Tres
apellidos canarios. Socas, Déniz y Dorta
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Francisco García-Talavera Casañas *
Una
vez más, insistimos en la gran influencia portuguesa durante la colonización y
la formación de la nueva sociedad y cultura de Canarias, después de la
conquista del Archipiélago[1]. Su legado se aprecia claramente en la multitud de
portuguesismos (muchos de ellos se están perdiendo a marchas forzadas) en el
habla canaria, en la toponimia y en otros aspectos culturales y etnográficos.
Pero, sobre todo, la herencia lusitana se aprecia en los numerosos apellidos
(castellanizados gran parte de ellos) que portamos los canarios actuales.
Como
ya hemos comentado en otras ocasiones, el principal motor económico de estas
Islas tras su sometimiento fue la industria azucarera. Los ingenios (palabra de
origen portugués) proliferaron en las islas aptas para el cultivo de la caña
dulce (con abundancia de madera y agua), especialmente en Gran canaria, Tenerife
y La Palma. Y con ellos llegó un numeroso contingente de portugueses
especialistas en la materia (de la península Ibérica, pero fundamentalmente de
Madeira y Azores), al que se sumaron otros muchos artesanos, agricultores,
ganaderos y un buen número de judíos del mismo origen.
Pues
bien, esos colonos portugueses implantaron aquí sus apellidos de origen,
aunque, como decía, muchos de ellos fueron castellanizados y adaptados al habla
de la potencia conquistadora sin ninguna consideración, quizás con el ánimo
de ir borrando toda huella de cualquier otra cultura que no fuera la hispana,
como hicieron, de manera mucho más represora aun, con los guanches.
Entre
los más de ciento treinta apellidos portugueses radicados en nuestro archipiélago,
hemos seleccionado tres de ellos: Déniz, Dorta y Socas, porque, aunque
originariamente portugueses, fue en estas islas donde se transformaron en su
versión actual, y desde aquí se difundieron a lo largo y ancho de otros
continentes, especialmente en América. Por lo tanto, podemos considerarlos como
apellidos genuinamente canarios.
Pues
bien, Socas es un apellido netamente canario, aunque también podríamos decir
que el origen de la palabra es lusitano, ya que proviene (según Cristóbal
Corrales y Dolores Corbella) del vocablo portugués soca, que, en la
antigua terminología azucarera, se refería al segundo brote de la caña de azúcar,
el cual posteriormente fue adoptado por la Real Academia Española de la Lengua.
Los citados autores hacen referencia al portugués Francisco Luis, que, en 1545,
adquirió unas tierras en Icod que albergaban un ingenio de azúcar y que, en su
segundo testamento, ya aparece como Francisco Luis de Las Socas, vecino de
Buenavista. Posteriormente, en sus herederos, Socas figura ya como apellido:
Gaspar Luis Socas, Lucas González Socas, Melchor González Socas y otros.
Como
tantos otros, el apellido Socas pasó a América y se extendió por todo el
continente a través de la numerosa e incesante emigración canaria. Y así,
encontramos en el Uruguay de finales del siglo XIX a un eminente médico y científico
de origen canario (sus padres, Victorio Socas y Bárbara Barreto, procedían de
Lanzarote): Francisco Soca (allá le suprimieron la ese final al apellido de su
padre), que alcanzó un gran prestigio y reconocimiento en aquel país hermano,
cuya capital, Montevideo, fue fundada por canarios. Nacido en Canelones
-provincia que hoy recibe el nombre oficial de Comuna Canaria, merced a la
numerosa ascendencia canaria de su población- Francisco Soca, que llegó a ser
rector de la Universidad y miembro de la Academia de Medicina de París,
diputado y presidente del Senado, es reconocido como una de las personalidades más
ilustres de aquel país. El apellido Socas lo tienen actualmente 3.152 canarios,
el 95 por ciento de un total de 3.310 en todo el Estado (datos del INE, 2014).
En
cuanto a Déniz, diremos que procede del patronímico portugués Denis, que
luego se transformó en Dinis, bastante frecuente en Madeira. En las Islas fue
castellanizado al sustituirse la ese final portuguesa por la zeta castellana. En
la actualidad, 9.562 canarios llevan este apellido, que representan el 97 por
ciento de un total de 9.819 en todo el Estado español (INE, 2014).
Por
último, Dorta, muy frecuente en el Norte de Tenerife, es un apellido toponímico,
pues procede del nombre de la capital de la isla de Faial (Azores): Horta. Según
el historiador tinerfeño Nicolás Díaz Dorta, este apellido tuvo su origen en
uno de los primeros pobladores de Buenavista, Baltasar de Horta, oriundo de las
islas Azores. Este mismo autor comenta en su obra "Apuntes históricos del
pueblo de Buenavista" que ya en 1622 aparece la versión actual del
apellido con Francisco Dorta del Castillo, natural de dicha localidad. En la
actualidad 9.437 canarios llevan el apellido Dorta, de un total de 9.509 en todo
el Estado, o sea, la impresionante cifra del ¡99 por ciento! (datos del INE,
2014).
Un
abrazo al ilustre amigo Lorenzo Dorta y un sentido recuerdo para Chucho Dorta.
En
definitiva, tres notables apellidos canarios, nacidos en nuestro suelo patrio,
que pasean por el mundo la canariedad. Seguiremos informando.
[1] Apellidos canarios: estadística contundente
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Artículos
de Francisco García-Talavera Casañas
publicado en elcanario.net
y en elguanche.info