Prevención y
Extinción de Incendios Forestales:
Un
problema político (III)
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Rukaden Ait Anaga
[…Formación
de franjas de Laurisilva en nuestros maltratados montes como eficaz barrera
contra el fuego, debido a la Humedad típica de este Ecosistema…]
El
mejor método de extinción, es que no se produzcan Incendios Forestales, o al
menos que no sean muchos ni muy destructivos, por lo que es importantísima la
Prevención y la Vigilancia.
La
diferencia entre un “Conato de Incendio, y el incendio forestal es que el
primero es el inicio de una reacción en cadena y el segundo es esa reacción en
cadena desatada, que se autoalimenta; La mejor definición sin embargo, es la
que dan los profesionales, ya que para ellos la diferencia es solo “20
minutos”, los mismos que en condiciones normales separa el inicio con el
desencadenamiento del Incendio”. Esto quiere decir ni más ni menos, que la
detección temprana es primordial.
La
Prevención de Incendios Forestales no se consigue con cuatro anuncios en los
Medios de Comunicación o campañas informativas, que siendo importantes, no son
el meollo de la cuestión. Lo principal es la Prevención, y eso incluye medidas
tales como la Restauración del Hábitat de Laurisilva, puesto que este tipo de
Monte o Selva es una eficaz barrera contra el fuego, debido a la Humedad típica
de este Ecosistema pero también porque el tipo de hoja dura que tiene, aún
estando seca arde con suma dificultad en condiciones normales. La formación de
franjas de Laurisilva en nuestros maltratados montes también beneficia a estos
en el sentido de que el aporte constante de semillas diseminadas hace que por
ejemplo, un monte de donde solo quede ya Fayal-brezal, comience a recuperarse y
con un poco de ayuda humana recupere casi su antiguo esplendor de Selva de
Laurel en poco más de dos generaciones.
La
Prevención incluye algo de planificación también; Es perfectamente posible
detectar los lugares desde donde, de forma accidental puede surgir un grave
problema, fincas abandonadas, entornos de núcleos habitados, vías de
comunicación, etc., por lo que es preciso además de un cierto mantenimiento de
las malezas existentes en estos sitios [Ej. El Incendio de Fuencaliente hace
unos años, el perfecto ejemplo de cómo el abandono de las Labores Agrícolas
Tradicionales y un abandono de las tareas de Silvicultura y un nulo
mantenimiento en cuanto a malezas desencadenaron la tragedia], crear cinturones
verdes de Laurisilva que dificulten la propagación de un Incendio que parta de
estas zonas. Por otra parte, se pueden planificar Líneas Contra-fuego; Estas no
son los tradicionales cortafuegos, ya que en Canarias, debido al escaso
territorio y la extrema orografía no son totalmente eficaces, pues las
dimensiones necesarias por la escarpada geografía y el régimen de vientos,
etc., ocuparían tal espacio que nos quedaríamos sin montes haciendo
cortafuegos. Por lo tanto, se impone la estrategia de tener hechas y con el
debido mantenimiento anual, Líneas de Defensa, camufladas por vegetación de
altura pero libre de malezas y rastrojos, desde las que con un trabajo mínimo,
sirvan de base para un contra-fuego.
Por
otra parte, se ha transformado una herramienta secundaria en el único elemento
en que se basa la estrategia de extinción: Los medios aéreos. Sí, un hidroavión
o cualquier otra aeronave, nació con la única misión de enfriar la zona donde
trabajan los equipos de tierra y acceder a lugares escarpados de forma rápida
para sofocar un conato. No tiene otro objeto, pues la principal estrategia de
extinción sigue siendo la intervención de equipos de tierra con herramientas
tradicionales, como bate-fuegos, pulasky [Zapa picos], palas, palines, azadas,
moto sierras, hachas, mochilas extintoras [Nuestra popular sulfatadora] etc...
Piensen que un bombero solo es eficaz, dependiendo de donde esté, hasta el
lugar donde llegue su tendido de mangueras con la presión de agua suficiente
[Como mucho, siendo optimistas y dependiendo como sea el terreno donde esté
operando, unos 100 metros]
Por
otra parte, aunque una aeronave descargue sobre el fuego, hay que tener en
cuenta varios factores:
1-
Condiciones de visibilidad y régimen de corrientes de aire
imperantes en la zona ¿Sabían que un incendio grande puede incluso crear su
“meteorología propia” en su zona de influencia?
