FEMÉRIDES
DE LA NACIÓN CANARIA
UNA
HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERÍODO
COLONIAL, DÉCADA 1601-1610
CAPÍTULO
XXII (V)
1609. Expulsados los primeros moriscos de Valencia (España), conversos gaditanos se adelantaron a los reales deseos.
Recordando el calvario que padecieron los judíos en 1492, contrataron
barcos de franceses, para pasar a Berbería, habiendo salido del reino sin
licencia ni aguardar orden de expulsión, mandó aviso a las Canarias para que
no fuesen admitidos, caso de aparecer. Próximas las islas a tierra de moros, la
presencia de los huidos implicaba riesgo suplementario. (Luisa Álvarez de
Toledo).
1609. El Ldo. Pedro Muñiz,
juez de Indias, vende por 1.200 reales una esclava mulata de 25 años, “por puta y ladrona y embustera,
mentirosa y revoltosa y que se mea en la cama”
(AHP: 469/286).
1609. El alcalde pedáneo del entonces villorrio de Santa
Cruz de Añazu, Pedro de Ocampo fue preso por el
Santo Oficio, por haber despachado un navío a Gran Canaria sin licencia del tribunal: resultó que el gobernador le había
dado la orden de despacharlo.
1609. En
la plaza y puerto de Santa Cruz de Añazu,
Luís Hernández, volteador, se querelló contra
Diego de Barajas, comediante, por palabras, y ahora le perdona, «principalmente
porque algunas personas honradas a quien tiene obligación se lo han pedido».
(AHP: 209/193).
1609. Juan Rodríguez de Talavera, vecino de Santa Cruz
(Tenerife), piloto de la carrera de Indias,
va a Guinea e Indias, con Juan Rodríguez Quintero, vecino de
1609. Carabela
cargada en Sevilla para Santa Cruz, en 4.000 reales, 1602 (AHP: 1526/220).
1609. El
licenciado Agustín de Calatayud Costilla
con su casa y ocho personas, fleta un navío portugués para ir de Santa Cruz a Sanlúcar,
por 600 reales. (AHP: 469/261). Fray
Francisco de Castillejo, prior de San
Agustín, fleta una carabela a Huelva en 2.000 reales, 1612 (AHP: 263/325). Nao
de 70 ton. cargada con orchilla para Cádiz, su flete 1.500 reales; 1621 (AHP: 1538/222).
1609 enero 16. Ciertos
vecinos de La Orotava (Tenerife) contratan al licenciado Felipe Díaz de
Santiago, médico, durante un año, para que los asista en sus enfermedades y a
las personas de sus familia y de su casa, y también a los enfermos del Hospital
[de la Santísima Trinidad] y a las monjas del convento, por un monto de 690
reales.
Este
contrato es un ejemplo, de los pocos que conocemos por el que un grupo de
vecinos de un lugar se juntan para contratar a un médico, que cubra sus
necesidades sanitarias y las de sus familiares, haciendo extensiva esta atención
a algún hospital de pobres, como es el caso. Al aparecer firmando los vecinos
que suscriben el contrato con las cantidades comprometidas al margen, el
documento tiene cierto interés, además de para la historia de la medicina,
para el estudio de las élites locales y de la mentalidad de la época. Para los
vecinos de La Orotava, conocemos otro contrato suscrito el año 1638 ante el
mismo escribano, y que se recoge en el legajo 3.004 del mismo fondo que nos
ocupa.
Transcripcion:
1609,
enero. La Orotava.
Transcripción:
Leocadia Pérez González y Lorenzo Santana Rodríguez.
Las
personas que aquí firmaremos nuestros nonbres, y por los que no supieremos
escrevir a nuestro ruego vn testigo, desimos que nos obligamos a pagar al señor
liçenciado Philipo Días [de] Santiago, médico, la cantidad que cada vno
firmare, o a su ruego vn testigo, lo qual le damos y daremos y pagaremos porque
asista en este lugar del Orotava y nos cure de las enfermedades que se nos
ofresiere a nos los dichos y a todas las personas de nuestra familia y casas,
tiempo de vn año, que enpesará a correr dende quando el dicho señor liçenciado
açeptare este salario y se obligare a no haser ausençia deste dicho lugar
theniendo enfermo que curar de los que le damos este salario o de nuestras casas
y familias, el qual dicho salario le pagaremos por sus tersios del año la
tersia parte de lo que cada vno firmare, con que ansimismo tenga obligaçión de
acudir a curar los pobres del ospital deste lugar y al cunplim[iento] de todo lo
que dicho es y firmaremos cada vno por lo que le toca obligamos nuestras
personas y bienes avidos y por aver y hasemos obligasión en forma tan bastante
quanto de derecho para en tal cazo se requiere.
