Soberanía
Alimentaria IX - La tierra -III-
La tierra
que crea empleo
Rukaden
Ait Anaga
La
moderna Agricultura de las Multinacionales, no solo ha creado productos estándar
de ínfima calidad sino que además ha roto la cadena natural de los cultivos,
en un ansia de producir más a menor precio y en menor tiempo, cargándose con
ello la agricultura, el pequeño comercio minorista y el mercado laboral del
Sector y del de los sectores relacionados.
Como
dije en mi anterior comunicación, un producto natural, sano y autóctono,
respetando además el resto de la Legislación Medioambiental no será fácil y
ni se implantará de un día para otro. Readaptar las cosas y poner en explotación
nuevamente lo abandonado en el pasado llevará su tiempo, porque en primer lugar
habrá que decidir que se puede cultivar, que se puede dedicar a pastizales y
que a Repoblaciones, haciéndolo además de forma equilibrada y respetuosa con
la Legislación Medioambiental.
Con
casi o de hecho las ¾ del Territorio afectados de alguna forma por Legislación
Especial Proteccionista de algún tipo, cuando no varios, Reglamentos Específicos
de cada lugar, etc. puede convertirse en “una carajera” de proporciones de
plaga bíblica; Por tanto habrá que actuar con dos premisas fundamentales:
a-
Las Políticas
que se apliquen en esos lugares sujetos a Leyes de Protección pondrán en
peligro esos Lugares ni sus Valores Medioambientales.
b-
Las Leyes y
Reglamentos específicos no contemplarán Las Políticas Agrarias, Ganadera,
etc. como actividades invasivas peligrosas, sino como una Restauración de los
Ecosistemas Naturales, mientras se siguen usando los Recursos tradicionales de
una manera equilibrada y respetuosa con ellos.
Debemos
ser conscientes de que de esas ¾ partes supuestamente protegidas, salvo un
porcentaje que tal vez habría que acrecentar en algunos lugares concretos,
pueden ofrecernos Recursos absolutamente Indispensables para una Soberanía
Alimenticia, y que no pueden sustituirse en modo alguno sobreexplotando de forma
salvaje, hipotecando y vendiendo ese ¼ restante, y basar nuestro futuro solo en
la rentabilidad que podamos sacar de él.
Por
lo tanto, entrando en aparente contradicción las Leyes Naturales de
Supervivencia y las que nos hemos concedido a nosotros mismos, también como
defensa de esa supervivencia como Pueblo, con un lugar Natural donde vivir, esa
producción de alimentos, forestal, hidrológica, etc. deben hacerse de la única
forma que puede hacerse en nuestra orografía y que puede hacerse respetando
esos lugares protegidos: Apostando por el trabajo manual y no mecanizado (En lo
posible).
El
mantenimiento de los paisajes, los procesos naturales, ecosistemas, etc. cuando
en las inmediaciones se desarrolla una actividad productiva humana no puede
conseguirse si no se evitan los impactos que modifiquen sustancialmente lo que
haya fuera y aún dentro del territorio ocupado por esas actividades humanas.
El
menor impacto, el trabajo manual que no se puede sustituir por “trabajadores
mecánicos o químicos” porque lo que queremos es un producto sano y natural,
lo más parecido posible a como lo fue antaño, sin comprometer nuestro Medio
Natural, sino lo contrario, Restaurarlo en lo posible, mantener nuestra forma
tradicional de vida, nuestras costumbres e idiosincrasia, solo puede conseguirse
reintroduciendo el factor humano en nuestros campos, casi despoblados
actualmente, quizá no tanto para repoblarlos como para que nos vuelvan a dar la
vida que siempre nos dieron.
En
este sentido es vital acercar los productos, las cosechas a las vías de
comunicación, pero también lo es recuperar restaurar las redes de senderos,
montacargas agrícolas, etc., y más aún recuperar nuestra cabaña de animales
de carga, con toda la potencialidad turística que lleva aparejada, por un lado
el mantenimiento de los Procesos Naturales y Recuperación de los Usos
Tradicionales agrícola- ganaderos, sino el de los paisajes típicos de los
bancales agrícolas, debidamente conservados y restaurados, en plena producción
alimentaria, de una forma respetuosa con el entorno y el medio natural y los de
una mano de obra artesana, tradicional, abnegada, esmerada y mimosa con el
trabajo que hace... Eso, además, sería crear atractivo turístico.
Desde
la Vieja Fortaleza, Rukaden Ayt Anaga.
08
Junio 2015
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