Las Islas Canarias y su gente
Guayre
Adarguma *
Santa
Cruz de Tenerife a 4 de Abril de I793.
Excmo
Señor.- Luís Marqueli.-
Excmo:St:D.
Antonio Gutierrez.
Excmo.
Sr.- Con fecha de 2I de Enero de I788, pasó mi antecesor el Ingeniero en
Segundo D. Fausto Cavallero, á esta Comandancia General un Discurso sobre la
defensa de estas Y slas que comprehende quanto se puede desir acerca de ella,
unido al estado de la Tropa, Artillería y Municiones necesarias en cada Ysla y
sus Fortificaciones, que detalla por menor y al qual me remitiera desde hoy, si
no considerase que atentas las numerosas poseciones de infinita mas importancia
que tiene la Corona en ambos mundos, se hace muy dificultoso, por no decir
imposible, llegue a verificarse jamás la Dotacion de esta Provincia en los términos
que dicho estado expresa, y supone indispensables a su defensa, y que esta en
las circunstancias presentes de rezelo de un próximo rompimiento o repentina
guerra, debemos en todo caso adaptarla a los recursos que actualmente existen en
nuestras manos y de que podemos disponer; procurando sacar de ellos el mayor
partido posible. Por tanto fundándola sobre la naturaleza de la situación y
terreno de estas Islas, genio y caracter de sus habitantes, su amor al Pays y al
Soberano, y demás medios adecuados que suministren las actuales armas,
fortificaciones y pertrechos, expondré a V:E. algunas reflexiones acerca de lo
que juzgo convenir y adaptarse en tiempo de guerra a todas ellas en general, y
las particulares de defensa que corresponden a cada Ysla, ó de que es
susceptible, segun su actual estado, individualizando algo mas las realengas,
asi por su mayor importancia y población, como por sus mayores recursos, para
poder resistir a invasion enemiga y dejar mas bien puesto el honor de las armas
de S.M.
Es
constante que ninguna de las siete Yslas que comprende esta Provincia (excepto
tal vez la de Canaria) produce todo lo de primera necesidad para su anual
subsistencia y qe necesitándose por lo mismo unas á otras. Siempre que durante
una guerra no tuviese el Comandante Gral. á sus órdenes una o dos Fragatas con
dos o tres Bergantines armados para el crucero de unas islas á otras y
resguardo de los Barcos Isleños del tráfico, interceptando este los Corsarios
enemigos, ellos por si solo podrian poner en el mayor apuro á qualquiera de
estas Yslas. Síguese de esto que siendo las de Fuerteventura y Lanzarote el
granero de los demás, convendrá ante todas cosas (dejándolas los precisos
granos para su anual siembra y consumo), almazenar en las demás,
particularmente en las realengas, los sobrantes, puesto que algunas de ellas,
como esta de Tenerife apenas produce lo suficiente para mantenerse la tercera
parte del año.
Es
igualmente constante que sin los referido Buques que tubiesen el mar de unas
Yslas á otras desembarazado por la misma situación local de ellas que distan
de esta principal de Tenerife desde cinco hasta cincuenta y cinco leguas, podria
verificarse el ataque y rendicion, vervigracia de las mismas yá mencionadas de
Lanzarote y Fuerteventura por mas distantes, sin que el Comdte. Gral., lejos de
poder socorrerles, tubiese de estos la menor noticia.- Insta, otrosi, la
providencia de dichos Buques armados en atención á nuestra pesca sobre la
costa de Africa, pues otro tanto que la inclinación de estos naturales los
obliga su propia pobreza á alimentarse de aquel pescado salado, el qual se ha
hecho para ellos años hace, alimento de primera necesidad.
Omito
referir las demás ventajas en general de esta estación y particulares aun a
los mismos buques, pues nadie ignora que gran parte de los que navegan á América,
procuran avistar estas Yslas.
