FEMÉRIDES DE LA NACIÓN CANARIA
UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERÍODO COLONIAL, DÉCADA 1591-1600
CAPÍTULO XX (X)
Guayre Adarguma *
1599. Desatendido el mandato,
la corona perdió autoridad, dejándose el resto tras desembarco de holandeses
en Tamaránt (Gran Canaria), en 1599. Ocupada sin tropezar con resistencia, los
flamencos respetaron al pueblo llano, liquidando jerarcas, eclesiásticos y
civiles, con aprobación general. Al no tener intención de quedarse con la
isla, porque no les pareció rentable, la abandonaron por su pie. Para ocultar
que la afrenta fue posible por pura estupidez del poder, se acusó a los
naturales de haber vendido a los moros armas y pólvora, que nunca mandó el rey
español, sacándolas en cajas de azúcar y confitura. Al respetar al pueblo llano, en sus personas y pertenencias.
En buenas relaciones con la población, hubiesen podido permanecer
indefinidamente en la isla, pero la abandonaron por su pie, sin causa conocida
que les forzase.
1599.
Con motivo de la invasión de la
armada holandesa al mando de Peter van der Does, fue incendiado este Castillo de
La Luz en Las Palmas de Gran Canaria desapareciendo todo lo susceptible de
arder, como la vivienda del Castellano, las escaleras y la puerta principal
entre otras cosas.
1599.
Es incendiada por la tropas de Meter Van der Does la ermita de los pescadores
dedicada por la secta católica a San Telmo n Winiwuada n Tamaránt (La Palmas
de Gran Canaria). Actualmente la Ermita de San Telmo nos recuerda una característica
propia del barrio Triana hasta el
siglo XIX: Triana era un barrio marinero. Esta ermita fue construida en el siglo
XVI al norte de la ciudad por los mareantes, por la Confraternidad de Mareantes.
Se reconstruyó en la primera mitad del siglo XVII.
Se trata de una ermita con planta rectangular y con una sola nave. Su portada
presenta una solución clasicista con un referente goticista que apreciamos en
su arco ligeramente apuntado. Es un ejemplo de arquitectura mudéjar con portada
gótico-renacentista. En su interior es digno de mención, además del
artesonado mudéjar y el retablo, la Inmaculada procedente del Convento de las
Bernardas. El ilustrado español marqués de Lozoya atribuyó a Alonso Cano esta
imagen. Otras obras magníficas y de gran devoción son: el Señor de la Burrita
y el Niño del Remedio.
1599.
Gonzalo de Saavedra, colono esclavista autodenominado señor de la isla Erbania
(Fuerteventura), acuerda constituir Pósito, en las mismas ruinas de la
Parroquia de la secta católica en Betancuria, constituida en capital de la
isla, cuyo funcionamiento como reserva de trigo tendrá lugar en lo sucesivo y
en los próximos años, del recién llegado siglo XVII, en el que Roldán apunta
que se ahuyentó el hambre. Si bien en 1639 ya se tienen noticias de la
existencia de nuevas hambrunas, y es asaltada una carabela portuguesa surta en
Caleta de Fuste que pretendía llevar trigo a la Madera y no permitiéndose la
salida al recordar que en los años anteriores murieron de hambre muchas
personas. Pero es desde 1650 cuando Erbania (Fuerteventura) se va a ver envuelta
en una sucesiva serie de grandes hambres que culminarán en la de 1721 y
siguientes, probablemente la mayor calamidad de su historia colonial.
1599.
Los
nativos de estas islas fueron en ocasiones materia de cesión o venta, en
especial en la península ibérica. Los conquistadores llegaron a abonar parte
de las deudas contraídas durante la preparación y gastos de la conquista con
nativos, o más bien, como los que se habían rebelado o presentado batalla, que
en Tenerife fueron mayoría, aunque bien es cierto que el conquistador Lugo,
traicionando la palabra dada, hizo esclavos también entre los hombres de paz.
