FEMÉRIDES DE LA NACIÓN CANARIA

 

UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS

PERÍODO COLONIAL, DÉCADA 1600-1601

CAPÍTULO XXI (II) – (y V)

   

Guayre Adarguma  *  

 

 

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1607 septiembre 12. E]n la noble çiuda[d] de San Cristóbal desta isla de Tenerife en [d]o[z]e días [d]el mes de septiembre año \de nuestro Salvador/ de mill seis y cientos y siete, en el conuento d[e]l seráphico padre [San] Francisco de la dicha çiudad, estando los religiosos dél juntos en cap[í]tulo a son de campana tañida como tiene de costumbre, y las demás personas que aquí fueren nombradas es a saber: el padre frai Luis de Quiros, lector de sancta theulogia jubilado y maestro provincial de la provincia de Canaria, y el doctor Cristóual Uiera, y el doctor Francisco de Lu[ce]na, y el licenciado Gaspar Sánches de Montiel comisario del Santo Oficio, beneficiados de la iglesia de nuestra de Señora de los Remedios desta dicha ciudad, y el doctor Juan Fernández, y el licenciado Luis Navarro, y el licenciado Melchior López, benefiçiados de la iglesia parrochial de la Consepsión desta dicha çiudad, y ansimismo el licenciado Melchior  Hernandez, y el padre frai López Ortis,  el padre guardian de este dicho conuento, y el doctor Fagundo,  beneficiado ansímismo, y el padre frai Juan Muñecas,  y el padre frai Juan de Ladrón de Guevara, y el padre frai Francisco de los Angeles, y el padre frai Luis de San Bernadino, y el padre frai Juan Piñero, y el padre Josephe de la Cruz y el padre frai Diego de la Cruz, y el padre frai Francisco Gallardo, y el padre frai Francisco Borges, y el padre frai Gaspar Camacho, y el padre frai Diego de Benavente, y el padre frai Migu[e]l Zambrano, y el padre frai Francisco de Séspedes, y el padre frai Juan Gomez, y el padre frai Sebastián de los Santos, y  el padre frai Pedro Gonzalez, frailes profesos y religiosos de este dicho convento estando todos juntos según está dicho a campana tañida en capítulo y congregación según que lo an de uso y costumbre, consultaron  y trataron los dichos padres con los dichos beneficiados de las dichas parroquias.

Ante mi el presente scribano y testigos infraescriptos y dixer[o]n que, por cuanto en el dicho conuento esta una imagen del Sanctissimo Cruçifixo a la qual todas las islas y particular esta de Tenerife tiene grandissima devoçion, por haber reçibido  por su causa grandes mercedes y beneficios de Dios nuestro señor, cuya figura representa en tiempos que ha habido grandes necesidades de agua y remedio contra las langostas y otros //

 a[n]imales no[ci]bos a las miese[s] y en otras muchas ocasiones [c]om[o],es no[to]rio por lo cual por mostrarse gratos a tantos beneficios (roto), y para que vaya en augmento la devoçión que de esta sacratíssima ymagen todos tienen, se acostumbra celebrar  fiesta cada un año el día de la exaltaçión de la cruz que es catorce de septiembre y ha haçer procesión sacando la sacratíssisma imagen del Sancto Cruçifixo en con [o]tras imágines e insignias y cruz del convento y cera de la cofradía,  que en honor suyo está instituida en el dicho convento, la qual proçesión saliendo por la puerta de la iglesia da una vuelta hacia la ciudad por el  egido, sin entrar en la dicha çiudad, y considerándole dicho padre provincial y su convento que para el gran concurso que en el dicho día ay de gente, no se hacía la dicha proçesión con la decençia que conviene por ser el espacio poco y la gente mucha, y que  sin consentimiento de los señores benefiçiados no se podía entrar en la çiudad ni andar por sus calles. De común acuerdo y consentimiento del dicho padre provincial, y señores benefiçiados, padre guardián y frailes del convento hiçieron  la concordia siguiente: primeramente que el dicho día los dichos señores beneffiçiados digan la misa mayor en el dicho convento con los ministros que para ello señalaren, y vayan vestidos en la proçesión detrás de la imagen del Santísimo Cristo, la qual procesión del Sacratísimo Cristo, cruz del convento y las demás imagines y insignias de la cofradía se guiará por la calle de Juan de Mesa a dar a la calle Real, y por ella abajo hasta la calle del Pino, entrando por una puerta en la iglesia de Sancta Clara, y saliendo por la otra donde el señor benefiçiado que fuere vestido de dirá la oraçión, y de allí se vendrán al conuento. Y en la dicha procesión irán dos religiosos del conuento vestidos con capas haciendo officio de cantores, y dos thurificadores  y ceroferarios del dicho conuento y lo demás que conforme al ordenamiento fuere necesario para la dicha procesión. Y en esto vinieron los dichos señores benefiçiados por la mucha deuoçión que a la sanctíssima imagen tienen y a los religiosos de la Orden del  seráphico padre San Francisco de la qual por su devoçión desean ser hermanos, y porque son cofrades del Santísimo Cristo, y otros respectos del servicio de nuestro Señor, y augmento del culto divino y adoraçión de las sanctas ymágines por las quales nuestro señor obra tantas marauillas y milagros para confusión de los herejes de estos tiempos, y edificaçión de los fieles cathólicos.  Y el dicho padre provincial y guardián del dicho convento y sus frailes dixeron lo açeptan, y lo açeptaron dando por ello muchas gracias a los dichos señores //