Estando
esta Provincia dividida en siete partes distantes unas de otras, como se ha
dicho, infiérese que pudiendo ser insultadas algunas de ellas por Corsarios ó
atacadas formalmente por determinada expedición, sin que puedan recibir pronto
socorro, no solo deben estar provistas de lo necesario á su defensa en Armas,
municiones, víveres etc, si que también es forzoso sean mandadas por Oficiales
de conocida inteligencia, resolucion y conducta, muy practicos del Pays y
territorio de su mando si ser pudiese.
Dévese
encargar en todas ellas la mayor vigilancia en sus vigias y Atalayas, la con-
tinua correspondencia y puntuales avisos de todo, al Comdte. Gral., y que señalados
en todas ellas igualmente (segun su extension, calidad de costa y surgideros, y
naturaleza del terreno inmediato) uno ó mas puntos de reunión, se formen
Cuerpo Volantes prontos á transferirse al punto atacado, á los ventajosos para
cortar el camino al enemigo y á todos aquello, por último, que bien sostenidos
y defendidos con tenacidad, puedan estorbarle su internación en la isla.
Resulta de lo dicho que si no se puede impedir un desembarco de expedicion
formal que intente resueltamente la conquista de estas yslas, puede siempre
inutilizarse por medio de estas y otras operaciones de Campaña y guerrilla,
bien concertadas, mas adaptables aqui que las mas de las correspondientes á
Plazas Maritimas, que á la verdad no existen, pues ni aun como tal puede
reputarse esta de Santa Cruz de Tenerife.
Siendo
estos Ysleños amantisimos de su Patria y Soberano y de su naturaleza dóciles,
sóbrios y guerreros, muy ágiles y quebrados en trepar y correr por estos
montes, y transferirse con suma presteza, como todos aqui sabemos, de unos
puestos á otros, salvando las mayores alturas y atravesando los barrancos mas
profundos con ayuda de sus Lanzas ó Garrotes que manejan de todos modos con
singular destreza, al paso que revestidas dichas lanzas con hoces, ó como aqui
llaman rozaderas, son en sus manos armas mucho mas temibles que la bayoneta y el
sable, dévense aprovechar todas estas buenas qualidades y aplicarse á la
defensa, en cuyo supuesto todos los Ysleños que no tuviesen armas de fuego ó
no supiesen manejarlas bien, deberán estar armados de sus Lanzas con rozaderas
y será muy combeniente no solo agregar cierto número de ellos á los Cuerpos
Volantes y de retén que es preciso formar y tener prontos en cada Ysla, si
también que se podrá sacar de ellos el mejor partido (como yá en varias
ocasiones de ha verificado) poniendo partidas de los mismos en emboscada ó á
cubierto en las quebradas del terreno, otras de altura espaldona etc., en los
parajes amenazados de desembarco, el que inutilizarán seguramente, si se
arrojan á tiempo con sus dichas armas sobre el enemigo antes que acabe de
formarse, en la Playa y pueda adelantarse.
Deven
estos naturales y aun mas que ellos mismos, los Gefes que los mandan (háblase
aqui particularmente de las Yslas mas quebradas en que se incluyen las tres
Realengas) estar persuadidos que dirigiendo la gente inutil con sus mejores
efectos, ganado y víveres á parajes internos, escondidos y dificiles de
la Ysla, y disputando entonces con mas desembarazo y menos cuidado el terreno al
enemigo -al que será fácil si los persigue con viveza inducir y atraer en
gargantas, desfiladeros y emboscadas donde pocos pueden estar segura y
plenamente á muchos- podrán llegar á molestarle fatigarse y debilitarle en términos
que abandone -y tal vez con precipitación- del todo la empresa, no siendo
natural que quiera aventurarse con la dilación de la conquista á los muchos
accidentes que traen de suyo, y á que estan expuestas las empresas y
expediciones marítimas.
