porque encabeza la integración latinoamericana
James Petras: "Venezuela es un blanco de agresión no tanto por el petróleo, sino por el papel que encabeza para la integración latinoamericana"
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Mario
Hernandez
*
M.H.:
En comunicación con James Petras.
J.P.:
Buenas tardes Mario, es siempre un placer conversar por teléfono contigo.
M.H.:
Uno de los temas que quería que dialogáramos tiene que ver con la presencia
del Premier israelí Benjamin Netanyahu en el Congreso en Washington. Pero
antes, ha tenido lugar una grave denuncia del gobierno norteamericano contra el
hermano país de Venezuela y me gustaría conocer tu análisis al respecto.
J.P.: En primer lugar, esa declaración es una continuación de una escalada de
agresiones norteamericanas. Un inventario rápido podría comprobar lo que digo.
En abril del año 2002 Estados Unidos respaldó un golpe cívico-militar de los
grandes capitales norteamericanos y venezolanos junto con un sector del Ejército.
Ese golpe fue derrotado, pero Washington siguió, primero a partir de un lock
out de los gerentes de la compañía de petróleo tratando de paralizar el
gobierno y costándole miles de millones de dólares, pero que también fue
derrotado. Después del golpe y el boicot viene el referéndum en 2004, tras su
fracaso tratan de ganarle las elecciones a Chávez. Luego hay otras agresiones
que culminan en el 2014 con otro golpe después de la pérdida de las elecciones
en 2013.
Lo
que sucede es que cuando cada intento fracasa, los Estados Unidos pierden
operativos, por ejemplo, en el golpe anterior en 2002 perdieron un grupo de
operativos militares y hombres de negocios, después del lock out perdieron
15.000 afiliados o socios y, ahora mismo, en 2014 y 2015 Washington otra vez
pierde con golpistas encarcelados. Pero tiene que seguir adelante, entonces
tratan ahora de intervenir directamente, han utilizado operativos para movilizar
fuerzas internas, están preparando el clima para un ataque, y esto es una
especie de prueba para saber cómo las fuerzas dentro del chavismo van a
reaccionar, para saber a dónde están los lazos más débiles de la cadena y cómo
los países de América Latina van a reaccionar. Pero la táctica es crear tensión,
pánico, provocar mayores problemas económicos y una vez que las cosas
empeoren, llamar a los operativos internos a una marcha con luchadores
callejeros, terroristas y provocar una confrontación donde se produzcan muertes
y usar la difícil situación económica para completar una sumatoria de tensión
y en ese momento lanzar un golpe, con la idea que podría generar una brecha
entre la policía y el gobierno, entre las fuerzas armadas y el gobierno.
Entonces,
es un proceso continuo de agresión que va paso a paso hacia un golpe y una
invasión. El gobierno está consciente de eso e invitaron a las Fuerzas Armadas
rusas a hacer ejercicios comunes el próximo sábado, será un día de maniobras
de defensa en todas las provincias. Estamos en presencia de una gran confrontación
tanto económica como política, y en última instancia militar.
M.H.: ¿Estos hechos tienen alguna vinculación con la movilización que se
produjo en Argentina convocada el 18 de febrero por los fiscales en torno a la
muerte de Nisman y al impeachment con el que se amenaza a Dilma Rousseff?
J.P.: Sí, pero en Venezuela se está más cerca de una confrontación. En
Argentina el caso Nisman tuvo su brote de protesta, de acusaciones desde las
expresiones golpistas, pero en Venezuela las cosas están mucho mas avanzadas.
Yo lo compararía con el final del ´75 en Argentina después del Rodrigazo,
cuando las Fuerzas Armadas ya estaban preparadas y las condiciones subjetivas
estaban más preparadas.
En
Venezuela sucede algo paralelo a esto. Las condiciones en Argentina no están
dadas como para un golpe, no hay tanta infiltración en el Ejército, las
fuerzas que apoyan al gobierno son muy fuertes, los opositores no están a la
altura de generar un levantamiento violento. Creo que es muy grave la campaña
de desestabilización en Argentina pero no han tenido acceso a los centros de
poder, entonces se quedan como oposición que puede montar complicaciones, tener
una resonancia en la prensa externa, en la BBC, en FOX, en la CNN, pero las
cosas marchan por otro lado allá.