[b]en[e]fiçiado[s], protestando como protestaban que por esto no pretenderian […] desde agora para siempre jamás derecho ni posesión alguna más de la que antes de esta concordia tenían, la qual y todo lo aquí dicho y declarado entranbas las partes  conuiene a saber: el dicho padre provincial, señores beneffiçiados, padre guardián y los demás provinciales prometen y se obligan de cumplir y guardar para siempre jamás, sin contravenir en todo ni en parte a lo aquí concertado en la mejor forma que pueden y hay lugar de derecho. Y si por alguna vía cualquiera de las partes no cumplieran lo que es de su parte, la otra quede d[e]sobligada de cumplir cosa alguna, y queden las cosas en la misma forma y manera que estaban antes desta concordia y escriptura sin ser vistos por acto alguno, ganar algún derecho o posesión  ni poderla alegar en fuero alguno ni en juiçio ninguna de las partes, etcétera.  Otrosí para que todo lo sobredicho sea de más fuerça y valor, y para mayor duraçión de tiempo, los dichos señores benefiçiados pidieron al sobredicho padre provincial los admitiese y nombrase por hermanos de la dicha Orden, para que fuesen participantes de los bienes espirituales que los tales por el tal nombramiento ganan y su paternidad. Attendiendo a la mucha devoçión que los sobredichos señores beneficiados tienen a la religión del seráfico padre San Francisco, y las buenas obras y limosnas que a los religiosos de ella hacen, dixo que los admitía y admitió a la hermandad y participaçión de la dicha su religión,  y hacía y hiço participantes de todos los sacrifiçios, oraçiones, ayunos, limosnas, disciplinas, peregrinaçiones, vigilias, predicaçiones, y de todas cualesquier buenas obras y bienes espirituales que, general y particularmente, son y fueren echas por los religiosos de ella, así frailes como monjas, y de los demás indultos y graçias que a los  tales los sumos pontífices conçeden. Y para mayor vínculo y firmeça de la dicha hermandad todos los susodichos quieren y prometen que: cuando alguno de los religiosos falleçiere, los dichos señores benefiçiados se hallarán a su entierro, y dirán una vigilia y misa ca[n]t[a]da por el religioso difunto si se enterrare a ora de misa; y si fuere a la tarde, que dirán su vigilia y otro día la misa, y lo mesmo prometen los padres arriba nombrados harán con los señores benefiçiados quando alguno falleçiere y le acompañarán desde su casa a la iglesia, sin por [esto] //llevar estipendio alguno [s]ino de [gr]açia y por la hermandad y buena co (roto), todo l[o] qual c[o]m[o] arriba queda dic[h]o cumplirán sin por esto pretend[er] derecho o posesión sino en la forma y manera que de suso queda [dicho]. Todo lo cual por lo que a su parte  toca aceptó la confradia del Sanctíssimo Cristo, y en su nombre como prioste mayor de ella el coronel Cristóbal de Trujillo, regidor desta isla, que a todo lo susodicho se halló presente y dixo que por lo que a él toca hará y cumplirá lo que fuere a su cargo para que la dicha fiesta se çelebre con mucho ornato y vaya en mucho acrecentamiento adelante juntamente con la dicha hermandad pues tanto importa al servicio de nuestro señor/ y edificaçión de los fieles y los dichos otorgantes a qui[e]n yo el presente/ scribano doy fe conozco lo firmaron de sus nombres testigos presentes a todo el capitán Juan de Messa y Juan Pérez, mercader, y Juan Gonsales  labrador, vecinos desta dicha ciudad.

Fray Luis de Quiros, maestro provincial (rubricado)

El doctor Viera  (rubricado)

El doctor Francisco Lucena (rubricado)

El licenciado Gaspar Montiel

El doctor Juan Fernández (rubricado)

El licenciado Melchior López  (rubricado)

El licenciado Luis Navarro (rubricado)

El licenciado Melchior  Hernandez (rubricado)

El doctor facundo (rubricado)

Frai López Ortis Navarro (rubricado)

Cristóbal Trugillo Lausba (rubricado)

Frai Juan Muñecas (rubricado)

Frai Juan de Ladrón de Guevara (rubricado)

Frai Francisco de los Ángeles (rubricado)

Frai Luis de San Bernadino (rubricado)

Frai Juan Piñero (rubricado)

Frai Josephe de la Cruz (rubricado)

Frai Diego de la Cruz (rubricado)

Frai Francisco Gallardo (rubricado)

Frai Francisco Borges (rubricado)

Frai Migu[e]l Zambrano (rubricado)

Frai Gaspar Camacho (rubricado)

Fray Diego Armas

Frai Pedro Gonçales (rubricado)

Frai Sebastián de los Sanctos (rubricado)

Frai Juan Gómez (rubricado)

Fray Francisco de San Miguel (rubricado)

 Ante mi, Lope de Messa, scribano público (rubricado)

(AHPT)

 1607 Septiembre 27. Se procede a la primera fundación  del pueblo de Agulo en la isla de La Gomera, el acto fue legalizado el día 27 de Septiembre de 1607, En Hipalam (San Sebastián) de la Gomera, ante el escribano público y de Cabildo, Don Fernando Vesado de Contreras, se reunieron, la Sra. Condesa y Señora de la Gomera y Hierro Dña. Ana de Monteverde, su hijo D. Gaspar de Castilla y Guzmán, el Señor de la Gomera D. Alonso Carrillo de Castilla, y Gaspar de Mesa vecino de Buenavista del Norte, Chinet (Tenerife), quien junto con otros 17 colonos recibieron un conjunto de 1.650 fanegas de tierras. Comenzaron la roturación de las tierras en las zonas de Sobreagulo y San Marcos, pero la dificultad de roturación de estas tierras, hizo que desistieran, en el año 1620, ya no quedaba nadie quien trabajara las tierras.

Sobre el origen del nombre de Agulo han circulado varias versiones. Unas meras especulaciones; otras, con un cierto rigor de aproximación a la realidad. Se nos informa que proviene de un vocablo guanche que significa "Agua que cae de lo alto en forma de cascada o catarata" Sabino Berthelot intenta explicar esta voz en relación con el topónimo bereber Angulu, nombre de un cabo y pueblo de Marruecos, otra teoría dice que hay un término mazigio que es a-wal-u y significa "lugar cortado". Hay un nombre propio de La Gomera con la raíz a-wal-u, Agualeche, que algunos lo traducen como "el que corta las palabras".

El 11 de Septiembre de 1620 se firma un nuevo concierto entre Dª Inés de la Peña y Gaspar de Mesa, y es ahora cuando realmente se va a producir el autentico poblamiento de Agulo. Gaspar de Mesa es nombrado capitán de Agulo.

En 1768 Agulo, contaba con 625 habitantes.