Recuérdese que el conquistador Alonso de Lugo había pedido, para la conquista,
préstamos al duque de Medina Sidonia (Enrique de Guzmán), a los mercaderes
genoveses Viña y Palomar, al clérigo mallorquín Angelate, y al comerciante
Guillermo de Blanco (comerciante de esclavos), e incluso llegó a empeñar a sus
hijos Pedro y Fernando a Inés Peraza para "que le diese sobre ellos
batimentos para la dicha conquista". Finalizada la conquista, el duque de
Medina Sidonia reclamó la devolución del capital invertido y sus intereses,
abonando Lugo con "dineros, esclavos y ganados". A Angelate y a Blanco
les entregaría, según lo convenido, "de los esclavos e ganados que ay o
se ovieren de los de la dicha conquista a cumplimiento de setenta esclavos e mil
e quinientas cabezas de ganado"; a Mateo Viña, treinta y cinco esclavos; a
Palomar, ochenta esclavos (Romeu de Armas "Alonso de Lugo en la corte de
los Reyes Católicos"); a Suárez de quemada le entregó "catorce o
quince esclavos" por haber acudido a Castilla "a concertar la venida
de la gente del duque de Medina Sidonia"; al bachiller Soto, le agració
con "seys esclavos"; a Diego Maldonado, "otros seys
esclavos"; incluso un Mencey, que Viera y Clavijo opinaba era Bencomo, rey
de Taoro, fue regalado al embajador de Venecia por el rey Fernando de Aragón.
Por su parte la investigadora María Rosa Alonso postula que fue el de Daute.
Número
de esclavos en Tenerife durante el s. XVI y XVII:
Si
tomamos La Laguna como pieza de análisis de la mano de Marcos Martín y de
Manuela Marrero, vemos que todo parece indicar que éstos (los esclavos)
debieron de ser numerosos en esta época. La isla apuntaba cifras del 33,13% de
la población, que M. Marrero cree procedían, en especial, de una creciente
importación de extranjeros que fueron sustituyendo paulatinamente al esclavo
indígena; La Laguna superaba el porcentaje antes señalado, y, como ejemplo, véase
como en la parroquia La Concepción, entre 1548 y 1599, de las 222 partidas de
bautismo registradas, 137 correspondían a esclavos. La población de La Laguna
en 1514, según la más antigua relación o censo conocido, redactado en el mes
de octubre con el fin de limpiar La Laguna, de , cuyas aguas se abastecía la
villa, aunque incompleta, nos habla de 1580 habitantes y también de 3000, este
último número mucho más probable y donde parece se incluían los esclavos o
parte de ellos, dado que en este año se censan 1658 esclavos (o sea, más que
ciudadanos libres), lo cual sitúa a La Laguna entre las ciudades con más número
de esclavos en orden a la población residente. Procedencia de los esclavos y de
los comerciantes negreros: El 75% de los esclavos del s. XVI eran negros
africanos, siguiéndoles en número los llamados prietos con un 10%, moriscos el
12% y moros el 1%. Los suministradores más importantes eran portugueses, pues
al fin, eran ellos quienes controlaban las costas de África, abasteciendo de
esclavos desde sus factorías de Cabo Verde y Santo Tomé, lo cual hace que la
presencia portuguesa en La Laguna fuera relativamente importante. En la relación
para la limpieza de La Laguna de 1514, vemos varios portugueses: Juan Alvarez,
residente en la Villa de Arriba; a Ximón González y Gonzalo Estévanes con
residencia en la calle que va a Sta. María; a Fernando Martín como residente
en la calle Sancto Spiritus; a un sastre, portugués, de la calle Rafael Font; a
Alfonso Peres; a Francisquianes; a Juan Afonso, a Alonso Ramos; a Fernad Baes; y
a Alonso Yanes, como residente en la calle Santa María; todos, o casi todos,
mercaderes de esclavos. No obstante lo dicho, no debemos descartar ni olvidar la
conquista de esclavos por los propios hispanos en Berbería hasta 1572 en que se
prohibió por Real Cédula, "porque avemos sido ynformados que algunos
particolares desas yslas van a hazer entradas en Berbería por cobdicia de traer
algunos moros os mandamos que de aquí adelante ni dexeys ni consintays que
ninguna persona vezyna ni natural vaya a la dicha Verberia..."; a pesar de
ello, Felipe II volvió a conceder licencias a los vecinos de Gran Canaria para
hacer dos entradas al año, para, finalmente, no ponerles ninguna limitación.
Laguneros
propietarios de esclavos:
En
el s. XVI se comerciaba en los lugares de Castilla con esclavos, lo mismo que
con cualesquiera otras mercancías; los poseedores de esclavos laguneros eran
casi siempre personas de las consideradas de calidad o categoría, o por lo
menos adineradas. Analizando un grupo de 688 dueños de esclavos nos dan los
siguientes resultados:
Entre labradores hay 22 esclavos.
