Terrorismo Capitalista en Canarias
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Félix
Román N. Rodríguez
El drama de la crisis y el desempleo en Canarias, esconde una dura
realidad silenciada, el incremento de la explotación laboral, y el abuso, son
fenómenos que se están recrudeciendo actualmente en proporciones
desgraciadamente muy desagradables.
Es
un drama degradante, silencioso, silenciado, una explotación que convive con el
desempleo y la crisis. La explotación es una marginación hacia el ciudadano,
una lacra, una violación de los más elementales derechos de los seres humanos
a un puesto de trabajo digno y una vida mejor.
Lo
indignante es que en muchos puestos de trabajo la gente se está acostumbrando,
porque no ve otra salida para paliar su lamentable situación.
La
crisis económica que padecemos en Canarias, hace que prolifere esta casta de
sinvergüenzas que no tienen escrúpulos, que se aprovechan para oprimir,
explotar, y humillar a los demás. La situación de explotación laboral en que
vivimos es una parte del largo letargo de catálogo de irregularidades y estafas
que se presentan en muchos sectores de la sociedad.
La
crisis económica aflora a una era de trabajadores cada vez más indefensos,
utilizados como pañuelos clínex de usar y tirar. El drama de esta explotación
sucede en silencio, los trabajadores en su mayoría no denuncian por miedo a
perder ese tesoro cada día más valioso que es el empleo.
Son
tiempos difíciles en el que la mayor parte de los empresarios canarios,
terroristas-capitalistas sin escrúpulos, tienen el sartén por el mango.
Pero
lo grave aún es que tener un empleo, no significa que se tenga que salir de la
pobreza. La precariedad laboral, sumada al incremento del coste de la vida, y lo
peor rematada por los recortes sociales es una bomba que ha provocado que entre
la nueva masa de pobres haya cada día más trabajadores, pobres, y
desamparados.
La
espiral entre ricos y pobres crece, y la clase media va desapareciendo poco a
poco. Así se explica el aumento del número de mujeres y hombres que acuden a
los comedores populares a pesar de que muchos de ellos están
trabajando.
Los
servicios sociales, las entidades que atienden a los más necesitados son estadísticas
de personas cuyos ingresos están muy por debajo de la media, cobran menos de
750 euros.
Ésta
es la triste realidad que vivimos: explotación, humillación, mafia, extorsión.
Además de explotación…, esclavitud, no es justo que en pleno siglo XXI
tengamos que seguir aguantando y peor aún, reivindicando el derecho de todo
trabajador a una vida digna, un trabajo digno. Creíamos que esto lo habíamos
superado.
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Contertulio de la emisora La Voz de Rusia en Canarias