Lo que hoy abarca el término municipal, con forma de triangulo isósceles cuya base se asienta en el mar y su vértice en la cumbre, en el punto denominado Montaña de Igualero ( 1487 m ), estuvo bajo la jurisdicción de Hermigua hasta 1739, fecha en que se constituye Ayuntamiento y se crea la parroquia de San Marcos.

 

1607. Autos instruidos por el Cabildo de Egfuerew (La Laguna), por adulterio y muerte de Doña Francisca de la Mata, contra su marido, Francisco de Montesa, y embargo de bienes.

 

1607 Marzo 11.  Gaspar Gómez, colono portugués, natural de la villa de Pañete, vino a Winiwuada (Las Palmas) como maestro de la capilla de la Catedral. Entró en la cárcel de la Inquisición y salió un año más tarde después de terminado su proceso, para cumplir 40 años en las galeras, por haberse casado con dos mujeres, una en Winiwuada (Las Palmas) y otra en Portugal.

 

1607 Diciembre 12. Una Real Cédula del día 12 de diciembre autoriza al alcalde de Garachico a intervenir en juicios civiles por una cuantía de hasta 100 ducados. Este poder fue solicitado por la gran actividad comercial del puerto y la necesidad de intervenir en casos de problemas de negocios, según narra Carlos Acosta en su libro “Garachico: un puerto enfrentado a un volcán”, una de las principales fuentes de este reportaje.

 

1608. Se atribuyó proyecto de saqueo al turco, que indica el orden de las islas. Empezarían por Titoreygatra Lanzarote) y Erbania (Fuerteventura), siguiendo a chinet (Tenerife) "que es la más rica", para rematar en las Terceras. Alejados los puertos canarios entre sí, salieron de Sanlúcar cinco pataches simultáneamente, con avisos para Tmarán (Gran Canaria), chinet (Tenerife) y Benahuare (La Palma).  (L.Al. Toledo)

1608. Juan de Cervantes, médico, colono, Licenciado, vecino de Garachico, fue denunciado al “Santo Oficio” por dos mujeres que le denunciaron por ser moro y relajado. No consta que se le haya formado causa.

1608 septiembre 23. Entre los años 1599 y 1608 se construyo en el Puerto de la Orotava una ermita dedicada a la la advocación de San Juan Bautista, cuyos gastos fueron sufragados por el Almojarife de la Real Aduana D. Juan Texeira que por entonces era propietario del mencionado recinto religioso, el 23 de septiembre de 1608 D. Juan Texeira que habia edificado la ermita con el fin de que se estableciese en ella una vicaria de dos o tres sacerdotes, sugetos al guardián de La Orotava para que dijesen misa, confesasen y ayudasen  en lo espiritual a los vecinos, que siendo en numero de cuarenta y cinco, no habia clérigo que quisiese bajar a este puerto a darles misa por la distancia.

El Doctor D. Gaspar Rodríguez del Castillo previsor y vicario general por el Obispo Fray Francisco Sosa, concedió la licencia a los Franciscanos del convento de San Lorenzo de La Orotava el día 23 de Septiembre de 1.608 y aunque algunos de los mismos vecinos la contradijeron fuertemente, se sentencio el proceso el 6 de Abril de 1609 mandándose a debido efecto la fundación, en cuya consecuencia D. Francisco de Molina, sindico del convento de La Orotava, tomo el 11 de Mayo del mismo año posesión de la ermita que fue visitada inmediatamente por el provincial Fray Luis de Quirós, con comisión del vicario general del Obispado, en este convento conviven unos veinte religiosos.

La Iglesia presenta una planta bastante original ya que contiene nave y media, correspondiendo la media a la antigua ermita, por lo que es la parte más antigua del convento. Se divide interiormente en varias capillas con sus respectivos retablos y con una cubierta a base de artesonados de madera de par y nudillo para la nave principal, mientras que el resto de las capillas, al ser independientes, tiene cada una su correspondiente retablo y artesonado. La separación de las naves es a base de arquería de medio punto, salvo en la parte más antigua donde los arcos de medio punto están rebajados. 

Su fachada presenta dos portadas de medio punto con marcos de cantería y un pequeño campanario en cantería con arcos de medio punto para campanas. Se accede a él por una escalinata desde el coro alto, al pie de la nave principal. La portada más antigua es muy sencilla, de medio punto, mientras que la de la nave principal está rematada por frontón triangular partido, en cuyo vértice aparece una cruz. Sobre ambas portadas se abren un óculo y una ventana, respectivamente. En la fachada lateral se abren ventanas ojivales.

Juan Francisco de Franchi Alfaro y Lugo, fue primer patrono del Convento de San Francisco del Puerto de la Orotava en 1644, hijo de Antonio Franchi  y Fonte del Castillo y de Beatriz Alfaro Marmolejo y Lugo, casó con Agustina Interian de Ayala y Zuñiga, su padre Luis Interian Zurita del Castillo, desendiente de Agostino Interiano, banquero genoves afincado en Garachico despues de la conquista de la isla, su madre Mariana de Ayala Zuñiga y Guzmán, el fue Maestre de campo que junto con su esposa eran señores de la casa Interian y patronos del convento de San Diego del Monte en la ciudad de La Laguna. Juan Francisco es el quinto de nombre y cuarto poseedor de la casa Franchi, con sus mayorazgos y antiguos patronatos, regidor perpetuo de Tenerife en 1637 y alguacil mayor del Santo Oficio de la inquisición, consagró toda su vida al servicio de rey y de su patria, en cuya historia le ganaron sus hechos un honroso lugar. A imitación de su padre, hizo construir en el Puerto de la Orotava un reducto capaz para seis piezas de cañon, sirvio en la defensa de la isla contra los ingleses, contribuyó con 22.400 reales de plata, cantidad importante en aquella época, a la formación del tercio de Canarias que pasó a hacer la guerra en extremadura contra Portugal y colaboro con su peculio a la fabricación del castillo de San Felipe del Puerto de la Orotava, costeo de su propio caudal el diputado que envió Tenerife a la corte del rey, puso a su costa gran numero de familias canarias en la isla de La española, despachó aviso a la Habana de los propósitos de la armada holandesa en 1624, que pasando por Canarias se dirigia a la Gran Antilla y tomó a su cargo la dificil misión, que realizo cumplidamente de solicitar de la provincia el donativo que exigía las necesidades de la corona en 1635, sin que jamas obtuviese sueldo alguno, antes al contrario con no pequeños sacrificios. La Orotava le nombró su diputado en Madrid en 1647, ganando entonces para su pueblo el privilegio de Villa el 28 de noviembre de 1648, confirmando en cedula de 4 de diciembre de 1650. Testó en La Orotava el 27 de septiembre de 1647 e hizo agregación de sus bienes libres al mayorazgo antiguo de su familia.

