Soberanía Alimentaria IX - Agricultura  -I-

 

La Tierra que Nutre y recrea los sentidos

 

Rukaden Ait Anagsa

 

 

Si el agua, la lluvia es la sangre de la vida, la Tierra es la Fábrica Viva de nuestros Alimentos y de nuestros Sentidos, porque no solo de pan vive el hombre... Podemos simular artificialmente los suelos, crearlos, podemos elegir entre varias formas de cultivo diferentes, estilos...,etc., pero ¿Por qué los productos de ninguno de ellos puede ofrecernos una calidad igual, un deleite para los sentidos del olfato y el gusto y hasta la vista como los que se producen de forma natural...? Se pueden argumentar muchas razones y cada cual tendrá las suyas, pero creo que la principal es porque no se le exige a la tierra nada más allá de lo que puede dar en condiciones de cierta normalidad...; Simplemente por eso.

 

Dar de comer a nuestro Pueblo con una Producción de Alimentos casi Soberana [Soberanía 100% es un imposible si aspiramos a una dieta variada y equilibrada] es un asunto bastante serio y no es tan sencillo como plantar y ya está...; Primero exige tener clara la visión de que no se trata de sacrificarlo todo a la consecución de ese objetivo, como decía en mi anterior comunicación sobre este asunto, y luego “desaprender” algunos conceptos o concepciones, unas preconcebidas y otras patrocinadas por la Sociedad de Consumo y las Multinacionales.

 

No se puede contemplar la agricultura como una producción en masa de productos estándar, todos iguales porque en la Naturaleza cada cosa es distinta a todas las demás; Crear las condiciones naturales que necesita un cultivo determinado en un lugar inadecuado, es una sobre inversión innecesaria y una estupidez, porque baja la rentabilidad de la producción. No todos los tomates de un tomatero maduran al mismo tiempo, ni todos tienen el mismo tamaño y forma, de la misma forma que cultivar berros o papayas en Las Cañadas del Teide puede hacerse, pero a qué precio... Será porque uno es un poco espartano o porque sabe del sabor incomparable de nuestras frutas de temporada, entiendo al turista que viene a Nuestra Tierra y, pudiendo elegir entre toda la oferta de frutas exóticas que el libre mercado puede ofrecernos, queda extasiado en cualquiera de nuestros pueblos, ante un plato de nísperos, peras, manzanas y naranjas, e incluso nuestros nunca ponderado higo pico. He sido testigo de cómo les clavan hasta 2€ por un higo roñoso y los tíos encantados repetir. ¿Qué no darían por un platito de buenos higos, blancos y rojos, fríos y con el fisquito gofio y miel de palma para untar? Sobre todo como desayuno después de una noche “movida”... ¿Qué es más exótico para un Canario/a, comerse un níspero o un higo pico del país o cualquier fruta de cualquier parte del mundo...?

 

Debemos pues contemplar la tierra como algo que nutre nuestro cuerpo, crea trabajo y recrea nuestros sentidos y no como un mero medio de producción masiva, como un mero negocio, pues hay cosas que no se pueden valorar solo desde el punto de vista de los números ¿Qué importa si a una hectárea le puedes sacar el doble de cosecha, si lo que ahorras por un lado, terminamos pagándolo doblemente por otro, en Sanidad y en una continua regeneración de suelos porque los hemos matado químicamente y por si mismos son solo un erial? ¿No es mejor sacarle una cosecha y media en óptimas condiciones naturales y ahorrar en Sanidad y otros capítulos...?

 

Integrar el saber tradicional de nuestros campos y la ciencia moderna es fácil y sencillo si la cosa se deja en manos de magos y técnicos, siempre que no se metan en medio los políticos a decirle a ambos que tienen que hacer, y su papel se limita a ser receptores de las necesidades y ponerles soluciones. Claro que un Gobierno de Canarias, Nuestro, deberá planificar, diseñar planes y políticas, pero una vez bien explicadas a nuestra gente, su papel debe limitarse a proveer las necesidades para que esa máquina de producir comida funcione en óptimas condiciones.

 

Para que la Agricultura tuviera un soporte óptimo, es precisa una distribución de Cultivos por alturas climáticas [Lo que decía antes de las papayas en El Teide], una adecuada selección de semillas, la regeneración de nuestras fuentes genéticas, creación de un Banco de Semillas y Reserva Genética, tanto de nuestros cultivos como de la riquísima Riqueza Biológica. Agua habría, pues si recuerdan lo que decía en Soberanía Alimentaria III- Política Hidrológica I y II, se ha aprovechado al máximo tanto el Agua del Acuífero como la de Lluvia y Escorrentías, y todos los desechos vegetales que se generen, bien como alimento, bien como fuente de compost, que revierten en abonos naturales, solo queda una comercialización lo más directa y al detalle posible.

 

Una de las formas de mentirnos con cifras sobre la imposibilidad de la Soberanía Alimentaria, es sumar las cifras de ventas de un producto cualquiera en toda Canarias, sumando las cifras dadas por las Grandes Superficies y por ejemplo en Tenerife, las de Mercatenerife, etc. Sucede que mientras las de Mercatenerife y otra/as distribuidora/as de la producción propia de cada Isla, se vende al detalle más o menos, es decir la gente compra lo que necesita, en las Grandes Superficies o compras lo que te venden o no compras, es decir, si necesitas solo dos tomates a la semana, tienes que comprar el pak de Kilo, y si no los gastas los tienes que tirar, porque cualquiera sabe el tiempo que llevaban congelados cuando los pusieron a la venta y no aguantan sin echarse a perder más allá de 5 días. Por lo tanto estas cifras están infladas, y las cifras de las distribuidoras locales son más aproximadas a la realidad de Consumo real.

 

1 Juinio 2015

Desde la Vieja Fortaleza

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