Lo
que se acaba de decir y que parece no poder extender a las islas de Lanzarote y
Fuerteventura por mas llanas y abiertas de boca. con todo servir de norma en su
tanto para hacer en su defensa quanto sea dable, pues dejando con esto en su
debido lugar el honor de las armas de la Nación y dando tiempo á que les
llegue, tal véz. algun socorro. si fuere por último forzoso someterse, será
mas fácil por lo antecedentemente dicho proponer y conseguir partidos
honrrosos. Lo que importa es que no haya brazos inutiles y que todos se empleen
á porfia con igual ardor y la mas sana y determinada voluntad en la defensa común
de la Patria, á que estan mas obligados estos isleños, por los fueros y
exempciones de que gozan con esta condicion.
En
la formación de los Cuerpos Volantes y de Retén, no deben comprenderse los
paisanos domiciliados en los pueblos de la costa, pues havrán de permanecer
armados en ellos y siempre dispuestos á defenderlos de qualquier Corsario, á
dar en lance forzoso la alarma y aviso a los inmediatos, para que acudan en su
socorro y ocupar de pronto los puestos que reforzados puedan estorbar al enemigo
la internación.
La
Población de estas Yslas, me es en el dia desconocida: en otros tiempos havia
la suficiente para su defensa, pero la autorizada por el Juzgado de Indias
continua transmigración de Pasageros de aIforja á la América. De que ya hacen
de algunos años a esta parte particular ramo de Comercio los Buques que de este
Puerto de Sta. Cruz se dirigen á ella. al paso que con harto dolor se hecha
sobrado de ver en el abandono de millares de familias, y por tanto en las
costumbres públicas y en el cultivo de los campos no puede menos de hacerse
también sentir en las actuales circunstancias en grave perjuicio de la causa
común y defensa de esta Provincia, que al fin quedará despoblada si no se
ataja, como siempre ha deseado, tan nocivo y enorme abuso.
Ignoro
igualmente si existen Cañones de Batallón y de Campaña de que fuera,
utilizimo y aun preciso proveer en cada Ysla los Cuerpos Volantes.
De
qualquier modo deberáse inquirir los que de pequeño calibre tengan en sus
Casas ó Almazenes los Comandante y dueños de Embarcaciones que habrán de
franquearlos para la defensa común.
También
ignoro si tenemos Hornillos para poder hacer uso de la vala roja fueran
utilisimos y podrian distribuirse á dicho efecto en los Castillos y Baterías
que mas bien defienden los buenos fondeaderos, y la apróximacion y entrada de
los Puertos principales de estas Y slas. Bolviendo ahora la atención a cada
isla, diré con relacion á lo hasta aqui expuesto, lo muy preciso de cada una
de ellas, pues debo suponer que los Jefes de Armas, sabrán tomar por sí muy de
antemano las medidas mas oportunas y las disposiciones mas convenientes y
eficaces en defensa de su honor y de su Ysla de su cargo.
Fuerteventura
La
Ysla de Fuerteventura (que es de Señorio) es la mas llana y extensa de todas,
pues tiene 36 Leguas de largo: fomentada, cultivada y poblada, pudiera ser una
Ysla rica y utilisima, pero su corta población unida á la natural desidia de
sus moradores, no la hacen en el dia interesante mas que por razón de su
fertilidad en granos, que van á sembrar y segar en gran parte, vecinos de las
demás islas; tiene con todo para su defensa, dos Torres y un Regimiento de
Milicias. Dichas Torres situadas, una en la parte del Norte y la otra al Sur de
la Ysla que cubren dos pequeños puertos ó casas, pueden proveidas de Artillería
gruesa, dar abrigo y defender á los barcos del tráfico perseguidos por
Corsarios pero no impedir desembarcos, especialmente en la extensa despoblada
costa del Sur por todas partes accesible, así que las Milicias unidas á los
demás habitantes en estado de tomar armas, deben poner en caso de un formal y
crecido desembarco, su mayor cuidado y esfuerzo en fatigar al enemigo y
disputarle y defender las avenidas á la villa de Betancuria en lo interior de
la Ysla, á donde con anticipación deberán acojer sus ganados y efectos: la
misma despoblación y miseria de esta Ysla, junto a su falta de agua, es gran
parte de su defensa para cansar con mas facilidad al enemigo y hacerla abandonar
quanto antes, mayormente, si no se halla en poseción de su inmediata la de
Lanzarote.
