SIN MILITANCIA NI LIDERAZGOS

«:» Edilberto Rodríguez Morales

   [Con PODEMOS no va a ser todo más fácil ni mucho más democrático. No basta con tener un compromiso ético que en el mejor de los casos se limite a denostar la Monarquía parlamentaria a favor de la República y quedar tan panchos, obviando el proceso de Descolonización e Independencia de Canarias.]

   Por motivos claramente perceptibles, -propios de la condición humana- hay organizaciones que han ido enfriando las reivindicaciones soberanistas, alejándose cada vez más de nuestra realidad social y política; niegan o les da lo mismo que Canarias sea una colonia española; no quieren entrar a saco, ni ven oportuno cuestionar la “españolidad” de estas islas a sabiendas del perjuicio económico y social que conlleva perpetuar este colonialismo entre los más desfavorecidos. Con sus actitudes, poco o nada se diferencian de esa CASTA que Pablo Iglesias está denunciando. Desde hace décadas este comportamiento provoca una sensación de contrariedad en los ámbitos independentistas. En PODEMOS una situación similar ha determinado que Pablo Iglesias haya tenido que mantener un pulso con Pablo Echenique y sus Círculos que cuestionaban su liderazgo. Un atrevimiento legítimo por parte de estos supervisores de la política que sin embargo podría haber supuesto una fragmentación inoportuna de dicha organización y poner en retirada la ilusión de millones de españoles mucho antes de que esta comenzara a caminar.

   En este Archipiélago, como ya comentábamos, desde hace ya más de tres décadas se han ido dando procesos similares. Si hacemos un poco de memoria podríamos recordar como ejemplos, con tristeza y desilusión, las luchas internas soterradas que hubo dentro de Pueblo Canario Unido (PCU) y de Unión del Pueblo Canario (UPC) para determinar quien lideraría dichas organizaciones. Al final ni unos ni otros: ¡nadie! Lástima que no tuviéramos a Pablo Iglesias implantando coherencia política y diera de lado a los oportunistas y manipuladores escépticos: hubiera evitado esas lamentables secuelas que todavía a día de hoy perduran en  el ADN de muchos compañeros.

   Con PODEMOS no va a ser todo más fácil ni mucho más democrático. No basta con tener un compromiso ético que en el mejor de los casos se limite a denostar la Monarquía parlamentaria a favor de la República y quedar tan panchos, obviando el proceso de Descolonización e Independencia de Canarias. Se olvidan de que aquí vivimos y aquí deberíamos decidir, de que la situación de pobreza que viven muchas familias no es sólo cuestión de lucha de clases, está también vinculado a los miles de kilómetros que nos separa de quien toma las decisiones por nosotros, y a los más de quinientos años de colonialismo que ha afectado nuestras vidas; tener los salarios y las pensiones peor pagadas del Estado español, privarnos de las ventajas comunitarias.

   Convencernos de que PODEMOS es la vanguardia que los canarios necesitamos nos convertiría en cómplices de la ignorancia y del servilismo de una clase trabajadora despolitizada y desorganizada, un descarado despropósito de evitar responsabilidades políticas a quien las tiene que asumir desde su propia organización, y un flaco favor al Pueblo Canario que no pueda determinar por si mismo su papel en la lucha por la Descolonización e Independencia de su tierra y su futuro modelo de sociedad. Seriamos culpables además de haber abandonado la iniciativa de relanzar un Frente político de masas, un referente unitario PROGRESISTA Y CANARIO, que bien pudiera estar reflejado en la creación de una Sociedad Civil por la Defensa de los Intereses Económicos y Sociales de Canarias o en un Movimiento de Liberación Nacional de Canarias (MLNC).

    Estas observaciones no pueden pasar desapercibidas ni dejar de ser analizadas por quienes correspondan. Sin embargo me atrevo a sugerir, y también a poder equivocarme, cuales pueden ser sus causas: desconfianza y liderazgos sectarios que sólo entienden la lucha de emancipación limitando la política de convergencia alejada de otras organizaciones nacionalistas. Una estrategia mediatizada y aplaudida en su momento por una izquierda indolente, rencorosa e insolidaria, pero que a día de hoy se ha demostrado que nunca ha tenido razón de ser, que no ha calado en ningún estrato social de la ciudadanía canaria en la proporción esperada por muy politizados e ideologizados que se encuentren; provocando en cambio un estancamiento político que ya debería de haberse corregido. La prueba de ello es ver en las manifestaciones a independentistas con sus banderas canarias dispersos a lo largo y ancho de las mismas a su libre albedrío y sin referente alguno donde se sientan identificados.

   Si estando dentro de esta enjundia nos cuesta tomar parte de un criterio coherente entre los discursos y acciones anticolonialistas, -unas veces de cal y otras veces de arena- cuánto menos va a ser posible valorar dicha distinción desde la perspectiva de una clase trabajadora despolitizada y fácil de confundir, incapaz de diferenciar entre aquellos cuyo fin compartimos y la implantación interesada de decenas de fraudulentas organizaciones nacionalistas que luchan “teóricamente” por la misma causa, y que todos sabemos que sólo pretenden desorganizar y fragmentar, imponer criterios, aburrirnos, potenciar otra CASTA.

   No es el pasotismo quien determina entre los canarios una tendencia cada vez más militante por la ABSTENCIÓN en las elecciones, es la poca habilidad política de quienes teniendo la oportunidad de liderarnos no saben corresponder a un ideal LIBERTARIO, no prestar ninguna atención a las asambleas de formación que ayude a fortalecer y dar más credibilidad a ese Frente político de masas.

¡Canarias libre e independiente!

 

Taco, 3 de Noviembre de 2014

 

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