Vuelvo
a recordar, con un artículo anteriormente publicado, la decisión del Tribunal
Constitucional de suspender la consulta.
¡Y
ahora qué!
Isidro
Santana León
Le recrimino al Gobierno de Canarias… ¿Ahora qué pasa,
Paulino? Después de estar peregrinando por todos los tribunales coloniales españoles
y europeos para no llegar a ningún sitio, el ministro Soria, por sus
cataplines, autoriza los sondeos a la transnacional REPSOL dejándole a usted y
su séquito sin autoridad ni honor. ¿Ahora va a por un recurso de alzada,
dice?... Ese calificativo se deja para un verdadero alzado, que a usted no le
pega, pues, no tiene estatura política ni pelotas para ello: un Alzado se alza
y usted está de rodillas. Siempre lo ha estado lambuceando las botas de los
tiranos y al último fue al Rey de su corrupta España.
¿Pero
es que aún no ha aprendido la lección de la arbitrariedad y el abuso de la
metrópoli…? ¿que Canarias está para saquearla por ser una posesión
colonial y porque no tenemos un gobierno que defienda sus intereses, sino una
banda de cobardes, desclasados, pusilánimes y mamones que se conforman con la
carroña del REF? Encima habla el ínclito Paulino de “exigir” a España
–esto es para mearse con los calzones puestos– cuando lo único que ha hecho
es farolear –con el permiso de la metrópoli–, para quedar como hombre
combativo de cara a la galería y tirar por un electorado sensibilizado con este
preocupante tema del petróleo.
Se
le acabó el hilo a la cometa, Paulino, ha prendido pólvora mojada –y mire
que le hemos indicado la ruta por activa y por pasiva para la solución de este
conflicto– que no ha hecho explosionar la bomba que usted creía, porque le
teme a las bregas duras y fuertes, siempre de rehuida o pretexto, esa es su
pobre historia. Además, esa lucha contra reloj, para quedar como héroe
canarista en esta legislatura y tirar de los votantes, se la ha ganado Soria,
porque es usted un cobarde que no se merece representar a un pueblo como el
nuestro. Yo sigo convencido de que, si hay permisos, los ha dado Marruecos
porque España no tiene legalidad jurídica para hacerlo en estas aguas o
probablemente han negociado grandes prebendas para el reino alauita en la UE,
que nunca no va a ceder su soberanía al reino católico.
De
todas formas, Canarias no está geográficamente en Europa, sino forzada con un
estatuto colonial impuesto, donde el pueblo canario no participó –como
siempre es, convidado de piedra– por lo que, echando manos de estas
ilegalidades y de la oposición de nuestro pueblo, el asunto debió y debe
dirigirse a las Naciones Unidas. Plantear nuestra africanidad, nuestro anacrónico
estatus colonial y los actos de pillaje –recursos que son del pueblo canario,
aunque no queramos echar manos de ellos– y entonces sí que pondría usted a
España contra las cuerdas, le bajaría los humos a su antagonista personal,
Soria, y nuestro pueblo decidiría lo que hacer en nuestra nación.
De
un periódico colonial de papel, del día 13 de agosto –de esos que te dan
asco leer, pero siempre están cerca del café– extraigo de la Española
Paquita Luengo –mujer de aparente bonhomía y fonética canaria forzada, la
pobre se ha hecho bifónica para conectar mejor con los canarios y a la que hay
que recordar que su partido, en su momento, igual que CC, estuvo a favor de
sacar piche–: “Las prospecciones son un ataque a Canarias y beneficia a una
empresa privada como es REPSOL” Estas declaraciones, más que una perogrullada
me parece de una ignominia o una indecencia deleznable que sale de la boca de
una política que, en vez de cobrar para que nos cuente la película, tendría
que buscar y tomar decisiones serias y no marear el gallo con el cuento de los
tribunales españoles, que sólo sirven para España… ¿O es que no lo ve en
Baleares? ¿Aún no se ha dado cuenta de que no somos españoles…, que somos
sus súbditos, sus moros, sus guanches? Lo cierto es que el Gobierno de Canarias
está sacando renta electoral de este tema, empantanándolo hasta que lleguen
las próximas elecciones. Nosotros, los independentistas canarios, ya no se lo
decimos a este gobierno de lacayos y bufones –por lo menos yo– cuál es el
camino verdadero. Creemos más eficaz dirigirnos al pueblo –sabemos que la
televisión pública canaria la han monopolizado para el mentidero–,
asesorarle y desmentir todo el enredo y la patraña que se han montado en torno
a las prospecciones petrolíferas; advertirle que la solución de Canarias pasa
inexorablemente por un contencioso internacional en las Naciones Unidas. Todo lo
que ha ocurrido, ocurre y ocurrirá en Canarias, devendrá de nuestra situación
colonial. No hay por qué temerle a la independencia, a la soberanía, a la
libertad, a la capacidad de decidir, hay que temerle al sistema de sometimiento
y esclavitud moral a que nos somete España y sus esbirros en Canarias. Pueblo,
estamos solos, no tenemos representantes dignos que nos defiendan, pero somos
muchos y podemos lograr salir de este cáncer llamado España S.A. ¿Si los demás
países son independientes, por qué nosotros no?
30-10-2014