Entre industriales (vestido, calzado, madera, etc.) hay 103 esclavos.
Entre funcionarios de la administración americana hay 26 esclavos.
Entre titulados académicos hay 90 esclavos.
Entre soldados, hombres de armas hay 19 esclavos.
Entre profesionales liberales hay 70 esclavos.
Entre religiosos hay 33 esclavos.
Entre comerciantes al por mayor hay 93 esclavos.
Entre transportistas hay 6 esclavos.
Entre nobles hay 59 esclavos.
Partiendo
de asientos de diversa procedencia, se podría dar con precisión el nombre de
alguno de los propietarios de esclavos de esta época. Como síntesis valgan los
siguientes:
"María
de Soria, mulata, a quien su dueño, Pedro de Soria, regidor, había
dado..".
"Francisco
Alarcón, concede la libertad el 6-03-
"Juan,
esclavo de Andrés Fonte, regidor, contaba...".
"Hernando,
morisco, esclavo de Hernán González de Hinojosa...".
"Juan
Alonso, guanche, bautiza a un hijo suyo cuya madre es Juana de Peña, esclava de
Leonor de la Peña...".
"Simón
Alvares, portugués, hace bautizar a una esclava llamada Juana...".
"Cornieles
Van Enden, bautiza a tres criaturas hijas de María, su esclava".
"Pedro
Rico, morisco, bautiza a siete esclavos...".
"Malgarida,
criada que había sido se Simón Álvarez, hace bautizar a una esclava
suya...".
"Baltasar
Marrero y María Hernández, recibieron 106 ducados por liberar a su esclava
Isabel Hernández, negra, de 40 años de edad...".
"Juan,
esclavo de Francisco Pérez de Vitoria...".
"Gaspar,
esclavo de Martín Sánchez...".
"Juan,
hijo de Tomás Garvin y de Luisa su esclava...".
"Gonzalo
Ianes bautiza a su hijo Domingos, fruto de sus relaciones con Isabel, su
esclava...".
"Juan
Alvarez de Fonseca dueño de Ana..."... etc.
Esclavos
tinerfeños:
En
relación con los esclavos procedentes de la propia isla de Tenerife, se suponía
sólo serían esclavizados aquellos que se opusieron a la ocupación, o sea, los
"alçados" en armas, mas, sin embargo, según poder dado por Alonso de
Lugo a sus socios en presencia del escribano público y testigos, éstos podrían
"pedir et demander en juisio a fuera de él e recibir, e recobrar, en su
nombre e para ellos, cualesquier esclavos e ganados e otras cosas pertenecientes
a la dicha conquista, que sean, asy en poder de doña Veatriz de Bobadilla como
de otras cualesquiera personas, asy dados en guarda e en encomendados o
hurtados...".
En
cuanto a los esclavos llamados "de las paces", por concesión de la
Corona hecha efectiva en las capitulaciones, pertenecían a don Alonso de Lugo,
y entre ellos se encontraban todos los canarios de Anaga, Adexe, y Abona; pues
bien, el conquistador los repartió con sus socios poniéndoles la condición de
que no podían venderlos fuera de los reinos de Sus Altezas y que la transacción
se hiciera por escritura ante escribano público y con anotación de precio, lo
cual era debido a que era de temer que, en un futuro próximo (como así sucedió),
los Reyes declarasen libres a los mencionados esclavos y obligasen en
1599
Febrero 13 D.