En el siglo XVIII la fundación por parte de la familia Nieves-Ravelo, de la Capilla de Las Ánimas, que se encuentra en la nave más pequeña adosada al muro que da hacia la calle de Quintana. Al pie de este retablo se encuentra el sepulcro de dicha familia (1709)  

En 1732 D. Juan de Montemayor Almojarife de la Real Aduana del Puerto de la Orotava, les entrega a los franciscanos un cuadro místico, el cual pusieron adornando la baranda de su coro. Juan de Montemayor, hijo de Francisco Montemayor  natural de Sevilla y de Teresa Gamero Castro, natural de la villa de Mansalvas Toledo. Casó en el Puerto de la Orotava el 30 de junio de 1725 con Mariana de Vera Cisneros, hija del capitán Lorenzo de Vera y de Mariana Antonia Cisneros, residía en la Calle Santo Domingo junto al Convento dominico de San Telmo, falleció en 1743.

D. Tomas Linch se estableció en el Puerto de la Orotava a principios del siglo XVIII, estaba emparentado con los Cologan y los Blanco, logro amasar una inmensa fortuna en el comercio al por mayor, se inserto plenamente en la sociedad  Portuense y ofreció un legado importante al convento de San Francisco, fue enterrado en la capilla de los Irlandeses  en la Iglesia  de Nuestra Señora de la Peña de Francia en 1.777.

 El 1 de Abril de 1808 no habiendo local para los soldados de guarnición, fueron alojados en el convento de San Francisco.

 En Noviembre de 1.818 se rompió una de las campanas del convento de San Francisco.

Con fecha 28 de Abril de 1.827 y por Real Orden en el Boletín Oficial nº 148 de 31 de Octubre de 1.835, en atención a la solicitud hecha por este Ayuntamiento, le concedió el uso del convento de San Francisco, para Hospital de Caridad, si los frailes no lo necesitasen y estos reservaron para si el claustro ultimo del lado de abajo al naciente, para guardar algunos enseres o tener  alojamiento cuando decidiesen quedarse en el pueblo.

Para fondos de este convento los monjes recibieron  la cantidad de 24.000.- pesos que ofreció al legar el Doctor en Medicina D. Juan García, portugués natural de la isla de la Medeira, muy anciano y sin herederos.

El 28 de Enero de 1.830 el Alcalde Real D. Bernardo Benítez y Alzola, como autoridad prohibió  decir misa en la iglesia conventual de San Francisco, por haber caído algunas piedras de la capilla de ánimas, la cual amenaza ruina.

Su iglesia es de dos naves, y la menor de ellas amenazaba ruina, pero en 1831 a 1832 se edificó parte de la pared quitándole una gran vidriera de arco que daba a la calle de Quintana, y sustituyéndola por un marco de luz pequeño. Sus cortisímas rentas apenas llegaban a 1666 reales antiguos.

Este convento quedó sin frailes cuando regio la Constitución de 1820 a 1823, y pasó a servir de hospital de pobres con permiso del Rey, por Real Orden de 1827, en 1828 pasó como sala constitucional por disposición del Ayuntamiento, para cuyo último objeto se abrió puerta por la calle de la Oposición (hoy Agustín de Betancourt). También sirvió de cuartel desde noviembre de 1826 a 1828.

Los decretos Ley de 19 de febrero y 8 de marzo de 1836 la llamada Desamortización de Mendizábal, de Juan Álvarez de Mendizábal ministro de Hacienda, que pasó al Estado las propiedades improductivas y en poder de la iglesia y las órdenes religiosas y esto obliga al cierre del convento, permaneciendo al culto solamente la iglesia, que ya en 1830 y 1832 había sido objeto de alguna restauración

El Ayuntamiento del Puerto de la Orotava había solicitado desde principios de siglo el uso de los conventos para distintas funciones, como Hospital, escuelas, cuna de expósitos, cárcel, o salas consistoriales, durante las etapas liberales se dispuso de parte de las edificaciones conventuales, pero la propiedad definitiva para el Municipio no llego hasta  el año 1.866.             

Este convento de San Francisco desapareció pasto de las llamas en el año 1967 estaba como ciudadela desde hacia bastantes años, donde vivian innumerables familias. La iglesia  de San Francisco y ermita de San Juan permaneció cerrado al culto después del incendio hasta principios de los años ochenta.  A raíz del expediente de conservación iniciado por el Excmo. Ayuntamiento del Puerto de la Cruz en 1981, la actual iglesia de San Francisco es declarada monumento histórico artístico cinco años más tarde, siendo objeto de restauración por parte de la Consejería de Cultura del Gobierno de Canarias.

(Bernardo Cabo Ramón. Miembro de la Agrupación Ranillera)

1609. Expulsados los primeros moriscos de Valencia, conversos gaditanos se adelantaron a los reales deseos. Recordando el calvario que padecieron los judíos en 1492, contrataron barcos de franceses, para pasar a Berbería, habiendo salido del reino sin licencia ni aguardar orden de expulsión, mandó aviso a las Canarias, para que no fuesen admitidos, caso de aparecer. Próximas las islas a tierra de moros, la presencia de los huidos implicaba riesgo suplementario. (Luisa Álvarez de Toledo)

1609. Expulsados los primeros moriscos de Valencia, en 1609, conversos gaditanos se adelantaron a los reales deseos. Recordando el calvario que padecieron los judíos en 1492, contrataron barcos de franceses, para pasar a Berbería. Habiendo salido del reino sin licencia ni aguardar orden de expulsión, mandó aviso a las Canarias, para que no fuesen admitidos, caso de aparecer. Próximas las islas a tierra de moros, la presencia de los huidos implicaba riesgo suplementario

1609 enero 16. Ciertos vecinos de La Orotava (Tenerife) contratan al licenciado Felipe Díaz de Santiago, médico, durante un año, para que los asista en sus enfermedades y a las personas de sus familia y de su casa, y también a los enfermos del Hospital [de la Santísima Trinidad] y a las monjas del convento, por un monto de 690 reales.

