REFORMA
ELECTORAL Y LA SOBERANÍA
Chema Hernández *
El debate que se pretende en la Sociedad Canaria
acerca de la Reforma del Sistema Electoral Canario elude algunas cuestiones
esenciales sin las que no es posible un análisis certero y sincero. Es por ello
que debemos señalar lo siguiente:
1. Los
precedentes históricos coloniales, inequívocos hasta la llamada transición
española de los setenta, se mantienen hasta la fecha dado que ninguna institución
ha promovido proceso democrático alguno que haya cambiado tal status con la
expresa y auténtica voluntad de la sociedad canaria.
2. La
Constitución española del 78 no ha convalidado las prerrogativas derivadas del
vínculo del Archipiélago con la corona española, y esto es así, porque los
derechos fundamentales imprescindibles para cualquier pronunciamiento con garantías
democráticas fue contrapartida para impedir la libre voluntad de la población
canaria, sobre tal vínculo con España, que, en todo caso, debe fundamentarse
en el derecho internacional clásico y actual y el derecho comparado, y no en el
derecho interno español.
3. El
Estatuto de Canarias, vía artículo 151 de la Constitución española que
mantiene cautivas las plenas funciones del Gobierno y Parlamento Canario, fue un
Estatuto impuesto, jamás refrendado por la Sociedad Canaria, con decisiones amañadas
al margen de la voluntad popular, con el solo voto del partido español UCD, y
fruto de la sumisión de algunas fracciones del poder económico y político
canario que cooperaron con España para eludir la resolución de la situación
colonial del Archipiélago ¡Sin la soberanía del Pueblo canario no hay auténtica
democracia!
4. El
Estatuto de Canarias y el sistema electoral, como parte de su desarrollo, es
fiel reflejo de la realidad colonial, de tal manera que la metrópoli consiente
en la cesión de una serie de ámbitos para su administración por el Gobierno
de Canarias, reservándose todos aquellos aspectos que realmente representan el
ejercicio de la soberanía.
Dicho
lo anterior, muchos de los argumentos que se esgrimen para la Reforma Electoral,
algunos podrían ser plausibles o, al menos, considerados si no obviasen la
cuestión nuclear o contradicción principal: Canarias es una colonia.
Admitiendo esta realidad cualquier propuesta debe estar incardinada a la
consecución de todos los derechos de nuestro Pueblo y en los que debería
incorporarse dicha reforma.
Desde
nuestra perspectiva la Reforma Electoral debe enmarcarse en la modificación del
status de Canarias. La revisión de porcentajes y representación insular no
puede ni debe esconder el débil y escaso marco competencial del Gobierno de
Canarias. Incapacitado, también, para impedir los efectos de la Ley D`Hont y el
tratamiento de la abstención que se produce en las Islas, más perniciosos que
el propio sistema electoral.
Un
Gobierno que solo ejerce como administrador de los intereses en las islas de la
metrópoli, o bien no posee competencia alguna en lo que son ámbitos estratégicos
para el desarrollo y desenvolvimiento de nuestra sociedad, de tal manera que
España se reserva la toma de decisiones y el poder para determinar nuestro
futuro, no dejará de ser lo que es, si se limita la reivindicación al ámbito
electoral.
Dadas
las circunstancias anteriores, centrar el debate y la reivindicación solo en
porcentaje y representación, siendo importante, no conlleva un cambio de status
de Canarias. Si de debatir se trata, resulta más insoportable que en pleno
siglo XXI se mantenga impuesta la condición de "Isla" y no la de
"Archipiélago". Una situación más injusta, por vieja y porque tiene
mayores efectos democráticos y de derechos, que el propio Sistema Electoral
Canario.
Entendemos
necesario un amplio acuerdo de Transición para la Soberanía Plena que formule
el marco provisional de competencias imprescindibles y necesarias para
estableciendo un calendario se produzca la descolonización e independencia de
Canarias. Dentro de ese acuerdo debe enmarcarse la reforma electoral.
Hacemos
un llamamiento a abandonar el oportunismo y el tacticismo para formular un
proyecto estratégico con el objetivo de lograr abrir un proceso para la
consecución de la auténtica soberanía y la desvinculación total de Estado
Español.
Estaríamos
de acuerdo en una reforma electoral siempre que conllevara un cambio estructural
en la actual relación político-administrativa del Archipiélago canario con el
Estado español.
Junio
de 2015
*
Comisionado del CDTN
Fuente:
latamazghainsular.blogspot.com