Resulta
que Venezuela es una amenaza para Estados Unidos. Esa es la mercancía en venta.
Pero también resulta que la orden ejecutiva de Barack Obama de que Venezuela
amenaza a USA no es más que un requisito legal que obliga a que los países
sancionados sean declarados como “amenaza nacional” y también resulta que
las sanciones impuestas son contra siete venezolanos que de acuerdo a Estados
Unidos son responsables de violaciones a los derechos humanos de opositores
durante las protestas en 2014. No incluye al gobierno, ni a la economía, ni es
contra los venezolanos. Sin ninguna duda que esa orden ejecutiva le brinda el
mejor escenario a Nicolás Maduro con el argumento perfecto para
una campaña a favor de la patria y la soberanía de Venezuela. Se ha convertido
en el mejor regalo para Nicolás Maduro.
Dice Maduro: “Venezuela no es amenaza, Venezuela es esperanza”. Y comienza
la campaña con 10 millones de firmas contra la orden ejecutiva, la confección
de la bandera más grande del mundo, la declaración del día 9 de marzo como día nacional del
antiimperialismo, los ejercicios militares y por supuesto no podía faltar, un
video musical patriótico y nacionalista en el que participa la cantante Daniela
Cabello, hija de Diosdado Cabello.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) solicita al
gobierno de Estados Unidos derogar la orden ejecutiva por cuanto constituye una
amenaza a la soberanía de Venezuela y exige a Washington que cese de inmediato
el hostigamiento y la agresión. Mientras es notoria la indiferencia, el
silencio o complicidad de los presidentes regionales, los ex presidente del
gobierno español, José María Aznar y Felipe González, junto con otros 23 ex
presidentes iberoamericanos firman la Declaración de Panamá en la que llaman a
sumar esfuerzos para construir una alternativa de solución a la grave crisis
venezolana y exigen la puesta en libertad de quienes están en prisión por sus
ideas y sus actividades políticas. ¿Poner Obama, boots on the ground [botas
sobre el terreno] en Venezuela? Parecería un chiste.
Fuente:
elmundofinanciero.com/La-paranoia