Este contrato es un ejemplo, de los pocos que conocemos por el que un grupo de vecinos de un lugar se juntan para contratar a un médico, que cubra sus necesidades sanitarias y las de sus familiares, haciendo extensiva esta atención a algún hospital de pobres, como es el caso. Al aparecer firmando los vecinos que suscriben el contrato con las  cantidades comprometidas al margen, el documento tiene cierto interés, además de para la historia de la medicina, para el estudio de las élites locales y de la mentalidad de la época. Para los vecinos de La Orotava, conocemos otro contrato suscrito el año 1638 ante el mismo escribano, y que se recoge en el legajo 3.004 del mismo fondo que nos ocupa.

Transcripcion: 

 1609, enero. La Orotava.

 Transcripción: Leocadia Pérez González y Lorenzo Santana Rodríguez.

Las personas que aquí firmaremos nuestros nonbres, y por los que no supieremos escrevir a nuestro ruego vn testigo, desimos que nos obligamos a pagar al señor liçenciado Philipo Días [de] Santiago, médico, la cantidad que cada vno firmare, o a su ruego vn testigo, lo qual le damos y daremos y pagaremos porque asista en este lugar del Orotava y nos cure de las enfermedades que se nos ofresiere a nos los dichos y a todas las personas de nuestra familia y casas, tiempo de vn año, que enpesará a correr dende quando el dicho señor liçenciado açeptare este salario y se obligare a no haser ausençia deste dicho lugar theniendo enfermo que curar de los que le damos este salario o de nuestras casas y familias, el qual dicho salario le pagaremos por sus tersios del año la tersia parte de lo que cada vno firmare, con que ansimismo tenga obligaçión de acudir a curar los pobres del ospital deste lugar y al cunplim[iento] de todo lo que dicho es y firmaremos cada vno por lo que le toca obligamos nuestras personas y bienes avidos y por aver y hasemos obligasión en forma tan bastante quanto de derecho para en tal cazo se requiere.

 (Al margen:) U 3[3] (roto). Digo que pagaré tres ducados de salario sigun es dicho arriba. Hecho en 16 de enero 1609. Miguel de Cospedal (rubricado).

(Al margen:) U 33 (signo). Digo que daré tres ducados por que cure mi per[so]na e las demás de mi casa el dicho tiempo. Diego Benites de Lugo (rubricado). Digo que daré seys ducados por sus tersios. Luis de Sa Martín Cabrera (rubricado) .   

 (Al margen:) U 22. Digo que daré dos ducados por lo dicho (Cruz) Francisco de Jaen (rubricado).

 (Al margen:) U 33 (signo). Digo que pagaré de salario cada vn año a el señor licenciado tres ducados. Hecho oy dies y seys de henero de IUDCIX. (Cruz) Nicolás de Cala (rubricado).

 (Al margen:) U 24. Digo que pagaré en cad[a] un año de salario al señor licenciado veynte y cuatro reales Francisco Hernández (rubricado).

 (Al margen:) U 31 (roto, signo). Digo que pagaré de salario cada vn año al señor licenciado tres doblas. Hecho oy ueinte de he[n]ero] de 1609 años. (Cruz) (roto) Machado de Cala (rubricado).

 (Al margen:) U 24. Digo que pagaré de salario cada vn año conforme [a lo] arriba contenido en esta obligación veynte y quatro reales. Hecho a veynte y dos de henero de 1609 años. Baltasar Perdigón (rubricado).

 (Al margen:) U 22 (signo). Digo que pagaré de salario cada año a el señor licenciado d[os] ducados. Hecho oy veinte y dos de henero de 1609 años. (Cruz) Bartolomé Diaz Espe[r]ie[l].

 (Al margen:) 100. Digo que daré de salario a el señor licenciado si[e]n reales. Hecho a 22 de henero de 1609 años y que cure las monjas. Joseph de Llarena Cabrera  (rubricado).

 (Al margen:) U [8]0. (Al margen derecho:) Digo que daré en cada un año de salario ochenta reales. Alonso Fernandes de Lugo (rubricado).

 (Al margen:) U 66. Digo que daré cada año seis ducados. Francisco de Molina (rubricado).

 (Al margen:) U 42. Digo que por mi casa e por la casa de mi hermana doña Beatris daré cada año quatro doblas. Diego de Lleren[a] Maldonado (rubricado).

 (Al margen:) U 21 (signo). Por que cure mi casa daré dos doblas cada año Joan Benitez Çuaço (rubricado).

 (Al margen:) 60. Digo que daré [de] s[a]l[a]r[io] cada año por mi cassa sesenta reales por toda mi casa y familia y por mi persona. (Cruz) Matheo Uiña de Vergara (rubricado).

 (Al margen:) 33 (signo). Digo que daré tres ducados por mi persona y familia por la curasión della. Hernando Alvares (rubricado). // 690

 (Al margen:) U 33. Digo que pagaré por todos los de mi casa tres ducados por vn a[ñ]o / y se entiende tanto por mí. Luis de San Martín Llarena Calderón (rubricado).

 (Al margen:) 42. Daré a el señor licensiado cuatro doblas cada un año por curar a los de m[i] casa. Fecho en postrero de enero de seissientos i nueve años. Juan de Mesa

 (rubricado).

 (Al margen:) [1]00. Digo que daré de salario por curar un año a el dicho señor licenciado, a mí y a los de mi casa sient reales. Hecho en p[ostrero] de enero de IX años. Francisco Xuares de Lugo (rubricado).

 (Al margen:) 33. Digo que pagaré por todos los de mi casa tres ducados por un año  al señor liçenciado Felipe Dias. Juan Benites de las Cuebas del Oyo (rubricado).

