechada en Madrid a 30 de Mayo, por la que se
con cede por 6 años más el arbitrio del donativo del 1% para Fortificaciones,
y para que se haga un Castillo que corone la ciudad (San Cristóbal de La
Laguna), con motivo de que los ingleses quisieron invadir la isla.
El
5 de Julio del mismo año, en el Cabildo general se dice que como se han hecho
las fortificaciones en el Puerto de Santa Cruz y sobre la cuesta de dicho
camino, que se suplique a S.M. se sirva extender por doce años el donativo para
la construcción del Castillo sobre la dicha Cuesta, además de lo que darán
los vecinos en la medida de sus posibles. (José María Pinto de la Rosa, 1996)
1656
Noviembre 26.
Un navío que había salido de Añazu (Santa Cruz) con 96 personas a
bordo, había sido apresado por los "turcos" a la vista del puerto. El
capitán general de Castilla en Canarias Alonso Dávila y Guzmán tocó a
rebato, y buscó él mismo en Añazu (Santa Cruz) a los oficiales y gente de
guerra, yendo a casa de algunos de ellos, para organizar rápidamente una
expedición de rescate; pero sólo logró reunir cinco personas; así, no se
pudo hacer nada y los piratas llevaron a sus cautivos a Argel.
1656
Diciembre 28. Llega a Tenerife el
primer navío que, procedente de América, toma la decisión de protegerse en
Canarias, el “Madama del Brasíl”; transportaba un cargamento de plata de
medio millón de pesos desde Puerto Rico. Por seguridad las autoridades isleñas
deciden transportar la plata a
tierra, y se encuentran de contrabando 19 barras de plata y 17 piñas.
Mientras
esto sucedía la Flota de Nueva España que había zarpado de La Habana con
retraso a fines de Diciembre de 1656, cruzaba el Atlántico con rumbo al Archipiélago.
Estaba
formada por dos galeones como capitana y almiranta: el “Jesús y María” al
mando del capitán General Don Diego de Egues y Beaumont, y la “Concepción”
con el almirante don José Centeno. Los otros nueve navíos eran de carga y
armados por cuenta de sus dueños: “Nuestra Señora de los Reyes”, “San
Juan Colorado”, el “Santo Cristo del Buenviaje”, “Campechano Grande”,
“Campechano Chico”, la “Vizcaina”, el “Sacramento”, “Nuestra Señora
de la Soledad”, y el “Patache”.
El
18 de Febrero de 1657 la flota llega a Santa Cruz de la Palma donde don Diego de
Egues pregunta si habían llegado órdenes de Madrid para la escuadra que dirigía.
Al obtener noticias en la isla, la flota se dirige a Tenerife. Arriba al puerto
de Santa Cruz el 22 de Febrero. Como tampoco recibe noticias de Madrid, se
plantea el desembarco del tesoro a la espera de órdenes del Rey.
Realiza
varios intentos de regresar a la península, pero Blake
matenia el bloqueo de las costas españolas. El día 2 de Marzo decidió
desembarcar el tesoro y
resguardarlo, así como repartir los veinte y cuatro cañones de los mercantes
en diversos fuertes de la costa.
Las
dudas ante la posibilidad de un ataque enemigo se convertirían pronto en
realidad. La escuadra del almirante Robert Blake , alertada de la llegada de una Flota de Indias cargada
de tesoros a Canarias, arriba el 28 de Abríl y, cerciorados los ingleses de la
presencia de la flota española en la bahía, Blake Barrunta inmediatamente
su plan de ataque.
La
escuadra inglesa entra en la bahía y de los nueve mercantes indefensos cuatro
se salvaron arrimándose a tierra y encallando; tres fueron pastos de las
llamas, y dos capturados por los ingleses. Los dos galeones ofrecieron una
heroica pero inútil resistencia; se van a pique envueltos en llamas.
Dominado
el puerto, los ingleses entablaron una lucha feroz contra las defensas de Santa
Cruz, con intenciones de desembarco en busca del tesoro, pero Blake
se daría cuenta a lo largo del día de que sus esfuerzos eran inútiles. El
inglés, avergonzado por conseguir sólo como botín de guerra aquellos dos
mercantes, dio orden de incendiarlos. La escuadra enemiga se retira el 30 de
Abril de 1657. (Rumeu de Armas. Antonio. Canarias y el Atlántico)
1657.
Se construye por las autoridades militares de ocupación el reducto de San Joaquín,
en La Cuesta de Arguijón, entre Añazu (Santa Cruz) y Eguerew (La Laguna) para
impedir la subida de otros enemigos al interior de la Isla.