(Al
margen:) U 3[3] (roto). Digo que pagaré tres ducados de salario
sigun es dicho arriba. Hecho en 16 de enero 1609. Miguel de Cospedal (rubricado).
(Al
margen:) U 33 (signo). Digo que daré tres ducados por que cure mi
per[so]na e las demás de mi casa el dicho tiempo. Diego Benites de Lugo (rubricado).
Digo que daré seys ducados por sus tersios. Luis de Sa Martín Cabrera (rubricado)
.
(Al
margen:) U 22. Digo que daré dos ducados por lo dicho (Cruz)
Francisco de Jaen (rubricado).
(Al
margen:) U 33 (signo). Digo que pagaré de salario cada vn año a el
señor licenciado tres ducados. Hecho oy dies y seys de henero de IUDCIX. (Cruz)
Nicolás de Cala (rubricado).
(Al
margen:) U 24. Digo que pagaré en cad[a] un año de salario al señor
licenciado veynte y cuatro reales Francisco Hernández (rubricado).
(Al
margen:) U 31 (roto, signo). Digo que pagaré de salario cada vn año
al señor licenciado tres doblas. Hecho oy ueinte de he[n]ero] de 1609 años. (Cruz)
(roto) Machado de Cala (rubricado).
(Al
margen:) U 24. Digo que pagaré de salario cada vn año conforme [a lo]
arriba contenido en esta obligación veynte y quatro reales. Hecho a veynte y
dos de henero de 1609 años. Baltasar Perdigón (rubricado).
(Al
margen:) U 22 (signo). Digo que pagaré de salario cada año a el señor
licenciado d[os] ducados. Hecho oy veinte y dos de henero de 1609 años. (Cruz)
Bartolomé Diaz Espe[r]ie[l].
(Al
margen:) 100. Digo que daré de salario a el señor licenciado si[e]n
reales. Hecho a 22 de henero de 1609 años y que cure las monjas. Joseph de
Llarena Cabrera (rubricado).
(Al
margen:) U [8]0. (Al margen derecho:) Digo que daré en cada un año
de salario ochenta reales. Alonso Fernandes de Lugo (rubricado).
(Al
margen:) U 66. Digo que daré cada año seis ducados. Francisco de Molina (rubricado).
(Al
margen:) U 42. Digo que por mi casa e por la casa de mi hermana doña
Beatris daré cada año quatro doblas. Diego de Lleren[a] Maldonado (rubricado).
(Al
margen:) U 21 (signo). Por que cure mi casa daré dos doblas cada año
Joan Benitez Çuaço (rubricado).
(Al
margen:) 60. Digo que daré [de] s[a]l[a]r[io] cada año por mi cassa
sesenta reales por toda mi casa y familia y por mi persona. (Cruz) Matheo
Uiña de Vergara (rubricado).
(Al
margen:) 33 (signo). Digo que daré tres ducados por mi persona y
familia por la curasión della. Hernando Alvares (rubricado). // 690
(Al
margen:) U 33. Digo que pagaré por todos los de mi casa tres ducados por vn
a[ñ]o / y se entiende tanto por mí. Luis de San Martín Llarena Calderón (rubricado).
(Al
margen:) 42. Daré a el señor licensiado cuatro doblas cada un año por
curar a los de m[i] casa. Fecho en postrero de enero de seissientos i nueve años.
Juan de Mesa
(rubricado).
(Al
margen:) [1]00. Digo que daré de salario por curar un año a el dicho señor
licenciado, a mí y a los de mi casa sient reales. Hecho en p[ostrero] de enero
de IX años. Francisco Xuares de Lugo (rubricado).
(Al
margen:) 33. Digo que pagaré por todos los de mi casa tres ducados por un año
al señor liçenciado Felipe Dias. Juan Benites de las Cuebas del Oyo (rubricado).
(Al
margen:) 22. Digo yo, Gaspar Gonsales de Franques, que daré de salario dos
ducados por mi persona y las de mi familia. Gaspar de Franques (rubricado).
(Al
margen:) 22. Yo, doña Madalena (ilegible), daré dos ducados cada año
con las condiçiones [arri]ba dichas / y por no estar para firmar hoy ordené
que Miguel de Cospedal lo firmase por mí. Miguel de Cospedal (rubricado).