 (Al margen:) 22. Digo yo, Gaspar Gonsales de Franques, que daré de salario dos ducados por mi persona y las de mi familia. Gaspar de Franques (rubricado).

 (Al margen:) 22. Yo, doña Madalena (ilegible), daré dos ducados cada año con las condiçiones [arri]ba dichas / y por no estar para firmar hoy ordené que Miguel de Cospedal lo firmase por mí. Miguel de Cospedal (rubricado).

 (Al margen:) U 44 (signo). Digo que por las casas de mi señora abuela doña Isabel de Cabrera y la de mi madre [Iseo Ta (roto ...)] vos pagaré cua[tr]o d[u]cados y lo firmé de mi nombre. Juan Andrés de Lugo (rubricado).

Este asiento no se consigna al margen, aunque sí aparece reflejado en la suma total al vuelto. Suma de la página anterior: 690 reales. (ES38200AHPTF1.2.1., signatura 2.983, fol. 112.)

1609 junio 3. El  Cabildo de la Isla de La Palma concedió autorización a Juan Vandewalle y Vellido para que construyera en unas huertas de su propiedad dos molinos harineros con la condición expresa de que había de costear la conducción del agua desde el último molino de El Río, desde el que se suministraba a la población de la capital insular, “para siempre jamás, sin que el Cabildo fuese obligado a pagar cosa alguna”. (Juan Carlos Díaz Lorenzo, 2010)

1610. Se solicita en la isla de La Gomera la constitución del Convento de San Pedro Apóstol en el Valle de Hermigua,  aunque hasta al año siguiente no tomarían varios religiosos de la secta católica de la Ermita del mismo nombre. Ya en el año 1648 fue elevado al rango de priorato y se abrió una escuela conventual.

1610. Alguaciles mayores en la colonia. Sus competencias eran bastante amplias y abarcan desde la ejecución de las sentencias y detención de los delincuentes hasta cuestiones de orden público como las rondas nocturnas y las cárceles. Lo característico de estos oficios es que a partir del siglo XVII llevan anexa una regiduría a pesar de la oposición de los cabildos y, al mismo tiempo, como consecuencia de los problemas financieros del reinado en la metrópoli de Felipe III se enajenaron de por vida a particulares. Así sucedió en 1610 con el alguacilazgo mayor de Benahuare (La Palma) en favor de Juan de Vega, criado del rey, con voz y voto en el Cabildo; en 1613 con el de Tenerife en favor del capitán Juan de Basterra, y por igual fecha ocurre lo mismo con el de Gran Canaria a favor de la familia Westerling.

 

Los Regidores. La designación real es la norma que acaba consolidándose en relación con el nombramiento de regidores a lo largo del periodo estudiado. Si algo caracteriza estos nombramientos es el hecho de que la Corona enajenó la propiedad de estos cargos de regidor, si bien se establecieron algunas condiciones en las transmisiones no sólo por las exigencias del servicio sino por la conveniencia fiscal pues, de no cumplirse, los oficios revierten de nuevo en el real patrimonio. Estas enajenaciones se hicieron por juro de heredad o perpetuas, de una sola renunciación y renunciables. En realidad, las tres eran perpetuas puesto que las dos últimas formas no indican término alguno, sino que únicamente previenen cuál es el medio adecuado para la transmisión del oficio. Esto da como resultado el que tales cargos siempre se titularan «regidores perpetuos», a pesar de que pertenecieran a la clase de los renunciables. A estos regidores hay que añadir otros cargos que llevaban anexo el tener voz y voto en los cabildos (alférez mayor, alguacil mayor, depositario general...), que también eran objeto de enajenación. Estas ventas de oficios permiten que el regimiento acabe cayendo en poder de los colonos terratenientes más destacados de la terratenencia colonial, por lo general avecindada en las ciudades capitalinas, hasta el punto que los cabildos terminan por constituirse en un fiel reflejo de la clase dominante colonial, representada fundamentalmente por los grandes propietarios surgidos a raíz de los repartimientos de la tierras usurpadas o de las posteriores adquisiciones de tierra realizadas con capitales provenientes del comercio.

 

Como cualquier otro bien, estos cargos fueron objeto de vinculación, transacción, enajenación o herencia. En aquellos oficios que no podían ser ejercidos por sus titulares por algún impedimento, podían nombrar un teniente siempre que la concesión real de la metrópoli contuviese la cláusula de facultad para nombrar teniente.

Precisar su número en cada isla no resulta fácil al fracasar todos los intentos por regularizarlo. (Vicente J. Suárez Grimón 1991)

 

1610. Contribuye a situar las Fortunadas, real aviso de 1610. Iniciada la expulsión de los moriscos en Valencia, ciertas familias gaditanas, presintiendo el futuro, fletaron barcos de franceses, marchando a Berbería. Temiendo Felipe III que al pasar quedasen en Canarias, remitió orden de urgencia, para que no fuesen recibidos, pues estando las islas tan cerca de tierra de moros, representarían peligro suplementario.

Impulsados por la fuerza moral, que les daban la apropiación de la corona portuguesa, por el rey de las Españas y el matrimonio de Miguel de Portugal, primogénito del Prior de Ocrato, con hija de Mauricio de Nasseau, sus aliados holandeses, franceses e ingleses, fundaron poblamientos en la "conquista" de Portugal, haciendo tan peligroso el Caribe, que ni aun a Canarias se navegaba en barco suelto. Estando nueve "mercantiles" en Sanlúcar, con las "islas" por destino, fueron obligados formar flota, "subordinados" al mayor, según costumbre. Suspendida la de Indias de 1607, los colonos canarios violaron todas las disposiciones, yendo cada cual a Indias, como le pareció. Consciente Felipe III de que legislar en el absurdo, da desobediencia civil por resultado, en 1612 adaptó la ley a lo posible. Los fuesen con la flota de Nueva España, se pondrían a "la colla" el 1º de mayo y los de Tierra Firme, "en las primeras aguas de agosto". De no avistar a los navíos, podrían hacerse a la mar, zarpando los unos entre el 20 y el 30 de julio y los otros del 20 al 30 de diciembre. El regreso lo harían por Sevilla, para registrar las mercancías en la Contratación. Al ser cada vez más raro el encuentro de los barcos, con las flotas, en 1626 se agregó barco de Canarias, a la de Nueva España[1].