Lanzarote
La
Ysla de Lanzarote (también de Señorio) se halla en el dia bien cultivada y en
un estado floreciente y puede por tanto, por mas poblada y con mejores
Fortificaciones que la de Fuerteventura, hacer mas vigorosa y larga defensa. Los
puertos de Naos y del Arrecife defendidos por los fuertes de San Josef y s.
Gabriel, y montados con Artillería gruesa, pueden impedir ó retardar bastante
por aquella parte, qualquier desembarco. Y respecto á los que puedan intentarse
en la costa del Oueste y la del Sur, particularmente desde la Punta de Montaña
Roja hasta la del Sarcillo, no faltan (á mas de la Torre del Aguila) puestos
adecuados a donde reunida la gente de armas al primer aviso ó señal, pueda
disputarse al enemigo el terreno con ventaja y dificultarle su penetración á
la Villa. Distando de esta solo un quarto de legua al Castillo de Guanapai ó de
Sta. Bárbara situado sobre una eminencia ventajosa, deberá acogerse en él
caso de invasión, la gente inuti con sus mayores efectos y para su mayor
defensa y resguardo de los ganados, se deberá aprovechar y fortificar
provisionalmente y de pronto lo mas bien posible, una cavidad que se halla
delante de él llamada Caldera, la qual forma una retrincheramiento natural que
en la ocasión puede ser muy útil y ventajoso.
Hierro
La
Ysla del Hierro (de Señorio igualmente) por lo escarpado de su costa, falta de
Puertos y por su pobreza y corta entidad, no tiene fortificaciones ni las
necesita; así que bastaría armar sus Milicias para alejar qualquier somada
Corsaria que intentase insultar algun barco refugiado al abrigo de dicha Ysla.
Gomera
En
la isla de la Gomera (asimismo de Señorío) puede el enemigo desembarcar en
varias partes, particularmente en todos sus desagues ó barrancos al mar; pero
por lo quebrado de su terreno le es muy dificultoso penetrar en ella; por tanto
haciendo las vigías su deber será fácil á poca gente ó al Cuerpo Volante,
rechasar con tiempo al enemigo que hubiese saltado en tierra y acelerar su
embarque. El único puerto de algún provecho que hay en la Ysla y aun este de
poco fondo, es el de la Villa; defiendelo el Castillo Pral. y el de Buen Paso
que necesitan reparaciones y de artillería gruesa, particularmente el último
que por su situación mas avanzada al mar defiende bien su entrada, no pudiendo
fondear las embarcaciones sin aproximarse á dicho Fuerte, por cuya razón deberá
ponerse de pronto en el mejor estado de defensa posible y construir en la misma
Bahía una batería provisional que dificulte aun más, qualquier desembarco,
aprovechando en caso necesario del parapeto que en otros tiempos se levantó con
igual fin y objeto, si es que en el dia no se halla enteramente arruinado.
