Siempre quedan rescoldos en una fogalera

 

Marisol Magdalena Medina *

 

Allá por el siglo XV, mientras la Iglesia Católica como Institución, veía que el paganismo estaba avanzando rápidamente y la fe cristiana cayendo por su mundo conocido, mientras en Castilla se entretenían en riñas de palacios, sed de muerte y oro y apaños sangrientos con los llamados representantes de la "santísima iglesia católica, apostólica y romana", afanados matando a los más desfavorecidos y quemando en hogueras a los que no profesaban sus creencias en nombre de la Santa Inquisición;  en Canarias, nuestro pueblo con grandes valores humanos, pacífico y lleno de conocimiento, al igual que otras culturas indígenas, practicaban y se regían por el Animismo, categoría del hombre que da el valor al alma y la presupone en todo lo que le rodea, y que entiende en los elementos de la Naturaleza el poder para otorgar y negar, a los que dar gracias y pedir. Celebrando fiestas y rituales de agradecimiento, de bonanza, de fertilidad, de sacrificios y de rogativas. Un pueblo que veneraba a la luz, los astros, a sus deidades como posibilitadoras de vida. 

Pero, esta altura cultural no entraba dentro del oscurantismo católico y había que erradicarlo, habría que imponer otras creencias, otros elementos, otras figuras.., otra forma mucho menos natural de ver y pensar...

Luego, poco a poco se iría perdiendo no sólo el alma, sino la razón de este pueblo..., siempre quedan rescoldos en una fogalera y su fuerza espiritual (la del nuestros antiguos) no dejará que desaparezca la posibilidad de prender de nuevo.

Nada tengo que reprochar a los creyentes de cualquier religión, nada tengo que decir sobre la fe de cada uno y la mía misma, me libre Dios, nada en contra de la veneración en La Virgen de Candelaria o cualquier otra; pero permítanme que les diga, que debemos entender y conocer cuál es la verdadera historia, discernir la manipulación de los hechos objetivos, la incultura que nos cuentan unos de la verdadera altura moral y cultural del pueblo guanche que moraba en todas nuestras Islas.

*  Fuente: PNIC