1610. En el puerto de Tedote n Benahuare (Santa Cruz de La Palma), quizás sorprendido por un temporal, se hunde el navío Nuestra Señora de la Victoria, el cual regresaba de América con un rico cargamento.

1610. La zona de Famara y Soo (en la Isla Lanzarote) han estado siempre unidas. La primera nota localizada hasta la fecha que cita la zona de la Caleta, es el testamento de Luís de Samarines llamado “El Viejo”, este señor vivía en Soo en 1610 y allí redactó ese mismo año su testamento que en una de sus notas dice,


“He comprado el término que va desde la montaña de Soo a dar a la mar, todo hasta Las Caletas de Famara....”


La relación de la familia Samarines con esta zona continuó años después, pues en 1618 un sobrino de Luis de Samarines llamado Marcial de Samarines, hace escritura de venta en la Villa de Teguise a Gaspar de Umpierrez de,


“Del termino y tierras y casas y maretas que dicen Desso” (Francisco Delgado Hernández)

 

1610. Un huracán derribó el Garoé o Árbol Santo era la fuente de agua de la Isla Esero (El Hierro). El gigantesco árbol era un tilo, perteneciente a la familia de las lauráceas y tenía un carácter sagrado para los bimbaches de Esero (El Hierro) ya que el agua que manaba de sus hojas por la condensación -fenómeno conocido como lluvia horizontal- se recogía en una especie de estanque y era suficiente para abastecer a sus pobladores, pues no existía ningún otro depósito de agua potable en la isla. El Ingeniero cremonés Leonardo Torriani en su obra Descripción de Las Islas Canarias, nos ha trasmitido una descripción de éste Árbol Santo, así como de las costumbre de los antiguos bimbaches en los siguientes tçerminos:

“La isla más austral de estas Afortunadas, vecina con las Purpurarias, es El Hierro,  y también es, la más pequeña de todas; no tiene sino 30 minutos de longitud y 27 grados y cinco minutos de latitud. Su mayor día tiene 13 horas. De  modo que, por la poca diferencia entre la elevación del polo de esta isla a Lanzarote el día no llega a variar en estas islas sino en una media hora. Tiene un circuito de 92 millas , y es casi redonda, En dirección suroeste, el mar queda como muerto, sin viento, por espacio de 150 millas , de modo que 1os navíos que entran allí, en esta bonanza, casi no pueden salir.  Plinio la llama Ombrión. Es famosa por los árboles de que hasta ahora se saca el agua de beber: grandísima providencia de la naturaleza, que, allí donde no hubo agua para el sustento de las personas, los árboles la proveyesen. En los últimos doscientos años se han descubierto tres fuentes, Acof,  Apio y El Pozo. Además, la industria ha enseñado a los hombres cómo recoger las aguas llovedizas en unas cisternas de madera, qué las gentes de esta isla llaman tanques están hechos a modo de cajas grandes, cuadradas, y en ellas se conservan las aguas que una o dos veces al año caen con las 1luvias.

 

En una distancia de cuatro millas a partir de la costa, esta isla es áspera y montuosa; pero después, el resto de la tierra es casi llano, y se parece con el de La Gomera en la abundancia de los árboles. Produce mucha carne, queso, que llevan a vender a España, y bastante yerba pastel, que compran los ingleses para teñir. En estos últimos años, los isleños han plantado viñas, que ya rinden mucho provecho.

 

Antiguamente no había en esta isla sino cabras, cerdos y ovejas, que criaban sin darles de beber  por la falta de agua; como también lo usan hoy día, pues hay poco agua para toda la gente y para el ganado. Así se explica que las carnes sean más sabrosas que las demás que se crían con agua; e igual ocurre con las de las islas desiertas, Alegranza, Santa Clara y Graciosa.

 

Esta isla tuvo pocos habitantes, que vivían en casas construidas con piedra seca. La villa se decía Amoco y ahora los españoles la llaman Valverde; tiene 250 casas y está a 7 millas de distancia de la costa.

 

Los antiguos herreños fueron mucho más salvajes que los lanzaroteños, los de Fuerteventura, gomeros y palmeros. Además de la idolatría y de muchas más cosas, entre ellos no hacían más diferencia que la de rico a pobre; y el más rico de todos era el rey; el último que reinaba cuando Letancurt conquistó la isla, se llamaba Añofo.

 

Vivian con carne cocida, con leche, que decían achemen, con mantequilla, que llamaban mulan, y con raíces de helecho, .llamadas haran, que ponían a cocer, y hacían con ellas su pan, y también la pasta con que alimentaban a los niños, a la cual .llamaban guamames. Se vestían con pieles largas, dejando las piernas y los brazos desnudos y los cabellos, largos. Las mujeres llevaban la piel sostenida con una cintura y fofa; y cuando hacía un poco de frío, se cubrían con el tamarco. Dormían sobre paja de helechos, y se cubrían con pieles de cordero. Bailaban cantando, porque no tenían otro;  creo que de allí tiene su origen el famoso baile canario. Eran muy aficionados a los convites que ellos llaman guativao. Fueron más que los otros isleños melancólicos, pacíficos y cobardes

 

No llevaban otras armas, mas que una vara pintada de amarillo, para descanso de su cuerpo. Se casaban con cuantas mujeres querían y sólo" exceptuaban a 1a madre. Su cárcel estaba debajo de tierra y la llamaban benisahare. Sólo, al homicida le quitaban la vida; a los ladrones la primera vez  le quitaban un ojo, y la segunda el otro; para que, quedando ciego, no 'pudiese más robar.

 

Los hombres adoraban  a un ídolo macho, y las mujeres a una hembra. Al macho llamaban Eraoranhan; y a la hembra Moneiba; les hacían oraciones, sin sacrificio, y creían que vivían en los altísimos peñascos. Además de estas cosas, tenían en gran veneración el cerdo y el demonio a quien llamaban Aranfaibo se les aparecía en esta figura.