Palma
La
Ysla de la Palma, perteneciente a S.M. tiene las debidas fortificaciones de su
Puerto principal, donde está situada la ciudad de S. Miguel de la Palma,
capital de la Ysla, en muy mal estado; por tanto y mientras no llega el caso de
mandarse proyectar y executar algunos Fuertes de más consideración, conviene
en las actuales circunstancias repararlos al pronto del mejor modo posible, y
atender con especialidad al Castillo de San Miguel adecuadamente situado para
defender el Puerto y desembarcadero, y al importantísimo puesto que ocupa el
Castillo de Sta. Cruz del Cabo ó del Barrio, muy deteriorado en el dia y quasi
inservible; á dicho efecto se hace preciso construir en sus costados dos Baterías
provisionales para flanquear la una el Castillo Pral y linea de marina
intermedia, y para defensa la otra, de la porción de costa y playa inmediata de
su izquierda, la qual para quedar bien asegurada y de no poder entrar el enemigo
en la ciudad por aquella parte ó extremo de ella, conviene á más construir
otra Batería provisional enterrada en el paraje nombrado el Tejar ó las
Salinas.- Para encontrar la otra extremidad del Pueblo, se ha de formar
provisionalmente otra Batería sobre lo alto de la punta de Bajamar llamada de
los Guinchos, que cruzando sus fuegos con los de San Miguel, podrá estorvar un
desembarco en aquella Playa que defienden y habilitando al propio tiempo con una
trinchera (que ya hubo en otro tiempo} y algunas piezas de artillería la
Portada que llaman de la Caldera, situada bajo el mismo risco de la Concepcion,
la qual corta el camino que de la Plaia de Bajamar se dirije a la Ciudad, aun
quando se verificase en dicha Plaia un desembarco, seria imposible (bien
defendido dicho desfiladero y paso preciso} introducirse el enemigo por este
lado en la Ciudad, atento a lo elevado y escarpado de los riscos que le
circundan.- En los simples parapetos ó Baterías existentes al frente de la
Ciudad, y entre los mencionados Castillos de San Miguel y Sta. Cruz del Barrio,
que son las nombradas Sta. Maria de Saboya, S. Felipe y S. Pedro, convendrá
habilitándolas, colocar alguna artillería.- A la parte del Sur de la Ysla, y
en los desembocaderos de los barrancos de la Angustia y Tenisque, hay dos Baterías
de S. Miguel y de Juan Graje (esta última en el dia arruinada} las cuales
per-tenecen a particulares, y aunque hay fondeaderos limpios frente de ellas, y
en su inmediacion el Puerto que nombran de Naos de facíl desembarco, es
dificilisimo internarse desde ellos en la Y sla respecto a su fragosidad por
aquella parte: si con todo ya mayor abundamiento, se quisiesen en ella
corrientes dichas Baterías, se podrá prevenirá sus dueños las pongan en el
debido estado de servicio.- Para la demás defensa del todo de la Ysla, me
refiero a lo dicho en general de todas, pues su montuosidad y aspereza la hace
impenetrable si se disputase el terreno con tezón al enemigo.
Canaria
La
Ysla de Canaria (Realenga) es muy fértil y pingüe y no necesita quiasi de las
demás para su manutención, antes bien, abastece en parte de legumbres y ganado
a esta de Tenerife. Su principal defensa, en caso de invasión, debe fundarse en
la fragosidad de su interior y en sostener con rigor los puestos ventajosos de
gargantas, desfiladeros y alturas que pueden y deben ocupar sus milicias y
naturales, obligando al enemigo, si desembarcase, á una guerra de montaña é
impedirle la conquista de la Ysla.- Los Fuertes y Baterías que desde el Puerto
de la Luz hasta la plaia de S. Christoval defienden la costa del Este y la
capital de la isla, aunque débiles varios de ellos y en mal estado, pueden con
todo, reparados de pronto y provistos de competente artillería, no solo
asegurar dicha Capital de un golpe de mano, sino también resistir á un crecido
desembarco lo menos lo muy suficiente para dar lugar á sus vecinos de poner en