1657
Julio. Se recibe en las
Islas Canarias la noticia del bloqueo de Cádiz, en la metrópoli por la
Escuadra inglesa del Almirante Blake. Esto forzaba a todos los navíos
procedentes de América a acojérse a los Puertos Canarios como único refugio
posible. Se esperaba a la Flota de Nueva España en los próximos meses.
El 28 de Diciembre llegaba a Añazu n Chinech (Santa Cruz de Tenerife) el buque Madama
de Brasil, procedente de Puerto Rico y transportando medio millón de Pesos.
El 18 de Febrero llegaba a Tedote n Benahuare (Santa Cruz de La Palma) la Flota
de Méjico al mando de Don Diego de Egues. La Flota, cargada con Plata Mejicana
por importe de 10 millones de Pesos y otras mercancías valiosas, había partido
en diciembre del Puerto de la Habana. Egues, partió de Benahuare (La Palma) con
la intención de llegar como fuera a Cadiz, pero después de unos días de
navegación se supo que Blake lo estaba esperando por el camino. De acuerdo con
el Capitán virrey General de las Islas, Alonso de Dávila, decidió dar media
vuelta y resguardarse en el Puerto de Añazu n Chinet (Santa Cruz de Tenerife)
al amparo de sus fortificaciones el 2 de Marzo. La Flota de Diego de Egues se
componía de 9 navíos mercantes y 2 buques de guerra como escolta.
Ante tal estado de cosas, se reforzaron las defensas de Añazu (Santa Cruz). Se
construyeron dos nuevas baterías al norte de la Bahía, para Abril de 1657, Añazu
(Santa Cruz) estaba defendida por 99 bocas de fuego. Egues decidió desembarcar
la plata y guardarla en el interior de la isla para mayor seguridad. Enterado
Sir Robert Blake de la llegada de la Flota de Egues a Chinet (Tenerife) decidió
atacar Añazu (Santa Cruz) y apoderarse de la naves, cargamento y del propio
Puerto.
El 29 de abril, se divisa a la Flota de Blake, compuesta por 36 buques. Se
preparan Flota, castillos y milicias para la defensa. El 30 Blake se acerca a la
plaza con 28 naves y comienza a bombardear a la Flota y las fortificaciones.
Durante varias horas se sucede el cañoneo por ambas partes.
Los ingleses intentar abordar con lanchas a los mercantes y apoderarse de ellos.
Mientras los dos galeones de guerra con que cuenta Egues, el Jesus
Maria, y el Concepcion, son acribillados durante mas de 4 horas por el fuego
ingles. Imposibilitado de seguir defendiéndose y en total inferioridad, Egues
ordena abandonarlos y para no darlos como trofeo al enemigo da orden de
volarlos, causando la explosión muchas bajas a los atacantes. Los buques
mercantes son incendiados, unos por el fuego ingles y otros por el propio Egues.
Egues tenia como orden principal dada por el propio rey español Felipe IV el
defender a toda costa el Tesoro de Nueva España a un a costa de perder sus
barcos.
La Escuadra de Don Diego de Egues quedo reducida a cenizas. Blake siguió
batiendo la Plaza con saña todo el día sin poder quebrantar la resistencia ni
poder intentar el desembarco. Al llegar la noche se retiro sin poder obtener
ninguna presa ni beneficio.
Los
Españoles habían perdido la Flota de Méjico, pero no el Tesoro que era lo
importante para la corona española, aun así las bajas inglesas fueron
cuantiosas. Entre muertos y heridos las bajas pasaron de las 400 y muchos navíos
sufrieron serios desperfectos, el Insignia de Blake, el
Speaker, quedo fuera de combate. En Tierra se contaron 3 muertos por
las milicias canarias. La flota de Egues si tuvo mas bajas, sobre todo murieron
algunos destacados oficiales.
El
objetivo de Blake, apoderarse del Tesoro y rendir la plaza, no fue cumplido,
aunque la Flota Española fue totalmente destruida. Por parte Inglesa se exagero
mucho esta batalla. La flota de Egues de solo dos navíos de Guerra fue
aumentada a 10 buques y se dio a entender que los Galeones no habían sido
volados por los Españoles sino incendiados por el fuego ingles. El Parlamento
Ingles premio en Junio a Blake por esta Gran
Victoria.
1657.
Concluye en la colonia canaria el período de los Jueces de Registro de mercancías
había concluido en sucedidos aquéllos por un único juez superintendente con
residencia en Chinech (Tenerife) y subdelegados en Tamarant (Gran Canaria) y
Benahuare (
*
Guayre
Adarguma Anez Ram n Yghasen.
[Nota:
Los capítulos están publicados por
orden numérico, lo que permite acceder a los anteriores con solo cambiar en la
barra de navegación el número del capítulo, por ejemplo: http://elcanario.net/Benchomo/efemeridescanarias297.htm;
anterior:
cambiar
el número 297 por el 296]
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