El plátano: más acción y menos lamentos

 

«» Wladimiro Rodríguez Brito *

 

 

[…La actual comercialización en la Península es claramente insolidaria con los productores canarios, ya ello se añade la bajada de aranceles de las "bananas" extracomunitarias y la presión de las multinacionales para desplazamos del mercado. Si el coste de envío entre Canarias y la Península es de unos 0,18 euros por kilogramo, ¿cuál es el coste de traer "bananas" cruzando el canal de Panamá y el Atlántico, o desde el Golfo de Guinea? Esto solo se explica si se venden por debajo de coste, aparte de ser producidos con salarios de hambre y en precarias condiciones…]

 

   La actual situación del mercado del plátano canario tiene difícil explicación para los agricultores de las Islas. Mientras que en el mercado peninsular la demanda de plátanos ha aumentado hasta las 500.000 toneladas al año, nuestra producción de 340.000 toneladas tiene difícil colocación. La semana pasada los precios en los puertos peninsulares han bajado hasta los 0,65 euros por kilo, mientras que en los supermercados se pagan por los plátanos de Canarias entre 1,6 y 3,2 euros. Con estos precios, el margen para el agricultor es de unos 0,20 euros por kilo, ya que los gastos de empaquetado, embalaje y envío a la Península están en tomo a 0,40 euros por kilo.

 

   Con esta situación no nos debe extrañar que cada día haya más parcelas cultivadas de plátanos que comienzan a cubrirse la maleza. Según los datos del economista Juan Nuez, estamos perdiendo más de 100 agricultores/año, y esto empeora la situación de los que siguen, que pierden ayudas históricas al no cubrirse el 70% de cupo de éstas. Un sector que ha sido la joya de la agricultura canaria continúa perdiendo capacidad productiva y puestos de trabajo. La economía de numerosos municipios rurales de Canarias está entrando en picado. Por cada kilo vendido, los de 20 a 30 céntimos de euro de ingreso para los agricultores no cubren los costes de producción, quedando como margen los poco más de 30 céntimos de euro de las ayudas comunitarias.

 

   En los últimos meses hemos picado más de 6.000 toneladas para controlar la producción. Solo en la semana que comenzó el 22 de junio, de una producción de 6.350 toneladas, retiramos 896 toneladas, de las cuales se han enviado al Banco de Alimentos, pagando cajas y fletes, más de 300 toneladas. La solidaridad es necesaria en estos tiempos, pero no es justo que los agricultores paguen de su bolsillo los gastos para poner la fruta en puerto peninsular. La actual comercialización en la Península es claramente insolidaria con los productores, ya ello se añade la bajada de aranceles de las "bananas" extracomunitarias y la presión de las multinacionales para desplazamos del mercado. Si el coste de envío entre Canarias y la Península es de unos 0,18 euros por kilogramo, ¿cuál es el coste de traer "bananas" cruzando el canal de Panamá y el Atlántico, o desde el Golfo de Guinea? Esto solo se explica si se venden por debajo de coste, aparte de ser producidos con salarios de hambre y en precarias condiciones.

 

   Con los actuales precios no solo perdemos más de 100 agricultores plataneros canarios al año, sino que sube la incertidumbre por el futuro del resto. Se amenaza también el abastecimiento en las Islas, ya que los plátanos significan más de 60 millones de euros en fletes de retorno a la Península, que, de no existir, encarecerán el coste del abastecimiento alimentario de las Islas. Tenemos razones de sobra para defender el futuro de nuestro campo, para que nuestro mundo rural viva con dignidad y sin temor.

 

 * DOCTOR EN GEOGRAFÍA POR LA UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA

 

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Nota de la Redacción:

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