Alonso Pacheco, visitador de Felipe II, se constituyó en el entonces llamado
Puerto y Caleta del Lugar de la Orotava, asistido del Gobernador de la isla
Hernando de Cañizares, de los Regidores Francisco Pérez de Victoria y Juan
Luzardo, y los Maestros de Albañilería Francisco de Acevedo, Rui Pérez y
Manuel Morín, ... y despues que se ovo y mirado junto al dho puerto i caletas y platicado
i tratado sobre ello, quedó de acuerdo i consierto i diferido que se hiciese un
cubelo en una montaña larga que está junto al dho Puerto y Caleta, la qual es
entre la caleta que dicen del "burgao" i la caleta del puerto, por ser
lugar que se toma una caleta é otra, é alli se acordó que se hiciese un
cubelo, de altor de sinquenta palmos de alto, i de hueco de treinta pies, i que
se hiciese de piedra i cal i argamasa, i con sus cuatro troneras de canteria, i
que el dho cubelo tuviese dos sobrados con sus vigas fuertes i rrecias i
ladri-llos por tabla con su Puerta fornida i con su baluarte alrededor que pueda
jugar de dentro dél una pieza, entre el cubelo i el dho valuarte, el qual
valuarte ha de tener sus saeteras de canteria i cal, i que el dho valuarte aia
de tener i tenga de altor tres pies i de anchor seis palmos...". (José
María Pinto de la Rosa, 1996)
En
la anterior acta de la que dio fe el Escribano de visita Francisco de Rojas, se
hizo constar la conveniencia de dotar al puerto indicado de 6 sacres de bronce y
6 de hierro con sus correspondientes cámaras y la pólvora necesaria,
calculando los peritos albañiles que el costo total del baluarte ascendería a
unas 1.500 doblas.
Se
halla situado en la desembocadura del barranco de Taoro, a unos 900 mts del
pueblo. Lutzardo de Franchy, Regidor del Cabildo, llevó a efecto la fundación
del Puerto de la Orotava el 6 Enero de 1604 y sobre la plataforma por él
ejecutada se edificó el Castillo, que tiene de notable sus sótanos y
calabozos. Está inscripto en el Registro de la Villa de la Orotava el 1 de
Junio de 1900 al folio 65 del tomo 28 del Puerto de la Cruz, finca n° 1196,
inscripción la, con una superficie de
El
Pendón qe antiguamente en las funciones de la Santa Cruz presidía el Consejo
Municipal era conducido por el Teniente de Alcalde Castellano del Fuerte de San
Felipe, escoltándolo un piquete de Milicianos desde la Plazuela del Consejo a
la Parroquia; este se quemó juntamente con los documentos del Ayuntamiento en
el incendio de la Casa-Colegio de Jesuitas de la Orotava, a donde se había
llevado al ser suprimidas las guarniciones de estos Castillos.
El
Capitán Juan de Ribera comisionó en 7 de Febrero de
1599
Febrero 19. Durante las enconadas
luchas por la independencia de los Países Bajos, y siendo Gobernador de
aquellos territorios el Archiduque Alberto y su esposa Isabel Clara Eugenia,
expidieron el 9 de Febrero de 1599 un edicto cerrando los puertos de los Países
Bajos católicos, a los navíos de las provincias protestantes, y por haberse
adherido a él el Monarca español, quedó la península Ibérica cerrada al tráfico
holandés, intentaron éstos sortear la prohibición enviando las mercancías a
España y su imperio, valiéndose de buques de Francia, Escocia, y Dinamarca,
pero para conjurar el paro marítimo decidieron Mauricio de Orange y
Johan van Oldenbamevelt, sagaz político a quien había encargado la dirección
del Estado, organizar una importante escuadra para atacar los dominios españoles,
eligiendo para la dirección de ella al famoso marino y general de artillería
Pieter van der Does; el navío almirante por él escogido llamábase Orangieboom
(El Naranjero); también iba el De gulden Leeu (León de Oro) destacando entre
todos por su extraordinario porte el Grootschip van Amsterdam. En general todos
los navíos eran muy fuertes, construidos con arreglo a la técnica naval más
adelantada y poderosamente artillados.
En
las instrucciones se le daba como primer objetivo Coruña, y sucesivamente río
de Lisboa, Sanlúcar y Cádiz para cautivar o destruir el mayor número posible
de buques del enemigo y luego causarle todos los perjuicios posibles, apresando
sus navios mercantes, atacando sus puertos, ciudades é islas, imponiendoles
rescates ú hostilizandolos segun los casos. Asimismo se le encargaba el
cautivar el mayor número posible de prisioneros para canjearlos por los
capitanes y marinos de estas provincias, y le daban normas sobre la manera de
ocupar y fortificar los lugares adecuados para el anclaje y protección de los
navíos, procurando soliviantar sus poblaciones contra España y ganarlas con
todo género de mercedes y gracias. Por último se le reitera el encargo de
emprender contra todas las islas, territorios y poblaciones dependientes del Rey
de España... y contra todos sus bienes y barcos... cuantas acciones juzgara mas
provechosas... para el mayor honor y servicio de la nacion.
