La idea, no es de un servidor, salvo los matices. Dice Don Carlos Velázquez el Ingeniero de Reforestación del cabildo, que matar las cabras no, sino reunirlas y vallarlas y que sigan en su ambiente o medio propio: los riscos. Y un servidor -si esa idea cuajara o tomara cuerpo, y se llevara a cabo, que por otra parte me parece la mejor forma de salvar a estas privilegiadas -y nosotros afortunados por tenerlas- de salvarlas y al mismo tiempo, salvar cualquier otra reforestación se la coma o no las cabras (hecho en el que nunca nos pondremos de acuerdo), que. no se haga un gran corral donde meterlas a todas, que iría en contra de ellas mismas y se exterminarían, pues necesitan algo más que un barranco y dos laderas de montañas en un sistema o cordillera afín; que la cosa, debiera ser -y ahí va mi aportación o idea que creo es la idónea, enriqueciendo y yendo un poco más allá que Don Carlos, mi amigo-: Partiendo de esta premisa: el ganado guanil, ocupa una enorme parte de la isla, prácticamente casi la mitad de la misma: Güi-Güí, Tamadaba, Tirma, Inagua (La Aldea, Artenara, Agaete, Mogán, Tejeda...), y algo más por ahí, resérvese todo y solo el Macizo del Noroeste -es decir lo que coge: Peñón Bermejo, Los Hogarzales, la Media Luna, Tabaibales (por donde El Descojonado), y toda esa zona, ya con valla natural por estar en la trasera de La Aldea y demarcada por Tasartico, toda esa zona, sea para el ganado guanil, y liberen todo otro espacio de ellas, llevándolas previamente haberlas disparado un anastésico, y así queda el resto libre de ellas.
Sabe uno, de las intenciones de reforestar esa zona, pues habría que renunciar a ello, y así quedando expedito o libre el resto, haya espacio para las cabras ya acotado, y el resto libre para que planten lo que quieran, con o sin helicóptero de por medio en el medio; pegue o no, se engañe a europa o no, para sacarles los euros que puedan; y, “¡aquí paz, y en el cielo gloria!” que dice el dicho. A ver si, el mayor, el llamado Antonio, y de apellido Morales -y va con todos mis respetos-, acepta esta proposición -no de malas intenciones- sino que aceptada por el Miedo Ambiente (ahora ya con mayúscula, puesto que hay una luz al final del túnel, y que acabaría con esta polémica, y me parece lo más cuerdo y razonable, siempre que la lleven a cabo, y comiencen ya). Solo les pido no sean rácanos y mermen o reduzcan el espacio caprino guanil demasiado, que necesita también su expansión y distancias.
Y ¡Créanme!, miradores hay espectaculares donde
lugareños y extraños (pienso en el turismo), se acercarían a observar con
prismáticos y artilugios afín para disfrutar de unas cabras únicas en el
mundo en su medio más natural. Obra esta -si se lleva a cabo, repito-, superior
al emboscamiento de lo que sea, el mismo que jamás verá a nadie contemplándolo,
pues cuanto turista nos visita, vienen -precisamente- huyendo de sus bosques y
zonas verdes. Pues, ¡mira por dónde que no matando a la gallina de huevos de
oro (las cabras)!, éstas pudieran ser un atractivo para el turismo ecológico,
donde contemplar y visionar al ganado guanil, y pudiera ser un atractivo más de
esta más que desgraciada isla, que tendría así una oferta más de cara a
obtener beneficios, más allá de la leche que no se ordeñe de dichas cabras y
que dada toda a sus baifos, harán
de ellos un perfeccionamiento y avance en su raza: biología, genética,
morfología, etc., y solo entonces, le quitaríamos el apellido de
“matacabras” al cabildo, aunque siga con el primero de “tabaibero”, que
ésta..., ésta, ¡es otra lucha por ganar, si es que ganamos la dicha (ésta,
la de las cabras)! Creo, a Don Carlos Velázquez, y me parece vamos por el
camino correcto, y no por el emprendido de matar cabras.
El
Padre Báez, ya como ven, en un tono más positivo y esperanzador (pues me lo ha
puesto Don Carlos, en bandeja).
* Fernando Báez Santana, Pbtero.
Artículos
del Padre Báez publicados en El Canario.net y en El Guanche.info