En
general podríamos decir que la conexión es que Estados Unidos busca destruir
las organizaciones regionales, la UNASUR, el ALBA, el MERCOSUR, quiere volver a
la OEA, donde la orientación está dirigida hacia la dominación
norteamericana. Ese es el motivo por el que Venezuela es un blanco de agresión,
no es tanto por el petróleo sino por el papel que encabeza para la integración
latinoamericana. Incluso, si leemos cuidadosamente la declaración de Obama,
cuando dice que hay una emergencia generalizada porque la seguridad nacional de
los Estados Unidos esta en peligro, cuando se refiere a la “política
externa” habla que todos los proyectos de Venezuela excluyen a los Estados
Unidos como representante influyente en las nuevas organizaciones. Hay que
entender el poder del sionismo en Estados Unidos que ha comprado a los
congresistas
M.H.: Volviendo al tema que nos había convocado inicialmente. ¿La alocución
de Netanyahu en el Congreso norteamericano responde a una instancia geopolítica
del dirigente israelí o más bien a la situación coyuntural planteada por las
elecciones del 17 de marzo en Israel?
J.P.: Hay muchas razones por las que Netanyahu viene a los EE. UU. Primero hay
que entender que está buscando sabotear las negociaciones de paz entre la
administración de Estados Unidos con Irán, esa es la principal, por otro lado
están buscando mayor apoyo para la colonización de Palestina.
Pero
ningún presidente de ningún país tan pequeño, con menos importancia económica
que la gran mayoría de países de América Latina, podría recibir la respuesta
que recibe. ¿Por qué tiene plataforma en el Congreso? ¿Por qué tiene el
apoyo del 100% de los congresistas republicanos y un 58% de los demócratas? ¿Por
qué aplauden como payasos cualquier declaración mediocre de este representante
de un país de tercer nivel? Yo creo que lo que hay que entender es el poder del
sionismo en Estados Unidos, que ha penetrado el Congreso, que ha comprado a los
congresistas. El 80% del dinero de la campaña electoral de Netanyahu viene del
dueño de casinos, el señor Sheldon Adelson, que ha donado cientos de millones
de dólares y tiene una lista de colaboradores en la que se encuentran la
totalidad de los congresistas norteamericanos y los multimillonarios sionistas
que son muy influyentes. También 52 organizaciones sionistas funcionan a diario
influyendo en todos los niveles del gobierno. Más allá de eso están los
funcionarios en el gabinete de Obama, el Secretario del Tesoro, la presidenta
del Banco Central, los representantes en comercio exterior.
Tenemos
que tener en cuenta que la influencia y presencia de Netanyahu no es porque sea
un gran estadista, la razón de la presencia de este mediocre es porque hay una
fuerza dentro de Estados Unidos que está exigiendo la preeminencia de Israel en
cualquier política orientada a Medio Oriente. La gran mayoría de los
intelectuales, incluso los marxistas, no hablan del poder de los sionistas en el
gobierno de Estados Unidos, son cobardes más que ignorantes. Porque incluso
dentro de los marxistas hay sionistas, que pueden criticar a Israel pero no al
poder de Israel detrás del gobierno norteamericano. Incluso, esos mal llamados
marxistas me critican como antisemita por documentar la influencia del dinero
que canalizan los medios de comunicación que solo presentan la cuenta a la
vista de Israel. Ese es el factor de mayor influencia de la política
norteamericana en Medio Oriente, pero los marxistas norteamericanos y europeos
no se atreven a discutir este tema, es tabú.
M.H.: Y no solamente en la política norteamericana, recuerdo alguna de tus
visitas a Argentina donde justamente querías abordar este tema y en más de un
lugar se te censuraba.
J.P.: Incluso un periodista que has entrevistado, Guillermo Almeyra, vinculado
con La Jornada de México. Una vez publiqué una columna allí y él firmó
junto a otros una carta que me tildaba de antisemita. Finalmente por ese artículo
me eliminaron de La Jornada.
M.H.: ¿Tenés conocimiento del acuerdo que se dio aquí en Argentina entre el
Frente de Izquierda y los Trabajadores y los llamados movimientos de la nueva
izquierda?
J.P.: Sí, he escuchado algo sobre eso como alternativa al kirchnerismo.
M.H.: ¿Te merece alguna opinión el tema?
J.P.: Es obvio que en el próximo período el kirchnerismo se va a fragmentar, y
la derecha está en ascenso, no solo Macri, Massa y otros más están preparando
el camino para derechizar la política argentina. No creo que vayan
completamente hacia el camino de Menem, pero apunta en esa dirección. Ante esto
la única fuerza que puede detenerlo es una izquierda consecuente que no puede
vacilar entre Monsanto y los jubilados, entre los trabajadores y los
capitalistas. Kirchner representa el equilibrar fuerzas, un tipo de política
centrista, pero ante el aumento de la fuerza de la derecha es más que necesario
un contrapeso que venga de una izquierda radical que movilice las miles de
personas necesarias en el período post electoral, para los grandes
enfrentamientos.
* Fuente: argenpress.info/2015/03/james-petras
(Especial
para ARGENPRESS.info)
Mario
Hernandez