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Jorge Dorta
Cientos
de casos de corrupción están saliendo a la luz y los tribunales están
empezando a actuar como debieran en algunos casos aunque, en otros, todavía sea
una farsa. Esa es la fuerza regeneradora del PLURALISMO. Da igual la
ideología, mucho más importante que esta es que exista PLURALISMO.
Una
de las verdades que Podemos esta haciendo sacar a la luz es que el fascismo es
tanto de derechas como de izquierdas. No lo digo yo, lo ha dicho el PSOE al
comparar el discurso de Pablo Iglesias con el del fundador de Falange José
Antonio Primo de Rivera. También lo han dicho los propios falangistas. El
conocido ultraderechista Ricardo Sáenz de Ynestrillas, sucesor del
recientemente fallecido Blas Piñar, ha reconocido sus simpatías y afinidad
ideológica con la formación del líder Pablo Iglesias diciendo que el discurso
de Podemos es el discurso dulcificado de la genuina falange de José Antonio y
que lo suscribe "al 100%".
El
discurso populista de Podemos es igual que el discurso falangista de José
Antonio Primo de Rivera,... mucho sentimiento y muchas buenas intenciones pero
poca coherencia interna, lo cual encaja y conecta perfectamente con el alma
colectiva del pueblo español. Entiéndeme bien, yo también estoy de acuerdo la
mitad de las cosas que dice Podemos, el problema está en la otra mitad. Es
decir, al igual que al discurso de Primo de Rivera, unos argumentos contradicen
a otros, le falta coherencia interna, es demagógico pero cuenta con el tremendo
atractivo de percibirse como un "castigo" al status quo.
Podemos
no es una reunión de amas de casa, parados de larga duración y jóvenes
idealistas. No es un movimiento espontáneo sino un producto de laboratorio,
diseñado por especialistas en framing, en narratología (storytelling dirían
en la escuela de negocios de al lado), en persuasión, en comunicación política. Como
expertos en comunicación política no trabajan con la verdad sino con lo verosímil
y lo emocional. Es decir lo creíble y lo emocionalmente satisfactorio.
Falacias, argumentos circulares y confundir causas con consecuencias. El
problema es que lo emocionalmente satisfactorio no suele solucionar el problema
de fondo sino agravarlo.
El
populismo, dicen los manuales de ciencia política, crece con la angustia, con
la crisis económica y con la corrupción. Porque la corrupción vendría a
demostrar que el pueblo es bueno y los que mandan malos. Así, sin precisar
mucho más. El problema radica en que un gobierno corrupto suele ser el reflejo
de una sociedad moralmente corrupta, pero claro, eso no vende entre el
electorado.
Si
bien el PSOE ha acertado en identificar las similitudes del discurso populista
de Podemos y el falangista de José Antonio Primo de Rivera, tampoco ha dicho
toda la verdad. La verdad es que PSOE y PP en el fondo practican la misma política
intervencionista en lo social, en lo económico y en lo político. El PP no es
liberal sino socialdemócrata en el sentido que busca el intervencionismo
estatal y la concentración de poder. No en vano, en su día, Mariano Rajoy
invitó a los liberales a abandonar el partido.
La
única diferencia entre PP y PSOE está en los matices, en los derechos de los
homosexuales o en el aborto. Los recortes de Rajoy tan solo son una continuación
de los recortes de Zapatero, y la corrupción del PP en una autonomía como
Valencia iguala la corrupción del PSOE en otra autonomía como Andalucía. Es
la política del reparto. Es decir, da igual que sean de izquierdas o de
derechas, PP y PSOE son, en la práctica, igual de fascistas que Podemos.
Ahora, con la reciente conversión socialdemócrata de Podemos, en las próximas
elecciones puedes elegir entre un partido socialdemócrata o una coalición de
gobierno socialdemócrata, es decir puedes elegir entre un entre carne con papas
o papas con carne ..., la banca y la oligarquía siempre gana.
La
única diferencia es que al introducir pluralismo se crean algunos incentivos
para acabar con la política del reparto ya que la competencia por el poder
tiene como efecto que los políticos en lugar de compincharse tengan el
incentivo para fiscalizarse unos a otros. Es decir, introducen un incentivo
"liberal" aunque ellos mismos no sean liberales. Por eso, incluso con
la ideología joseantoniana de Podemos es positivo que irrumpan con fuerza en
las instituciones, y si aparte de Podemos irrumpen más partidos mejor que
mejor.
