Tenerife:
las personas y el agua (yII)
«» Wladimiro Rodríguez Brito
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Nuestra nueva cultura urbana vive alejada de la naturaleza; incorporamos
empresas foráneas a la gestión del agua de los ayuntamientos y aumentamos
absurdamente la burocracia en las administraciones responsables… Es urgente la
creación y potenciación de comunidades de regantes y la mayor coordinación y
control de la gestión pública…]
El agua ha dejado de ser un recurso crítico muy limitado y disponible
localmente gracias al enorme esfuerzo y sacrificio de varias generaciones de
tinerfeños. Se dedicó a la búsqueda del agua gran parte de nuestros recursos
humanos y económicos, del medio rural, del urbano, así como de los emigrantes
isleños. En los años setenta, trabajaban más de 10.000 personas en galerías
y pozos. Se perforaban en Tenerife más de
Actualmente,
perforar un metro de galería cuesta unos 2.500 euros; hoy supondría una
inversión de 75 millones de euros anuales. Se destinaban muchos recursos a la
construcción de canales, estanques, sorribas de nuevos cultivos ...
Cuando ahora hablamos sobre
ese periodo, no pensamos en los importantes logros obtenidos. Nos acordamos de
la penuria y la miseria que sufría un pueblo que luchaba por cambiar su sino
ante el olvido histórico del Estado sobre la disponibilidad de agua en
Canarias, o las malas prácticas de la especulación con un bien tan escaso.
Ahora asociamos el
agua a un bien que nos entrega la naturaleza, no como el producto del trabajo de
nuestra gente, un recurso limitado que debemos gestionar de manera sostenible.
Nuestra cultura del agua se ha dado la vuelta. Los nietos de los que hicieron
galerías y pozos somos ricos en agua, pero pobres en conocimiento, y no somos
conscientes sobre la importancia del agua.
Nuestra nueva
cultura urbana vive alejada de la naturaleza; incorporamos empresas foráneas a
la gestión del agua de los ayuntamientos y aumentamos absurdamente la
burocracia en las administraciones responsables; creemos que con construir
desaladoras y depuradoras tenemos la gestión del agua resuelta. La desalación
es un espejismo que nos distancia de nuestro entorno. A la vez, las aguas
residuales se vierten al mar o incluso al mismo acuífero sin depurar, sin
reutilizarlas en agricultura, jardines o campos de golf.
Hoy tenemos un
importante patrimonio en galerías, canales e infraestructuras hidráulicas. Sin
embargo, los recursos que destinamos a mantenerlos son insuficientes. Hoy en día,
apenas hay cabuqueros o empresas que gestionen ese patrimonio. La falta de
mantenimiento de numerosas galerías y canales es insostenible, con su gestión
infradotada y con canales con más de 70 años.
Las galerías de
Tenerife han pasado de producir, hace 35 años, más de
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DOCTOR
EN GEOGRAFÍA POR LA UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA
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