Sienta
un intermediario a tu mesa
«»
Pedro M. González Cánovas
¿Qué pensaría si le proponen un negocio con beneficios de un 200% o más
en cada producto? Pues sí que los hay. Ese es el precio que pagamos la mayoría
de los consumidores canarios por los productos frescos. Pero no piense que
estamos enriqueciendo a nuestros agricultores y ganaderos, no. Ellos muchas
veces no cubren el gasto o la inversión que tienen que hacer para que salga
adelante el sector primario de la economía, lo que pasa es que hay muchas manos
por medio.
La mayoría de las ventas, negocios familiares o pequeñas empresas
dedicadas a los comestibles trabajan con precios elevados por intermediarios. Así
pagan el transporte y distribución hasta su negocio. Mejor no preguntarnos qué
es lo que pasa en las grandes superficies y multinacionales que también
trabajan en el ramo de la alimentación, porque con estos hay que considerar que
tienen medios propios de transporte y hay ocasiones en que compran producciones
completas.
Los ganaderos de canarias afirman que venden a un 20% del precio que
vemos los consumidores en los mercados, o sea, los ganaderos venden a una quinta
parte de lo que pagamos nosotros la carne. A veces lo hacen cobrando por debajo
del gasto que les ha supuesto mantener la res, pero nosotros cuando consumimos
una ternera del país estamos pagando 5 animales.
Con las verduras pasa lo mismo. Según la COAG (Coordinadora
de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Canarias) el Índice
de Precios Origen Destino, o dicho de otra manera, la diferencia entre lo pagado
a los agricultores y el precio al que lo paga el consumidor es de unos 2,5. Se
multiplica por 2,5 en el mercado. O sea, más del doble del valor que le da el
agricultor o ganadero, a veces hasta 5 veces más.
Por lógica, en los
mercadillos de agricultor debería haber mayores colas que en las
multinacionales de ropa cuando empiezan las rebajas. Pero es que hay muy poco
negocio directo de los agricultores, incluso en los mercadillos citados. Y lo
peor es que desde nuestras instituciones se trabaja más en que lleguen los
excedentes de fuera, premiándolos con subvenciones, que en darle protección al
agricultor, al ganadero y al propio consumidor canario.
Definitivamente, ya
sea a la hora de consumir nuestra calidad a un precio razonable o seguir
manteniendo la producción local, adolecemos de la mínima protección
nacionalista que todo el que habita esta tierra debería disfrutar. Mientras
tanto, por cada persona de esta tierra hay un invitado fantasma sentado en la
mesa.
polca-frutera-los-sabandenos en las calles laguneras mp3