 

Cuando tardaban las lluvias, ayunaban tres días; seguidos y gritaban al cielo, llamando el agua, estando en un lugar reservado para ello, llamado Tacuitunta, que estaba cerca de una cueva llamada Abstenehita; y de esta cueva, a sus gritos, salía fuera el demonio en figura de cerdo,  y les daba la lluvia.

 

El doctor Troya  escribió que entre estos bárbaros, cien años antes de que los sometiese Letancurt, hubo un tal Jone, quien, al tiempo de su muerte, predijo que, después que él mismo se hubiese vuelto cenizas, vendría desde lejos por el mar, vestido de blanco, el verdadero Eraoranhan, a quien debían de creer y de obedecer y después de muerto, lo pusieron, según era su costumbre, en una cueva bien tapada, y al cabo de cien años lo hallaron hecho cenizas. De allí pocos meses aparecieron los cristianos, en sus naves con velas blancas; los cuales, por este signo, fueron creídos por estos bárbaros ser verdaderos Dioses, y no hombres mortales como ellos; por la cual cosa no hicieron ninguna resistencia, sino que los adoraron y les obedecieron, como Jone les había dicho.

 

Del Garoe

 

La excelencia de este árbol, que en lengua herreña se llama Garoe, es tan grande que, además de la merecida admiración que despierta en cualquiera que lea a Plinio, muchos creen que es milagro y divina providencia, más bien que efecto natural. Pero los investigadores de los ocultos secretos, que no lo han visto, dicen que está vaciado, ama nera de caña, y que nació casualmente encima de alguna fuente; de modo que el agua entra, debajo de la tierra, en el tronco y después sale por algún lado, de manera que parece que el árbol produce el agua por su propia naturaleza. Otros suponen que es tan seco y poroso, que tiene la fuerza, como el imán, de chupar el agua de la tierra y de volverla después por sus ramas y por las hojas.

 

Plinio escribe que en esta isla los árboles de que se saca el agua son parecidos con las férulas, algunos blancos y otros negros, y que de los blancos se saca el agua buena para beber, y de los negros, el agua amarga. Ambas cosas son falsas, porque este árbol Garoe, y otros de su misma naturaleza y de su propio efecto ni se parecen con las férulas, ni son negros ni blancos, ni se saca de ellos agua buena  o amarga. La verdad es que este árbol no es otra cosa que el incorruptible til, con que se adorna el agradable Partenio del divino Sannazaro. Este árbol busca los montes y es duro, nudoso y odorífero. Tiene hojas llenas de nervios y parecidas a las del lauro. El fruto es medio pera y medio bellota; las ramas, intrincadas; nunca pierde las hojas, y no alcanza grandes alturas.

 

En estas tres islas occidentales se hallan muchísimos tiles que dan buena agua; pero solo se tiene cuenta del que los herreños llamari Árbol Santo, por ser el mayor de todos, y también porque da mayor cantidad de agua. Este árbol es tan grueso que apenas lo pueden abrazar cuatro hombres.

 

Está .lleno de ramas muy intrincadas y espesas. Su tronco está completamente cubierto con una pequeña yerba que crece en todos los árboles que tienen mucha humedad. Está situado encima de un barranco, en la banda del norte. Está tan torcido en su parte baja que los hombres que van a verlo suben y pesean por encima de ella; y debajo tiene un gran foso en el que se recoge el agua que gotea de este árbol.

 

La maravilla del gotear agua no es otra cosa, sino que cuando reina el viento levante, allí en este valle se recogen muchas nieblas que después, con la fuerza del calor solar y del viénto, sube poco a poco, hasta que llegan al árbol; éste detiene, la niebla con sus numerosas ramas y hojas, que se empapan como si fuese guata y, no pudiéndola conser var en forma de vapores, la convierte en gotas que recaen espesísimas en el foso.

 

Todos los otros árboles de esta clase producen el mismo efecto cuando pasa la niebla encima de ellos, e igual lo hace la carrasca en todas estás islas donde haya niebla; pero ni los unos ni los otros producen tanta cantidad, por ser pequeños. En esta isla, el agua que así se produce se reparte con buena, cuenta entre 1os isleños; porque en toda la tierra, aunque haya las tres fuentes mencionadas, no hay agua bastante para sustento de la gente.

 

Ninguna cosa de este árbol parece tan digna de maravilla, como lo es su incorruptibilidad. En efecto, por la diferencia que su grosor tiene con los demás, así como su grandeza y sus efectos, se debe pensar que había nacido mucho antes de Plinio; y está cosa no se debe atribuir sino a la perfecta proporción de los cuatro elementos que lo componen. Merece sin duda considerarse como santo y maravilloso entre cuantos han sido celebrados por Pigafetta, por Münster y por otros naturalistas, pues con esta planta rara y perenne la divina providencia quiso asegurar la vida de aquellos hombres que desde el principio vinieron a vivir aquí. Gracias a ella se conserva hasta el presente su descendencia; y por lo mismo colegimos de su inmutable naturaleza que deberá conservarse por toda la duración de los siglos futuros.” (Leonardo Torriani: 210-17)

 

1610. Don Cristóbal Salazar de Frías   aunque oriundo de Burgos, había nacido en Portugal por hallarse allí residiendo su padre, don Ventura de Salazar y Frías, agente activísimo en favor de los derechos de Felipe II al trono portugués.

 

Don Cristóbal había servido en Flandes, avecindándose en la isla de Tenerife, donde fue regidor en 1610.

 

Hallábase casualmente en España a tiempo que don Francisco de Andía fue nom­brado capitán general, y mereció que el Rey, en su carta de 5 de junio de 1625, re­comendase su persona a este magistrado "para que le hiciese todo buen pasaje y co­modidad, atendiendo a su calidad y a lo que él y sus pasados le habían servido..., y que se valiese de su persona para todo lo que se ofreciese". (A. Rumeu de Armas, t. 3, 1991:62. Nota a pie de página).

 

 

Agosto 2011

 

 

* Guayre Adarguma Anez Ram n Yghasen.

 

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Bibliografía

     

http://elguanche.net/dedomovil.gif (1387 bytes)  Capítulos publicados

 

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