salvo sus mejores efectos y á las Milicias y demas Ysleños armados, el de
acudir á rechazar al enemigo y disputarle la internación en la Ysla. Para
resguardo pues de la ciudad ya fin de precaver un desembarco en aquella costa,
conviene construir una Batería provisional entre el reducto de Sta. Catalina y
el Torreón de Sta. Ana, por haver en el dilatado intermedio, playa indefensa y
apta á un desembarco. Conviene igualmente construir otra en el reducto
arruinado de S. Felipe, puesto importantisimo por dominar bien la plaia a
derecha e izquierda, y todo el camino ó lengua de arena que une la Ysleta al
cuerpo de la Ysla y á la ciudad á la qual no podrá dirigirse el enemigo sin
apoderarse primero de dicha batería. La nombrada de S. Fernando, perfectamente
situada, deberá repararse cerrandola por su espalda y mudándole la entrada que
en el dia tiene en su frente. El que presenta al mar la ciudad de Las Palmas, no
siendo cruzado por los fuegos de Sta. Ana y Sta. Ysabel, convendria promediarle
con algunas piezas de Artillería colocadas en los sitios de las Carnicerias y
Pilar de Triana donde existen vestigios de haver alli en otro tiempo havido
Batería, pues aunque se dice vulgarmente no ser parage limpio, es constante que
todo se desembarca en dicha Plaia, en la qual se construyen asimismo y botan al
agua varios barcos sin distincion de sitios.-
Pudiendo
el enemigo por el Puerto y Plaia del Comfital sorprender y atacar por la espalda
á las Baterías que defienden la opuesta de que se acaba de hablar, y no
llenando por su situación y altura de mas de 40 varas sobre el nivel del mar;
la Batería de Buenaire, el preciso objeto de alejar con sus fuegos a los Buques
contrarios que los evitan con la mayor facilidad poniendose bajo de ella, es
forzoso y urgente construir una batería provisional en dicho Puerto sobre la
punta llamada del arrecife ó del Cabrón, puesto adecuadisimo para cubrir de
frente la entrada de dicho Puerto y defenderlo todo él y con fuegos rasantes
sus orillas.- En la demás circunferencia de la Ysla se deben atender asimismo
con alguna artillería si fuese posible, la Plaia nombrada de La Laja, situada
caminando acia el Sur a la derecha de S. Christoval, y los Puertos de Melenara,
Maspalomas, Arguineguin y también para abrigo y defensa de barcos del tráfico
de dicha isla a esta de Tenerife, se deberan construir en paraje adecuado, dos
baterías enterradas y resguardadas de tiros del mar, una en el puerto del
Juncal y otra en el de Sardina.- Escusado es decir que la Torre de Gando debe en
tiempo de guerra estar reforzada de gente y provista de artillería gruesa, como
asimismo que el que mande las armas, sabrá conocer toda la importancia del
Monte llamado el risco de S. Francisco que domina la ciudad capital y alturas
inmediatas y que en el caso de un mal suceso ó forsoza retirada, sacará
particularmente dispuesto en dicho Monte nombrado Paso-angosto, todo el
excelente partido y proporcion que ofrece para su defensa é impedir que el
enemigo se introduzca por aquella parte en la Ysla.
Tenerife
Esta
de Tenerife (Realenga ygualmente} y la mas rica, comerciante y poblada de todas
las Canarias, por la naturaleza de sus costas y aspereza de sus montes, está
naturalmente defendida, pues aunque en su circunferencia haya varias caletas y
plaias donde en determinados tiempos pueda desembarcarse, no asi el penetrar en
la Ysla por lo quebrado y fragoso del Pays, y en aquellas donde todo esto sea
mas accesible, hay fortificaciones que aunque las mas, no de la mayor
resistencia, y no todas adequadas al terreno que ocupan, pueden con todo
resistir lo suficiente (menos la Plataforma de S. Pedro en la Plaia de
Candelaria} para dar lugar á los Cuerpos Volantes y a la gente de armas de las
cercanias de acudir á rechazar un desembarco, y si á pesar de la oposición se
