Prevención
y Extinción de Incendios Forestales:
Un
problema político (II)
Causas
objetivas de los Incendios Forestales
«» Rukaden Ait Anaga
Se
nos ha acostumbrado a pensar que cada vez que un incendio forestal asola
nuestros montes, se debe a la acción de los pirómanos, algo que no siempre es
verdad. La mayor parte de la gente desconoce que si concatenan o coinciden en el
mismo espacio y tiempo de algunos factores como altas temperaturas, combustible
fácilmente inflamable, combinados con la suficiente ausencia de humedad, se
puede producir una auto-combustión del combustible, si alcanza determinado
umbral de altas temperaturas. Si a esto añadimos la presencia de elementos
naturales o de factura humana que “ayuden” a la elevación de las
temperaturas, producción de chispas, acelerantes químicos o físicos, etc.,
podemos encontrarnos, “por simpatía” en medio de un Conato de Incendio.
Pensemos,
que tampoco es todo culpa de que “la gente sea cochina” y deje su basura en
nuestros montes, algo que afortunadamente ocurre cada vez menos, y así una
simple botella de vidrio o una lata, o cualquier tipo de papel o plástico
reflectante, pueden concentrar calor de los rayos solares en puntos del suelo
determinados; No hace falta que actúen o produzcan el llamado “efecto
lupa”, capaz por sí mismo de iniciar un incendio forestal, basta que reflejen
los rayos solares y a modo de espejo, los concentren en un lugar determinado
donde haya combustible fácilmente inflamable, y ante la ausencia de humedad
ambiente, eleven su temperatura hasta un nivel tan crítico que, espontáneamente
surja la llama. Esto ocurre muchas más veces de las que ningún político
admitirá nunca.
Si
además a esto se le añade el “factor humano”, que puede ser en forma de
basuras que estimulen la aparición o propagación de las llamas, o su misma
aparición [Caída de cables sobre zonas de piedras, chispas que surjan de los
mismos, canalizaciones metálicas que actúan de estufas o reflectores o como
iniciadores al caer piedras “ricas en metales como hierro” sobre ellos, y un
buen número de situaciones “accidentales pero previsibles” y por tanto
prevenibles, que están detrás del origen de buen número de incendios
forestales.
No
es políticamente correcto, que mucha gente nombre estas cosas, por lo que
siempre se recurre a la mano del pirómano o el incivismo de la gente para
justificarlo todo, puesto que si se entrara a fondo en el análisis objetivo de
la cuestión, la primera “pared” que habría que rodear es un categórico
“no hay dinero para hacer otra cosa”, y recientemente, la absurda teoría de
que “no se puede luchar contra el fuego sino desde el aire”; Son los
modernos tecnócratas y “grupos o Lobbies de presión política”, que sin
tener ni idea de lo que están hablando, se salen con la suya simplemente porque
son capaces de ejercer la suficiente presión sobre políticos o instituciones,
no por que tengan razón alguna en lo que propugnan. Son por ejemplo, los que
hicieron que la Vice Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias,
gastara una fortuna en instalar un “revolucionario sistema de detección de
incendios forestales” basado en la tecnología militar de la defensa anti aérea
contra misiles... Un fiasco demasiado caro, pues no solo significó despilfarrar
un enorme caudal de Recursos Públicos, sino además se aprovechó para despedir
un montón de trabajadores/ as encargados de la Extinción de Incendios
Forestales [Sobre todo vigilantes de torres y retenes], porque se siguieron
produciendo incendios...
Ahora
estos mismos tollos, andan con el rebumbio de que es necesario bombear agua de
mar hasta la cumbre de la isla, para extinguir los incendios; Semejantes
vicedioses de la “urbe”, parecen ser los afortunados ganadores de
los títulos académicos en una caseta de tiro de feria, puesto que se
supone que, no habiendo olvidado el método de pensamiento racional y crítico
que se les supone, encuentran más barato hacer esta barbaridad que por ejemplo
acometer un plan de recogida de escorrentías en Medianías y Cumbres, zonas de
donde parten los Incendios o donde acaban, y una red de pequeños embalses, depósitos
subterráneos o semi subterráneos para facilitar su construcción y camuflaje
con el entorno y una red de distribución de aguas. Sin embargo, cualquier
pinche de fontanería sabe que para elevar agua a un metro de altura, hace falta
la presión de 1 atmósfera aproximadamente, y que para llegar a los 3.
Tampoco
tienen experiencia alguna en materia de Extinción de Incendios Forestales, lo más
cerca de uno que hayan podido estar es a través de la Televisión o la prensa,
no quieren oír ni hablar de las técnicas de extinción y su único argumento
es que como va a ponerse alguien delante de las llamas, ¿No vieron el ejemplo
del gobernador civil que falleció en la Gomera? Y por mucho que uno trate de
explicar que eso de ver “al bombero forestal tratando de apagar un frente de
fuego que avanza hacia él con una manguera” es cosa de películas, que a un
incendio forestal se le ataca de flanco, por los lados o por la retaguardia, no
hay manera de que quieran escuchar, lo que los convierte en fanáticos
titulados, y al final uno acaba por decirles aquello de que “que le hubiera
hecho caso a quien sabía mas del tema que él...”
Este
tema es largo y complicado, difícil de explicar y comprender en no más de
folio y medio. La próxima entrega estará dedicada a las técnicas de extinción
de incendios. Son asombrosamente simples, efectivas y sobre todo basadas en la Física,
pura física aplicada, despreciada por quienes incluso la ¿enseñan?
Oficialmente.
Desde
la Vieja Fortaleza, Menceyato de Anaga, Rukaden Ait Anaga.
9
Julio 2015
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