Ministrø tabaiberø...
El Padre Báez. *
“…
los árboles darán sus frutos, la vid y la higuera su riqueza
…
las eras se llenarán de trigo, rebosarán los lagares de vino y aceite…”
(del profeta Joel 2. 21-
“...
siegas donde no siembras y recoges donde no esparces... siego donde no siembro y
recojo donde no esparzo...” (Jesucristo Mt 25, 14-30).
Es
la primera vez en mi vida, ya con sesenta y siete años, que me salgo de la isla
con mis comentarios, pues siempre, y al cien por cien, no me he salido jamás de
la Gran Canarias antes, (ahora Gran Tabaibal), y es que ni nunca jamás lo hice
con la hermana y mejor isla, la de Tenerife, contra la que tantos intentan
echarnos a pelear, infantilmente para que como en la moraleja de los conejos
discutiendo la raza de los perros, éstos los cogieron, pues que una vez es la
primera y no sirva de precedente.
Y
no, por supuesto, contra los de Tenerife, a los que aprecio, estimo y admiro,
sino contra la madrasta españa, a la que hasta me cuesta poner en mayúscula su
primera letra, que hay por allá, un ministrø que de aquí jamás se ha
ocupado, pues si así hubiera sido, ¿cómo permite desde ese mal llamado reino
(de tantos chorizos y ladrones, corruptos e indeseables, mentirosos y
blasfemos), jamás hayan puesto firme a un cabildo hediondo que se carga con
toda impunidad la agricultura y la ganadería todo por defender y proteger una
planta envenenadora, sin más, sin que lo amoneste, frene y prohíba hacer lo
que está haciendo? Porque si tienen autoridad sobre el petróleo en el agua y
hasta prohíben un referéndum o consulta aún en contra de nuestra voluntad,
imponiendo el criterio de ellos o de allá, un ministro que curiosamente es de
aquí, y tira para allá, ¿cómo es que de allá, no viene una orden para que
dejen cultivar y cuidar de los animales como siempre se hizo?: ¿es que está
vedada la autoridad de un ministro de la agricultura y ganadería, que no osa
pisar este suelo, ni tirarle de las orejas al presidente del cabildo y ponerlo
en orden a dejar y permitir, defender y procurar la agricultura, sino que calla
y otorga y da apoyo de legalidad el ir contra natura y que por aquello que las
multas son más rentables que el millo y las papas, otras hortalizas, frutos
ganados, carnes y leche, prohíben todo esto, sin que los que están por arriba
nada digan callen y sean cómplices?; ¿Por qué españa le permite al cabildo
de aquí -que sobra, al tener este archipiélago autonomía propia- sigan
llenando la isla de pinos, y sin freno a las tabaibas, impidiendo otro cultivo
que no sea el de la pinocha y el de la leche de tabaibas, ambas incomibles y dañinas
al terreno como a las personas y al aire?
¡Ya
está bien!, alguien debe parar este desaguisado, ¿hasta cuándo va esto a
seguir así?; ¿no va a Europa el o la ministrø de agricultura, para que
levante el veto a esta más que maldecida isla en manos de irresponsables que
acaban por desgraciarla aún más de lo que está, con un paro, el mayor
conocido, con hambre que rebosa las mesas de Cáritas, con huida de todo el que
puede, a buscarse los garbanzos que con generosidad les daría la tierra si la
cultivaran y se van a buscarlos fuera de peor calidad, dejando amores y raíces?
Pero, ¿qué gobierno es éste, que no puede con el menor, y le permite todas
estas tropelías?; ¿por qué prohíben la consulta del petróleo y no prohíben
el veneno de la leche de tabaiba y el de la pinocha?; es decir, ¿por qué se
inmiscuyen en asuntos del mar, y no con los de la tierra?...
Nota
de Álvaro Morera:
Viene
al caso una canción-oración de mi abuelo paterno:
No
siembres mal sembrador
Porque
aquél que siembra el mal
La
cosecha que tendrá
Es
cosecha de dolor…
17-11-2014
*
Fernando
Báez Santana, Pbtero.