El
21 de Mayo de 1599, Van der Does fue a Bommel para despedirse de Mauricio de
Orange marchando seguidamente al puerto de Flesinga
donde se concentraba la escuadra los días 23 y 24 de Mayo reuniéndose
73 navíos con 8.000 soldados dis-puestos en diez compañías de Infantería
veterana y 4.000 tripulantes. Se organizaron tres escuadras que llevaban por
insignias banderas naranjas, blancas, azules, y Van der Does iba como Almirante
en la de la insignia naranja; la blanca tenía por Almirante A Jan Gerbrantz y
la azul a Cornelis Geleyntz. Al frente de las tropas de desembarco iba como
comandante Gerardt Storm van Weenen, siendo los capitanes de las compañías de
infantería veterana: Verloo Storm, Caluwart, var der Dussen, Neetkercke, Loe,
Reynier, Egmont, Maresteyn y Baynum. Se embarcó la impedimenta, y como lastre
se colocó gran cantidad de sillares y ladrillos para ser utilizados en la
fortificación de las plazas ocupadas.
Zarpó
la escuadra de Flesinga el 28 de Mayo de 1599 y después de una breve escala en
Plymouth llegó a La Coruña el 11 de Junio y al ver que la plaza estaba
preparada para recibirla continuó viaje y no pudiendo atacar Sanlúcar por
sorpresa, marchó al archipiélago canario cuyas costas divisaron el 25 de
Junio; contorneó la escuadra sin detenerse las islas de Lanzarote y
Fuerteventura, y al siguiente día por la mañana, todos los navíos empavesados
echaron anclas frente a la ciudad de Las Palmas que pudo contemplar la escuadra
más poderosa que jamás ha surcado por sus aguas.
No
estaban desprevenidas las islas, pues en Tenerife se recibió un aviso el l0 de
Mayo de 1599 anunciando que en Inglaterra se estaba preparando una poderosa
escuadra de más de 300 navíos para hostilizar la metrópoli española y sus
rutas oceánicas, siendo de temer que las Canarias fuesen, como casi siempre,
uno de los puntos de ataque escogidos. Por la misma época avisaron a Gran
Canaria el duque de Medina Sidonia que transmitía un parte del Gobernador de
Dunkerque donde decía que en las
yslas de Olanda y Zelanda se armaban ciento y tantos navios para venir contra
estas y especialmente contra la de Tenerife. Varios mercaderes de La Laguna,
Garachico y Las Palmas que tenían sus corresponsales en Francia y Flandes,
recibieron análogos avisos advirtiendoles
que pusiesen su hazienda en cobro.
No
creyeron las islas que una armada tan grande se reuniese para atacarlas, si bien
a pesar de todo en Junio de 1599 se celebraron diversas Juntas para tratar de la
defensa de Gran Canaria, acordándose la inspección de las tres fortalezas de
La Luz, Santa Ana y San Pedro, el cubelo de la falda de San Francisco, las
murallas y trincheras de Santa Catalina y del istmo de Guanarteme. La isla que
se consideraba en mayor peligro era la de Tenerife, no sólo por las
confidencias recibidas, sino por ser la isla más rica; los holandeses tenían
una confusa idea de las que componían el archipiélago y no establecían
diferencias entre Tenerife y Gran Canaria; los cronistas holandeses hablan de
Allagoena -que se pronuncia Alaguna- como la ciudad capital de Gran Canaria,
siendo pues esta ciudad la meta de la expedición, lo que explica los avisos
recibidos en la isla de Tenerife.
Después
de una preparación, Van der Does eligió para desembarcar el propio embarcadero
del puerto en el istmo de Guanarteme, donde se hallaban construidas las
trincheras que defendía el Capitán Juan Ruiz de Alarcón, entre las actuales
calles de Gran Canaria y Tenerife, pero fracasó en su intento; fue el segundo
por la caleta de Santa Catalina -la actual playa de las Alcarabaneras- previo un
bombardeo de la costa por los buques holandeses y también fracasó. Por tercera
vez intentaron desembarcar por un caletón al Norte de la playa de Santa
Catalina, entre la Base Naval y el muelle de Santa Catalina, y allí acudió
Alvarado siendo rechazados y entonces las lanchas derivaron remando de nuevo
hacia el desembarcadero del puerto, donde por cuarta vez fueron rechazados por
lo que Van der Does dio orden de retorno a los navíos para reagrupar sus
fuerzas, lo que visto por los canarios creyeron se retiraba el invasor.