(Al
margen:) U 44 (signo). Digo que por las casas de mi señora abuela doña
Isabel de Cabrera y la de mi madre [Iseo Ta (roto ...)] vos pagaré
cua[tr]o d[u]cados y lo firmé de mi nombre. Juan Andrés de Lugo (rubricado).
Este asiento no se consigna al margen, aunque sí aparece reflejado en
la suma total al vuelto. Suma
de la página anterior: 690 reales. (ES38200AHPTF1.2.1., signatura 2.983, fol.
112.).
1609. Juan Calvo y Lázaro
Pérez, vecinos de Gran Canaria, se obligan a dar a Mateo Carbonero, marsellés,
800 docenas de pájaros canarios “en la isla del Hierro, donde nos obligamos
de coxer los dichos páxaros”, por tres reales y medio la docena, (AHP: 261/124).
1609 enero 19. Notas en torno
al asentamiento colonial europeo en el Valle Sagrado de Aguere (
Las
fiestas introducidas en la colonia por los europeos: Participación de gremios y
colectivos.
La fiesta de Ntra. Sra. de
Fue instituida por el Cabildo hacia 1612 para
celebrarla el día de año nuevo en honor
de la reliquia de ese nombre custodiada en el convento agustino. Cuando
realmente se compromete y asienta la corporación es a finales de
La fiesta-romería de Candelaria.
La fiesta y romería de
Desde un principio se iba la víspera de Candelaria
en forma de ciudad con clérigos y frailes que portaban 12 hachas encendidas,
permaneciendo en aquel lugar dos días
para retornar al tercero en procesión. No cabe aquí reproducir la
relación de los litigios habidos entre los representantes de la corporación y los guanches acerca del porte de la imagen en aquella localidad, lo que dio lugar a dos
sonados pleitos en 1587 y 1601. Las
aguas se aquietaron durante mucho tiempo, pero no impidió que esporádicamente se reprodujeran incidentes y acciones judiciales, pues pretendían hacerse pasar por
guanches muchas personas que no lo eran
para recibir las andas de
Otra
cuestión era qué clérigos debían representar a la ciudad en tan
solemne ocasión. Aunque tardíamente, en 1595 se reproduce el en frentamiento
interparroquial que se había exteriorizado en otros órdenes
a lo largo de la centuria. Hasta esa fecha, la parroquia de
Dado el carácter multitudinario de la concentración
vecinal y la estadía de un par de jornadas, al
menos, de romeros llegados desde todos los puntos de la isla, la autoridad velará
por el abasto de los isleños y favorecerá su afluencia en la que sin duda era la máxima demostración
de la religiosidad popular tinerfeña. Sabemos que
acudía mucha gente pobre y enfermos con esperanca del
rremedio que esperaban de la dicha ymagen, y
otros en deqiplina, que por ser gente pobre y concurrir
el dicho día en la dicha casa la mayor parte de la gente desa ysla3. El concurso
de peregrinos fue estimulado más adelante por
Los gastos ocasionados por la solemne comitiva
organizada por el Ayuntamiento no sólo eran
crecidos y fueron aumentando progresivamente, sino que eran impopulares por el
destino de los mismos. Tengamos en cuenta que la
procesión y estancia del comité municipal, civil y clerical, corría a cargo del Cabildo. El aumento en
el costo es impresionante. Si en 1580 se
conviene gastar 10.560 mrs. en esa fiesta, en 1593 se solicitaba facultad real para emplear 52.800 mrs.,
pues hasta entonces se venían
desembolsando 30.000-40.000, pero con la advertencia de que la inflación dejaba rápidamente atrás esas cifras.
La pésima salud económica municipal puso en peligro
en más de una ocasión la atención a esta
fiesta, como en 1614, año en que los diputados de meses avisan de la inexistencia de fondos y recuerdan que la institución tiene su hacienda embargada por el
juez de Indias para cobrarse su salario.
La salida entonces es un adelanto por parte del arrendatario del jabón de la ciudad..
Excepcionalmente, el gasto fue mayor, si se daba la
circunstancia de coincidir la festividad con la presencia de la imagen en
No sólo a mucha gente del pueblo no le parecía
correcto un dispendio que más iba a parar al estómago de autoridades,
beneficiados y su séquito que al culto de la imagen, sino que en el seno de la
propia corporación no todo fue
unanimidad en el discurso del tiempo a la hora de apoyar económicamente la participación del Cabildo, pues los gastos no les parecían justificados a todos los
regidores. Pero
En 1639 también será objeto de debate el tema. No
se discutía la ayuda de 1 cahíz de trigo al
convento por el agasajo que hacían a los pobres romeros, a los que socorrían
con limosna de pan, y por la acogida que dispensaban al cortejo ciudadano.
