Uno,
dos y tres
El veintidós de mayo de 2015 finalizó la que probablemente pasará a
la historia como la campaña electoral más marrullera de las contadísimas
elecciones que el colonialismo español ha convocado en esta colonia y sería
interminable la descripción de los palos que el mismo ha puesto en nuestra
lucha clara, firme y segura en la conscienciación de nuestro pueblo en su senda
libertaria, cuya experiencia anticolonialista está acorralando a la bestia, si
bien es sabido que, justamente cuando están mal heridas más peligrosas son las
mismas.
Con respecto a la convocatoria electoral que nos ocupa, uno de los
pocos eventos en los que participa el Movimiento por la Unidad del Pueblo
Canario que no viene determinado por nuestra propia agenda, tres son las tareas
con las que tenemos que ser especialmente cuidadosos.
En primer lugar que nuestras papeletas estén en todas las mesas
electorales de Canarias, pues el Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario se
presenta en todas las islas y sus papeletas por lo tanto deben estar a disposición
de los lectores en todas ellas. Como es sabido el Movimiento por la Unidad del
Pueblo Canario no entrega los sobres y votos personalmente ni los envía a
domicilio por una razón tan sencilla como fácil de entender y es que la
administración tiene la obligación de elaborar los sobres y papeletas y
exponerlos tanto en las mesas como en las cabinas para mantener el secreto de
los votantes que así lo deseen, cabinas que también son obligatorias y si
alguna persona detecta que no están disponibles las cabinas debe exigir a las
mesas electorales, como uno de los principales principios democráticos, que se
habiliten las mismas. Por lo tanto no es necesario elaborar por duplicado los
sobres y papeletas, que es un despilfarro de recursos humanos y de papel, que se
obtiene de los árboles, responsables del mantenimiento de nuestros ecosistemas,
lo que constituye un principio pedagógico básico. Si alguien detectara o
detectase que en las mesas y cabinas no estuvieran las papeletas
correspondientes al Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario puede y le
agradeceríamos que, como demócrata, se dirija a la mesa electoral para que se
expongan las mismas.
A continuación meter las papeletas correspondientes al parlamento de
Canarias en su sobre correspondiente, de color sepia e introducir el mayor número
posible en las urnas, hasta rebosarlas y más. Para los municipios el Movimiento
por la Unidad del Pueblo Canario solicita el voto para las Comunidades y
Asociaciones de Vecinos, con las que colabora estrechamente, no en vano se ha
dirigido al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para que las los dirigentes de
las Comunidades y Asociaciones de Vecinos sean considerados con el mismo rango
que los parlamentarios (europeos, estatales y canarios), consejales y
consejeros, dejando libertad de voto en los cabildos, a los que, sin embargo,
considera una institución a extinguir en la República Democrática Federal
Canaria, en la que cada isla tendrá su propio Gobierno para que ninguna
prevalezca sobre las demás, constituyendo en conjunto un Estado Archipelágico.
Por último, aunque no menos importante, contabilizar todos y cada uno
de nuestros votos, en lo que hay que estar absolutamente expectantes, pues los
partidos de la casta colonialista y metropolitana intentarán por todos los
medios no tenernos en cuenta, incluyendo las nuevas marcas del rancio y casposo
colonialismo, Podemos y Ciudadanos (C’s para los amigotes) (véase link
adjunto)[1], por lo que rogamos encarecidamente a los
componentes de las mesas electorales, especialmente Presidentes y Secretarios,
que sean democráticamente escrupulosos con todo el proceso, desde la apertura
de las mesas hasta el cierre de las mismas, a los que demandaremos las actas de
las mismas si lo considerásemos necesarios. Vigilaremos especialmente que la
administración no continúe con los pucherazos a los que pretende acostumbrar a
nuestra sociedad.
[1]
expansion.com/economia/politica/2015/05/22
Movimiento
por la Unidad del Pueblo Canario
Movimiento
UPC