Con
Podemos, en mi opinión, ocurren tres cosas, primero por mucho que cambies las
caras si no cambias las estructuras nada cambiará. Muchas de las propuestas de
Podemos son simplemente propuestas estéticas como la de reducir el sueldo de
los políticos. Singapur es uno de los países del mundo con menor corrupción y
con mayor sueldo de los políticos. Uno obtiene lo que paga. En realidad bajar
el sueldo lo único que hace es incentivar la corrupción…, pero vende y hace
ganar votos canalizando un sentimiento de venganza de la población hacia la
clase política. En realidad lo que había que hacer es reducir fuertemente el número
de políticos superfluos al tiempo que se les sube el sueldo.
La
incoherencia lógica de muchas de las propuestas de Podemos pasan desapercibidas
porque la gente quiere creer que hay una solución fácil, que otros vendrán y
arreglarán el entuerto sin que ellos tengan que cambiar nada de ellos mismos.
La gente está frustrada y le es más cómodo soñar que enfrentarse a la
realidad, y lo que en el fondo realmente quieren es seguir haciendo lo mismo sin
que individualmente tengan que cambiar nada. Que cambien los demás que a mi
me da pereza.
El
otro problema es la estructura interna de Podemos. Si bien se les llena la boca
con palabras como Asamblea Ciudadana, o participación o lo que sea..., la
realidad es que la estructura de partido es jerárquica y las reglas de juego
están amañadas por el sector de Pablo Iglesias, lo cual crea ya de entrada la
"cultura organizativa" equivocada.
Los profesores de "Ciencias Políticas" han optado por un partido
organizado a la vieja usanza y no de manera asamblearia, guiñan el ojo a
derecha e izquierda, y evitan los asuntos más comprometidos. La estructura
correcta no garantiza ni el éxito ni los resultados, pero la estructura
equivocada garantiza el fracaso. Además toda estructura jerárquica es
capturable y toda célula cerrada infiltrable. Los núcleos duros no sirven de
nada excepto para atrincherar egos y personalismos. Nada nuevo bajo el sol.
Tercero,
posiblemente con Podemos y Pablo Iglesias pase lo mismo que con Jose Antonio y
Falange. En palabras del ultraderechista Ynestrillas “También
los falangistas auténticos fuimos derrotados en todo, y nuestros símbolos,
canciones y consignas pasaron a engrosar la larga lista de los enemigos del
pueblo merced a su utilización fraudulenta por ese régimen franquista,
liberticida y meapilas, que violó a la Falange y la convirtió en una de sus
putas favoritas”.
Es
lo que ocurre cuando no existe coherencia interna en el discurso sino tan solo
una forma de ganar votos como ese otro "Podemos, yes we can"
llamado Obama y cuando no se cambian las estructuras diversificando el poder
sino concentrándolo aún más (como hizo Chávez en Venezuela con sus políticas
económicas e institucionales)
El
esperar un salvador mesiánico tiene como resultado invariable que la gente le
rinde su poder. La concentración de poder y la elusión ciudadana de
responsabilidades es el caldo de cultivo para la opresión. Eso de necesitar un
líder mesiánico lo tienen los españoles en el ADN, la diferencia es que en
los siglos XIX y XX fueron una tonga de generales, desde Espartero hasta Franco
el del Ferrol, y en el siglo XXI son tipos con coleta.
Podemos y todo populismo fascista de izquierdas o derechas explota el
descontento y la noción de que el pueblo es virtuoso y la élite malvada. En
realidad la corrupción y la opresión en España no es fruto de lo malvados que
son la casta, que también, sino la consecuencia lógica y previsible de un
pueblo que es incapaz de asumir su responsabilidad y una sociedad moralmente
corrupta en cuando a valores y forma de percibir el poder (como dominio del
gobernante y no como consentimiento del gobernado).
La
irrupción de Podemos es positiva en el sentido que introduce pluralismo, pero
por amor de Dios ni se te ocurra otorgarles la mayoría absoluta (ni a ellos ni
a ningún otro). Lo ideal es que aparte de Podemos se introduzcan otras fuerzas,
por eso los liberales y la gente que está asustada por el fenómeno Podemos haría
mucho mejor en gastar sus energías en apoyar otras opciones, aunque no sean
perfectas. Hablo de Ciudadanos, hablo del Juez Silva, hablo de Los Verdes,... en
lugar de seguir haciéndole la campaña gratis a Podemos criticándolos. Ya
sabes el dicho de que hablen bien o mal pero que hablen.
Cuando
la mentira coge el ascensor, la verdad coge la escalera, necesita más tiempo
pero acaba siempre por llegar.
Fuente: menceymacro.blogspot.com.es