Tampoco se negaba la necesidad del gasto en las 6 hachas acostumbradas para
alumbrar en la procesión que se quedaban en el
convento, ni en los caballos para la comitiva (corregidor, diputados, beneficiados y sacristán), y la
comida para los 3 días. La
diferencia estaba en la presencia o no de maceras, que
desde hacía algunos años se había acordado y que representaba más dinero.
Las Carnestolendas.
La naturaleza popular y no oficial de esta celebración,
como es sabido de raíz
religiosa cristiana, dificulta hallar datos sobre la misma. Por contra, al
tratarse de un festejo generalizado en otras latitudes, es factible establecer
comparaciones y completar detalles de algunos ingredientes
que conozcamos del mismo en la capital tinerfeña. Como es sabido, la fecha de los carnavales es variable, dependiendo del inicio
de
Como cabía esperar, apenas el dato aislado con el
que contamos procede de una prohibición ocasional. En 1569, el luto por dos
regios fallecimientos (los de la reina
Isabel y del príncipe d. Carlos) del año precedente, mueve al Ayuntamiento a tomar una decisión sin duda ingrata para la gente, como fue la práctica interdicción
de las manifestaciones callejeras
propias de esas fechas. La sucinta orden nos revela alguna de éstas, pues se pregonó que nadie se podía recrear a
cavallo, ni tanpoco tiren naranjazos a pie, ni tiren afrechos
ni hagan otras muestras de rregocijo. Este género de alharacas se corresponden con las descritas en España, donde las mujeres
consideradas de baja condición se untaban el
rostro con polvos y arrojaban a los hombres cascaras de naranjas rellenas de mosto, grasa, salvado y
otras sustancias pringosas, en un
contexto en el que las bromas pesadas constituían la norma.
Dentro del calendario litúrgico, uno de los períodos
más solemnes es el de la semana de Pasión.
En una época en la que la religiosidad impregnaba el tejido social y tan dada fue la población en ocasiones a
los excesos, esta rememoración alcanzó enorme arraigo ciudadano. Recordemos que hasta
El domingo de Pasión o de Ramos salía la procesión
del Cristo de Burgos, una de las últimas en constituirse dentro de nuestro período
de estudio, pues la imagen data de 1680. Transcurría en la tarde de esa dominica desde la iglesia del convento agustino, donde radicaba la talla,
y a través de la calle de Merino llegaba hasta la de
El lunes siguiente, por la mañana, salía del
convento dominico la procesión de
El martes por la tarde salía desde la iglesia de
El miércoles santo por la tarde se desarrollaba la
procesión de Jesús nazareno desde el
monasterio agustino. El momento más emotivo tenía como escenario la plaza del
Adelantado con el paso de
La manifestación popular más importante tenía
lugar el jueves. Se trata de la famosa procesión
del Cristo de
El viernes santo por la mañana partía del convento
franciscano la imagen del Cristo, y por la
tarde lo hacía del convento agustino la procesión de
El domingo de Resurrección se celebraba una procesión
con el Santísimo Sacramento,
organizada alternativamente por las dos parroquias, pero al hacerse muy de mañana, hasta finales del s. xvi no acudía tanta gente como cabía esperar. En 1602 ordena
el obispo en su visita que las calles
por las que discurriese debían estar barridas, regadas y aderezadas con ramos y con olor de incienso. El
panorama cambió en las décadas siguientes, por
lo que se deduce de la descripción de Núñez de
Como antes se señalaba, la procesión más
importante durante la mayor parte de nuestro período de estudio —y la más
antigua de
Hubo alguna pequeña modificación en el desarrollo
de la solemne procesión. Salía del convento con cruz alta
hasta que se introdujo la asistencia del
beneficiado de la Concepción dándole un pequeño premio, y desde ese momento
fue necesario que llegase la cruz parroquial
para que la procesión empezase. Al principio doce acaudalados
vecinos, vestidos con túnicas blancas, portaban en sus manos instrumentos
de la Pasión, turnándose anualmente. Después se repartió entre
algunas de esas familias dichas insignias, que cada una debería mandar
componer y daría vestida para la procesión, costumbre que
continuaron sus sucesores con alguna excepción. La procesión iba
acompañada también por más de 200 vecinos con hachas y cirios que
llevaban de sus casas, hasta que la cofradía pudo afrontar ese gasto.
Enero
de 2012.
*
Guayre Adarguma Anez Ram n Yghasen.
---» Continuará...