Soberanía
Alimentaria (I)
Sinopsis
de la producción histórica de la Agricultura canaria.
Rukaden
Ait Anaga
A
lo largo de la Historia más reciente de nuestra Tierra, se han practicado tres
tipos de producción agrícola, dependiendo, básicamente de la extensión de
tierra disponible [Por cada productor], y del tipo de función a que se dedicaba
la producción. Estos son:
[Las
definiciones puede que no se correspondan con la generalidad, ya que están
adaptadas más o menos a nuestra realidad]
-
Agricultura de Subsistencia, que consiste en que una parte
de la tierra se dedica a obtener alimentos para la gente que la trabaja de forma
continua, dedicando la otra parte a barbechos o más habitualmente a cultivos de
alternancia [Habas, chochos, etc.], encaminados también a la producción de
legumbres y otros, así como forraje para animales, abonos, etc. Una pequeña
parte de la producción se dedica a semillas, que se intercambian de unas zonas
a otras, conservando así la diversidad genética, y alguna pequeña venta de
productos, encaminada más a cubrir gastos que a hacer negocio. Es característica
de pequeños minifundios con escasa o nula mecanización.
-
Agricultura Tradicional, que se corresponde más con
superficies de cultivos de mayor extensión, que no se pueden calificar, aquí
en Canarias, de Latifundios, pero tal vez de minifundios grandes, comparados con
la generalidad. Tradicionalmente, era una agricultura dedicada más bien a la
venta que al consumo propio. Actualmente, una mayor extensión de cultivo, suele
disminuir la variedad de alimentos cultivados. La mayor mecanización y los
avances modernos para “la rápida producción en masa de alimentos
[Basura]”, ha conseguido que esta modalidad de agricultura se haya abierto un
minúsculo hueco en el mercado, especializándose en monocultivos, pero
perdiendo calidad.
-
Agricultura Moderna o de Mercado. Hay que decir que ya existía
en Canarias antes de que aterrizaran aquí las grandes superficies, de la mano
de los partidos españoles y españolistas. Los monocultivos del vino, el plátano,
la cochinilla, el tomate... ¿Quién no los conoce aunque sea de oídas?
Actualmente, con la mecanización y las técnicas de producción masiva de
alimentos de plástico saturado de venenos químicos altamente cancerígenos,
sumado a que algún maniaco tuvo la genial idea de que cualquier fruta o
verdura, tenía que tener un tamaño, forma y color determinado para poder ser
declarado “apto” para su comercialización, tirando a la basura el resto de
la producción, aunque esté perfectamente bien
para su consumo. Solo a un imbécil se le puede ocurrir pensar que la
naturaleza produce frutas, verduras o cualquier otro alimento de forma estándar,
como en una cadena de montaje, pero es lo que hay, y no habiendo otras
alternativas de venta, el productor cede. Y lo poco que vende es a precios de
risa, encima, como en el ejemplo del tomate, que nos lo venden ya re maduro
[Cuando esta ya rojo oscuro o casi], no te aguanta tres o cuatro días [O te lo
comes inmediatamente, todos, o los tienes que tirar] pues ya ha agotado el ciclo
y empieza a pudrir; Pues bien, en este estado es cuando menos sabor y vitaminas
tiene, encima. Esta es la agricultura propia de latifundios, grandes o pequeños,
dedicada enteramente para su venta.
A
grandes rasgos, simplificando y adaptándolo a nuestra realidad, con los tipos
de agricultura que se han practicado y practican [Cada una en su tiempo] en
Canarias después del Siglo XV. La estructura de las propiedades agropecuarias
ha variado mucho también desde entonces. Para hacernos una idea aproximada,
tenemos que entender que las heredades, salvo una pocas que incluso han
aumentado, han venido a menos en cada relevo generacional, al producirse el óbito
del propietario y dividirse la heredad entre los descendientes, desde entonces
hasta hoy. Por otra parte, a medida que aumentó la población y disminuyeron
las acciones de los Alzados hasta hoy, se produjo la ocupación y sorriba de
nuevas tierras, ganándoselas al monte, en un proceso continuado que duró más
o menos hasta los años 60.
Por
tanto, debemos deducir que la actual estructura de la propiedad rural
cultivable, se corresponde, salvo excepciones, en una telaraña de pequeñas y
medianas heredades individuales, que en el próximo relevo generacional, pueden
dividirse más, quedar así o pasar a engrosar otras heredades vecinas o no, de
mayor tamaño. Estas son, generalmente más grandes en la zona Sur de las islas
que en las del Norte, debido por un lado a la menor cantidad de lluvias y la
fertilidad de las mismas [Se necesita por tanto más superficie cultivada para
una misma cantidad de cultivo], a la orografía frecuentemente menos montañosa
y a diversas razones históricas que sería muy extenso enumerar.
Siendo
esta nuestra realidad [Ya digo que muy resumida, etc.], es desde esta base,
desde la que comenzar a construir la Soberanía Alimentaria, y desde luego, no
hace falta ser experto en nada, para asumir que así, tal como es ahora, con una
producción anárquica, sin medios ni ayudas ni interés oficial, da risa
plantearse seriamente el tema, luego, es preciso hacer algunos cambios si
queremos construir esa Utopía, que yo creo realizable; Como mínimo en un
razonable 70% [Hay tipos de alimentos, como el arroz o las pastas, que en
Canarias son inviables, tanto por la extensión territorial o la cantidad de
agua u otros condicionantes que requieren, y que en Canarias serían inviables
por insostenibles]
[Próximo
artículo: Mano de obra agrícola en Canarias]
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Febrero 2015
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