Movimiento
de Liberación Nacional Canario (I)
En la
Encrucijada
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Rukaden Ait Anaga
El
actual momento histórico que vivimos, puede ser todavía más amargo para
nosotros y desastroso para nuestra Patria/Matria, pues asistimos al instante en
que los actores de esta farsa se quitan la careta y muestran su verdadero
rostro. No es solo el petróleo, sino los rumores cada vez más insidiosos sobre
una “retirada definitiva de España de esta zona de África, con la entrega de
Canarias al tirano marroquí y la renuncia formal a cualquier cuestión futura
sobre el Sahara Occidental.
En
esta situación, por lo demás nada extraña si se tiene en cuenta como han
actuado hasta ahora con ambos pueblos, el canario y el saharaui, al menos los
segundos estarían en situación de seguir el combate, pero nosotros, ¿Lo estaríamos?
Qué duda cabe que a nivel individual, a niveles grupales sí, pero otra cosa es
ser capaces de responder como un solo ente, como un solo Pueblo o al menos la
mayor parte de él o una gran parte... Por lo menos de momento, me duele
reconocerlo pero no creo que en las actuales condiciones, pudiéramos presentar
un frente unido; Por tanto, tenemos que cambiar esas condiciones que nos hacen débiles
ante el enemigo de nuestra Patria/Matria y nuestro Pueblo. Tenemos que cambiar
esa situación entre todos.
El
movimiento independentista se enfrenta, en medio de posturas por ahora poco
unitarias, a un gran dilema, que es uno de las principales causas por las que no
han cuajado los numerosos intentos unitarios. Por una parte, los partidarios de
aprovechar la vía electoral y por la otra los partidarios de la abstención; No
es cuestión de estar repitiendo los argumentos de cada postura, ni tampoco sería
juicioso a estas alturas, en parte porque reconozco que cada una está tan
“razonablemente razonada” que permanecen en un “equilibrio precario” que
mantiene todavía viva la discusión, pero sobre todo porque nos ha tocado vivir
una época, en que cada día es un día nuevo, son tiempos nuevos para los que no valen las soluciones de antaño, ni los recetarios de soluciones políticas
que han funcionado en otros sitios. Nos enfrentamos a unas realidades
objetivas cotidianas, cambiantes casi cada día, acercándonos al momento
crucial al que se refería Secundino Delgado cuando gritaba al mundo:...
¡Sea cuanto antes, caiga de sus rostros la máscara y de nuestros rostros la
venda!
Españistán
se hunde en su segundo “barroco”; En el primero perdieron el imperio
colonial y todo lo que robaron de él a sangre y fuego, ¿Qué perderán en
este, que sacrificarán para salvarse esta vez? Que nadie dude que a nosotros.
Hasta ahora, “las condiciones de lucha” eran distintas, pero con los nuevos
tiempos que se avecinan, de incremento de la crisis política, económica,
social, del pesimismo y toda la negrura que el hambre y la miseria son capaces
de provocar, la lucha es o puede ser además de por la Libertad, por la
Supervivencia frente a Marruecos.
Mientras
permanezcamos enredados en discusiones bizantinas que no nos conducen a nada, no
vamos a llegar más allá de donde hemos llegado en el pasado, ni habrá
“testigo” alguno que recoger, por el simple hecho de que este está forjado
para que sea una mano colectiva quien lo reciba, y no una parte. Pero
independientemente de disquisiciones teóricas sobre este tema, el hecho es que
las condiciones de lucha han variado sensiblemente y exigen que nos adaptemos a
las nuevas circunstancias.
Puede
sonar muy “marxista”, aquello de Tesis [Participar en las elecciones españolas],
Antítesis [Promover la abstención en las elecciones españolas] y Síntesis
[De ambas en una sola y distinta], y sin duda lo es, y sin duda también, quizá
me parezca apropiada por “deformación política”, y eso tras haber dicho más
arriba que “no valen las soluciones de
antaño, ni los recetarios de soluciones políticas que han funcionado en otros
sitios”; Y no, no es una contradicción ni digo esto por “ser
marxista”.
Veamos.
Aunque pueda parecer una visión catastrofista lo de cedernos a Marruecos, no
debemos olvidar que “si el padre vendió
a los españolísimos saharauis, el hijo puede hacer lo mismo con nosotros”,
pero además, ya de por sí, todo este tenebroso asunto de las prospecciones es
lo bastante serio como para que se hubieran disparado todas las alarmas entre
nosotros. Sin olvidar el otro, centrándonos en este más inmediato, de igual
manera nos pone en la situación de Luchar por la Supervivencia como Pueblo,
como Nación. ¿Y si no somos capaces de unirnos entre nosotros, como vamos a
aspirar a unir en torno a nuestras ideas y sentimientos a todo o la mayor parte
de Nuestro Pueblo? [¿Da que pensar, verdad?]
Hace
tiempo reflexionaba yo sobre la idea de que ante las posturas encontradas entre
nosotros que nos impedían avanzar por el camino de la Unidad, debíamos ante
todo ser generosos, con nosotros mismos primero, y luego con los demás
compatriotas/conmatriotas, porque y a pesar de que a veces un poco desavenida, “son
la familia y no el enemigo”. Generosos -decía- e inteligentes.
Hay
una realidad cotidiana que nos condiciona y nos seguirá condicionando a lo
largo de toda la lucha, y que para nosotros es un hándicap, un esfuerzo añadido
al esfuerzo revolucionario de Liberación Nacional, que se irá incrementando a
medida que empeoren las condiciones de vida de nuestro Pueblo, como reflejo de
la crisis metropolitana y sus continuas espantadas hacia delante; Porque un Pueblo hambriento solo sigue a quien puede ofrecerle remedio a
corto plazo y no a quien le ofrece banquetes futuros [Podemos frente al PPSOE]
Y hay una realidad internacional que sigue
escapándosenos de las manos y una realidad política “interior” llena de
contradicciones internas.
Estamos
en un cruce de caminos, tres caminos que no nos llevan a ningún sitio, bajo la
amenaza de un futuro incierto y tenebroso como nunca. Las dos posturas, en la
actualidad, hasta ayer irreconciliables, hoy no es que sean conciliables, es que
son la única solución, el único camino que podemos seguir para intentar si al
menos no parar, si frenar la que se nos avecina y sobrevivir para continuar la
lucha.
15
Diciembre 2014
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