verifica, ocupar los desfiladeros, pasos precisos y alturas que le atajen pasar
adelante.- El paraje mas adecuado de la Ysla para un formal desembarco é
internación en ella es este su puerto ó mas bien Plaia y Costa de Santa Cruz,
y siendo de la mayor importancia alejar quanto se pueda una Esquadra enemiga que
intentase batir á la vela ó al ancla esta población y fortificaciones, débese
tener presente que ha de dirigir para dicho efecto su rumbo á la punta de
Anaga, y atracarse lo mas posible a la costa, pues de lo contrario se
sotaventaria sobrado y le fuera dificultoso entrar y anclar convenientemente en
el Puerto, á no ser que viniere con viento Sur ó Sueste, que no suele
experimentarse aqui, si no es en el invierno y ser borrascoso, reinando quasi
siempre lo demas del año, vientos Estes y Nordestes; por tanto conviene colocar
una batería provisional con quatro cañones de á 24 ó de á 18, en el valle
de 1gueste, que dirija sus fuegos á flor de agua y construir una trinchera o
espaldón para resguardo de la gente, que de la inmediación acuda a la defensa
de aquel puesto en el que no es fácil desembarcar, aunque hay fondeadero y
abrigo para embarcaciones grandes, pero no desde el camino ó senda que conduzca
á lo interior de la Ysla, siendo aquella parte de terreno sumamente fragoso.-
Asimismo
y al propio intento, en el valle de S. Andres (á mas de la Torre que cubre
aquella plaia y ha de estas montada con artillería gruesa) se debe renovar la
trinchera que en otro tiempo se construyó, y hacerla capáz de 4 ó 6 cañones,
así para impedir un desembarco, que no suele alli ser tan fácil por la mar
gruesa que hay quasi siempre, como para mayor defensa de aquel puesto
importantisimo para alejar los Buques y hacerles perder su Barlovento tan
necesario para acercarse y batir los Fuertes de Paso-Alto y S. Miguel en que se
apoya y asegura la izquierda de nuestra linea.- A fin de incomodar y coger entre
dos fuegos á los Navios que intentasen batir al Castillo de Paso-Alto y para
defensa al propio tiempo de la plaia del Bufadero, será muy útil construir en
ella una batería provisional de tres cañones.- A los fuertes de Paso-Alto y S.
Miguel, síguese la Batería de Candelaria, muy deteriorada en el dia,
inservible y siendo su situación importante por la comodidad que presenta
aquella plaia y su configuracion á un desembarco, y no estar flanqueado S.
Miguel por aquel costado, si no es por un solo cañon de la Batería de S.
Antonio, se deve construir una provisional de 6 cañones que la defienda, cuya
especie se apuntó con otras conducentes a la defensa de esta linea en relacion
que pasé a V:E. de resultas del reconocimiento que se practicó de las
fortificaciones de esta marina y de los reparos que al pronto necesitan, por
cuya razón omito el repetirlas, como el que se debe (por lo expuesto y por ella
al Castillo de S. Juan) retirar quanto antes toda la Polbora del Almazen
inmediato a dho Castillo y repartirla en la forma que yá insinué á V:E. en mi
oficio de 15 del mas próximo pasado, á que se debe añadir seria también muy
conveniente aprovechar para la defensa del parapeto que desde la Batería de S.
Telmo sigue hasta la de S. Francisco, de dos leguas de tierra que se avanzan al
mar formando en ella redientes que le flanqueasen y tener corrientes en tiempo
de guerra las trincheras ó parapetos que se hallan al otro lado del Barranco
Hondo y dominan á Puerto Caballos.- Defendida esta Plaia y Puerto de Sta. Cruz,
se puede decir que está defendida toda la Ysla, á menos en quanto a apoderarse
é internarse en ella, pues aunque en su circunferencia se encuentran ( como ya
se dijo) varias caletas y surgideros, no es fácil en algunas el desembarco por
la mala mar y por la aspereza de las inmediaciones de todas ellas, penetrar en
el pais sabiendolo defender.