2-
Si se logra descargar el agua sobre las llamas, dependerá
de la temperatura del incendio para que esta llegue al suelo, pues una gran
parte es desviada por la corriente de aire formada por las llamas, y otra parte
evaporada por el calor.
3-
Si aún así el agua llega a tocar suelo, aún debe
enfrentarse a otra dificultad; Cuando el agua cae sobre el combustible y las
brasas los puede apagar claro, pero solo momentáneamente; Primero porque tiene
que atravesar toda la capa de brasas y materiales en ignición, cosa que muy
raramente ocurre salvo en pastizales; Segundo porque se necesitaría que alguien
removiera toda esa capa de cenizas para que recibieran una segunda descarga y
una tercera o más para que el calor residual y el que tiene alrededor, no
vuelvan a hacer revivir esas brasas. Por no decir que una descarga de agua desde
una aeronave, en terreno inclinado, es brutal y puede tranquilamente dispersar
una nube de brasas fuera del perímetro del incendio.
Sin
embargo, nada de eso ocurre con personal de tierra; Primero porque nunca, repito
nuca, se acomete un incendio de frente, como se ve en las malas películas, el
tipo a pie firme, manguera en mano esperando el frente de llamas que se le viene
encima. Eso solo podría ocurrir si uno se viera rodeado de fuego, cosa que
nunca puede ocurrir si se toman las mínimas precauciones. Un incendio se
acomete siempre de flanco, por los lados, o por detrás.
La
estrategia de lucha contra el fuego, de esta forma se basa en algo tan sencillo
como negarle combustible, ahogándolo o sofocándolo por falta de oxígeno o
bajarle la temperatura, y el controvertido contrafuego, tan criticado por los
que desconocen este tema
¿Cómo
vamos a quemar por ejemplo una hectárea
de monte adrede...? suelen preguntar retóricamente. Pues sí, si es necesario
se hace ¿Qué por qué? Veamos... Imaginemos que tenemos un incendio entre
manos que amenaza con entrar en un lugar singular, que amenaza una gran extensión
o un caserío o pueblo y no se puede parar con los medios disponibles. El
contrafuego es la última de las opciones que se barajan en un Incendio; Puestos
en la situación de “un mal” siempre se escoge la opción menos mala ¿No?
Una hectárea se puede repoblar fácilmente, 100 ó 1000, o un pueblo entero,
cuestan algo más, si es que se logra recuperar lo perdido. Por tanto, en
evitación de males mayores, de pérdidas humanas u otras situaciones, no es una
locura el contrafuego, es la solución para evitar desastres mayores.
Pero
claro, ese personal de tierra, no solo debe contar con los Medios y Recursos
necesarios, el entrenamiento físico y formación técnica adecuados; Desde
luego no sirven personas contratadas por tres meses en verano, sin saber ni como
se usa un bate fuegos o ni siquiera una azada, por mucho que todos tenemos
Derecho a un Trabajo. Hay que ser realistas, yo para estar en primera línea
apagando fuego, tengo que tener la absoluta seguridad de que quien esté a mis
espaldas o a mis lados sabe que se trae entre manos... Hasta el momento ha sido
así en todas las épocas, y en todos los sitios y puedo estar seguro de que
cualquiera que haya estado en alguno, en primera línea de fuego me dará la razón.
No tiene nada de “romántico” luchar contra un incendio forestal, con llamas
de 20 ó
Pero conociendo las leyes físicas que lo regulan, entendiendo “el/ los mecanismo/s por el que funciona y se mantiene y reproduce”, un poco de sentido común y unas normas básicas de seguridad, uno puede salir airoso de cualquier incendio, y contra todo lo que dicen los que nunca han apagado más que un cigarrillo o si acaso algunas brasas en algún Área Recreativa, sigue siendo, el trabajo de los equipos en tierra el único que tiene un 100% eficacia.
13
Julio 2015
Desde
la Vieja Fortaleza
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