Rehecha
la nueva formación de las lanchas eligió para el nuevo asalto el trozo de
costa situado en la mitad del gran arco que forma el puerto desde la punta de
Santa Catalina hasta la ermita de Nuestra Señora de la luz, paraje batido por
el mar y sembrado de escollos no considerado accesible a las embarcaciones por
lo que no se había intentado defender ni construir trincheras. Este quinto
intento tuvo éxito y aunque se realizaron prodigios de valor como el conocido
de Cipriano de Torres, capitán de la Vega y otros muchos, lograron apoderarse
del istmo de Guanarteme muriendo en la refriega el capitán de Arucas Clemente
Jordán, el Alférez Antonio Hernández Ramos, el Alguacil Juan Muñoz, el
criado del Obispo Pedro Montión, el cura de Teror Juan Ribero y otros muchos.
los heridos fueron en mayor número, siendo los más destacados el propio
Gobernador y Capitán general Alonso de Alvarado a quien un casco de metralla le
mató el caballo fracturándole de paso la pierna derecha por lo que cayó en
tierra sin sentido, aunque en otras relaciones consta que la herida de la pierna
fue producida por bala enemiga; el Sargento Mayor Antonio de Heredia que también
perdió su caba11o en la refriega, el Teniente Pamochamoso, el Capitán Andrés
de Betancor de una de las compañías de Telde que falleció pocas horas después,
el Capitán Juan Ruiz de Alarcón, el Capitán de Teror Baltasar de Arencibia,
el Alférez de Telde Juan Mayor y otros varios.
Entre
tanto el alcaide de la fortaleza de las Isletas Antonio Joven con los 58 hombres
que componían la guarnición, se rindieron pasando maniatados a los navíos y a
este traidor se achaca la pérdida de la ciudad, haciendo constar los
historiadores que no era canario sino genovés e hijo de Jaime Joven también
genovés, si bien más que traidor parece que fue cobarde.
No
pretendemos hacer un estudio de esta interesante operación, que además es
sobradamente conocida; como se sabe se apoderaron de la ciudad, saquearon la
misma, las autoridades marcharon a la Vega, se dio la batalla del Monte
lentiscal y por último el jueves 8 de Julio levó anclas la armada;
Alonso de Alvarado falleció el 20 de Agosto de 1599 y le sustituyó
Antonio Pamochamoso. (En: José María Pinto y de la Rosa. 1996)
1599
Marzo 3. La primera obra de defensa
que se hizo en la isla de la Palma, fue el Castillo ó Torre de San Miguel del
Puerto, situada a la entrada de la ciudad, en la plazuela del muelle, no se sabe
a punto fijo el día que se empezó a edificar, pero si consta que su obra se
hallaba comenzada en 1553 cuando la ciudad fue invadida y saqueada por 700
franceses al mando del pirata Sombrevil ó Jambe bois (Pie de palo), la que se
terminó en dicho año por orden del Lcdo. Juan López de Cepeda, Gobernador de
Tenerife y la Palma, siendo costeada por los vecinos de la Isla.
En
virtud de una R.C. dada por el Rey D. Felipe n en San Lorenzo del Escorial a 31
de Agosto de 1598, para que se tuviera a punto la artillería de los Castillos
de esta Provincia se hizo el 13 de Marzo de 1599 por el Lcdo. Juan Casal, Juez
de Indias y Teniente General de la Isla de la Palma por el Corregidor Capitán a
guerra de Tenerife y la Palma D. Pedro Lasso y de la Vega, un inventario de la
artillería, municiones, etc., que tenían los tres Castillos de la ciudad por
ante el Escribano D. Francisco de Valcárcel, del que resultó que este Castillo
de S. Miguel estaba dotado con lo siguiente:
1.
Una pieza cuarto de cañón de 16 quintales, la que tiraba con balas de 9
1ibras, dotada con 22 balas y encabalgada en su caja.
2.
Otra pieza nombrada San Juan, es media culebrina
de 27 quintales de peso, la que tira con bala de
3.
Otra pieza que es un sacre de 14 quintales y tira con bala de
4.
Tres picas y una campana.
En:
José María Pinto y de la Rosa. 1996)
Julio
de 2011.
*
Guayre
Adarguma Anez Ram n Yghasen.
--»
Continuará...