Elecciones Legislativas en españistán: ¿Participar? (I)

 

Rukaden Ait Anaga

 

 

Un derecho se ejerce o no se ejerce; Uno debería ser libre para decidir si ejerce los derechos que le corresponden o no, lo mismo que debería, en el caso de que decidiera ejercerlo, no conformarse con un sucedáneo descafeinado, como en el caso de unas elecciones.

 

Se supone que en una Democracia, el voto de cualquier ciudadano tiene el mismo valor que el de otro cualquiera, y se supone además que cada ciudadano emite un voto y que la sumas de los votos obtenidos, designa al vencedor de los comicios. Digo se supone, porque en Occidente, tan democrático, no sucede tal cosa. Ni los votos son iguales ni son los ciudadanos quienes deciden el gobernante de turno, pues es todo un artificioso montaje donde se designa “vencedor” en base no a la opinión popular sino a una “ley electoral” que puede calificarse de todo menos democrática, y que recuerda más a los mecanismos mafiosos de la “cosa nostra” que al libre ejercicio de Derechos Básicos de la ciudadanía.

 

¿Pero sucede así en la realidad? Es decir, ¿Es realmente así, un ciudadano un voto igual al del resto de ciudadanos? No, no es así puesto que la Democracia establece que el voto de cada ciudadano es igual al de los demás, y que aquel que obtiene la mayoría es quien gobierna, en base al número de votos que cada candidato/partido ha obtenido en los comicios. Sin embargo, la actual Ley Electoral se basa en el Sistema D’Hondt, que cualquiera puede consultar en Internet, y que viene a primar a los grandes partidos en detrimento de los pequeños, premiándolos con los diputados extras de quienes no superan los topes electorales que en cada lugar se establezcan, premiando a los grandes partidos, regalándoles votos y diputados para que puedan gobernar en mayorías absolutas, con lo que en la práctica, se favorece el bipartidismo, una copia calcada del modelo anglosajón que se ha demostrado en la práctica, su incapacidad e inoperancia ya que los partidos mayoritarios acaban siendo iguales en la realidad política de cada País, diferenciándose en los nombres pero no en las practicas cotidianas de gestión.

 

Esta es la realidad, someramente explicada de las próximas elecciones generales españolas, donde unos partidos parten con ventajas a todas luces ilegales según la constitución de espana, por mucho que diga la ley electoral que supuestamente no debe contradecirla o ir en contra. Un pucherazo, una trampa. Pero no es eso lo que parece preocupar a la gente común [Así nos va a todos] sino que la consigna ahora es que no salga de nuevo el PPSOE y los nacionalistos, algo por lo demás bastante risible. Me explico.

 

Cuando el fenecido dictador dejó establecido en su testamento aquello de “todo queda atado y bien atado” no se equivocaba; Parece que esta gente ilusa piensa que desbancando al PP y al PSOE y sus muletas regionalistas ya está todo solucionado. No se dan cuenta que todo está previsto; Si observamos el comportamiento a lo largo del tiempo de “las alternativas” que han surgido últimamente, se puede observar la deriva política que tanto ¿Podemos? Como ¿Ciudadanos? han protagonizado, desde las propuestas novedosas y cuasi revolucionarias hasta las posiciones actuales de “responsabilidad y cercanía al electorado”, uno se da cuenta que ahora mismo no son más que malos reflejos de lo que fueron el PP y el PSOE tiempo ha, que sus programas electorales han sufrido un lento y profundo viraje hacia la derecha que representa el régimen del 78. Que han terminado quitándose la careta y los ropajes, y son las marcas blancas del bipartidismo, la “cara amable [Nuevamente] del heredero de una dictadura fascista y asesina, diseñado para que una minoría siga saqueando y viviendo a cuerpo de rey del sudor, la sangre y las lagrimas de un pueblo hambriento y oprimido.

 

===»[Continuará]

 

16 Diciembre 2015

Desde la Vieja Fortaleza Menceyato de Anaga  

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