La
que despues de Sta. Cruz ofrece mas facilidad a un crecido desembarco, quando el
mar lo permita, es la Plaia y Puerto del Candelaria aunque por la Cuesta de las
Tablas, Mataasnos etc. y demás fragosidades del terreno, es muy fácil cortar
el paso al enemigo é imposibilitarle la internación, como puedieran con todo
con la sola defensa que en el dia tiene de la Plataforma de S. Pedro, saquear
los Corsarios el rico Santuario que alli existe ó adelantarse á executar lo
mismo en las pingues campiñas de Guimar y Arafo, conviene construir en él,
sobre la punta llamada de Santiago, una batería provisional conforme se ha
proyectado y cuyo fuegos cruzandose con los de la Plataforma, al paso que alejen
qualquier Buque enemigo, darán lugar á las Milicias y gente de los con-tornos
de acudir a la defensa de aquella Plaia e inmediaciones.- Siendo la parte del
Norte de esta Ysla bastante escarpada y de mar brava, y no habiendo en sus
costas otra población de entidad por su comercio y riquezas que la del Puerto
de la Orotava, aunque este solo lo sea de nombre y las embarcaciones mercantes
se ven precisadas por tanto (para no exponerse y perderse al menor tiempo) á
fondear á más de medio tiro de cañón de él en mar abierta, se halla
bastante defendido con las baterías que tiene y el Castillo aunque reducido, de
S. Felipe, defiende la Plaia del Puerto Viejo donde en tiempo bonancible pudiera
executarse un desembarco; dichas baterías y Castillo necesitan al pronto
algunos cortos reparos.- Para el abrigo y defensa de qualquier barco de la
tierra que perseguido de algun Corsario se refugiase en el Puerto de Garachico,
se halla en él el Castillo de S. Miguel y lo fragoso y quebrado de sus
contornos, quita hasta la idea de penetrar en el Pais. La población que alli
existe, siendo cabeza ó Capital de un Regimiento Provincial, está defendida
por el en qualquier alarma. Dicho castillo de S. Miguel necesita igualmente de
reparos.
Notas:
Iº.
En la enumeracion de las Fortificaciones de esta Ysla, no se ha hecho mencion ni
del Castillo de la Casa de Adeje, cuyo entretenimiento y defensa está a cargo
del Señor de ella, ni de la Batería de S. Joaquín de la Cuesta, por ser unos
puestos y defensas artificiales comprendidas entre las infinitas naturales que
presentan en todas partes la montuosidad, asperezas y quebradas de ella, asi que
bastará advertir que si por desgracia (despues de haber hecho por nuestra parte
la mas tenáz y esforzada defensa), llegase el enemigo á inutilizar nuestros
fuegos y a apoderarse de este Pueblo de Sta. Cruz, presisándonos á una formal
retirada y a defender el Pays a palmos, dicha Batería es una de las primeras
ventajosas situaciónes que se ofrecen donde hacer alto, y que dominando todas
las avenidas y caminos transitables para internarse por esta parte a la Ysla,
puede bien sostenida, alejar en la vivesa de sus fuegos y escarmentar al
enemigo, reduciendole á no apartarse de la Plaza ó población de Sta. Cruz
donde antes de abandonarla se debera haber tenido cuidado de cortar por varias
partes y desde su nacimiento si fuere dable, el agua que por Canales de Madera
viene á ella para su abasto, con cuya precaucion y providencia, y la de
inutilizar asi mismo los algibes, se hará aun mucho mas infructuosa al enemigo
su conquista, y cierta la imposibilidad de mantenerse en ella y conservarla.
2º.
Estoy persuadido que no careciendo de armas, municiones y víveres; tomadas con
tiempo todas las debidas precauciones y providencias y estando estos naturales y
sus milicias bien gobernados, con inteligencia y denuedo, y queriendo hacer su
deber; es imposible que el enemigo que llegue a poner el pié en estas Yslas,
pueda señorearse de ellas, por lo menos de la de Tenerife, Canaria, Palma y
Gomera, por su facilidad (ya citada y expuesta) que su montuosidad y aspereza
presentan á una sagáz y obstinada defensa, á la que será consiguiente la
gloria de cansar y aburrir al enemigo, hacerle perder mucha gente, y por tanto
desistir de la empresa, inutilizando su expedición. Santa Cruz de Tenerife a 4 de Abril de I.793
Exemo.
Señor: Luis Marqueli.
Al
pié.- Excmo. Sr. Don Antonio Gutierrez». (En: José María Pinto y de la Rosa.
1996)
El Ingeniero Militar Don Luis Marqueli
* Guayre
Adarguma Anez Ram n Yghasen.