Valle de La Orotava: crisis social

 

Wladimiro Rodríguez Brito *

 

 

[Estamos ante una crisis rentista, donde la tierra sirve para especular y no para producir. El mundo rural y la cultura agraria han perdido todo su valor en nuestra sociedad, y el alejamiento entre la tierra y la población rural es uno de los puntos negros de nuestro sistema educativo.]

 

El cultivo de plátanos en el Valle de La Orotava[1], hasta hace poco seña de identidad del Valle y de la Isla, se encamina a su desaparición. La crisis que sufre nuestro campo no solo es económica, sino que los aspectos sociales y culturales son los que explican la situación actual. El plátano, el cultivo más mimado de Canarias, ha perdido en los últimos años más del 50% de su superficie. En el Valle de La Orotava, hemos pasado de 1.462 hectáreas (has) en 1981 (La Orotava, con 682 has; Puerto de la Cruz, con 415, y Los Realejos, con 365) a situarse esa variable en solo 526 has en 2007. En el año 2013, ha bajado hasta las 440 has, lo que quiere decir que se ha reducido el 20% desde el final de la burbuja inmobiliaria. Con la crisis económica actual, las posibilidades de especular con el suelo como solar se han desvanecido, pero seguimos dejando en desuso un recurso tan importante en nuestras islas como el suelo agrícola.

La situación actual debería servir para mejorar el maltratado sector primario. El Valle ha dejado de producir en los últimos años 40 millones de kilos anuales, a pesar de tener aseguradas las ayudas comunitarias, la salida comercial y buenas infraestructuras de riego y transporte.

 

¿Cuáles son las razones por las que nuestro campo no genera ilusión, compromiso empresarial y motivación? El Valle tiene uno de los suelos más productivos de Canarias, con buenas condiciones de vida y algunas de las mejores infraestructuras de nuestras islas; no se puede comparar esta situación con la marginada Garafía, o con los maltratados barrancos y bancales de Hermigua o los Sauces. Estamos hablando de una actividad económica que puede generar más de 1.000 puestos de trabajo en una zona con altos niveles de paro. La bajada de producción en el Valle genera problemas a todo el sector platanero y dificulta defender la agricultura en Canarias. Hemos perdido cuota de mercado en la Península y miles de agricultores con su correspondiente participación en las básicas ayudas europeas. No tomamos medidas para mantener la cuota histórica, que ha bajado en 80.000 toneladas en total.

 

Estamos ante una crisis rentista, donde la tierra sirve para especular y no para producir. El mundo rural y la cultura agraria han perdido todo su valor en nuestra sociedad, y el alejamiento entre la tierra y la población rural es uno de los puntos negros de nuestro sistema educativo. Muchas parcelas que antaño eran cultivadas de plátanos en el Valle están cubierta de maleza, y solo en casos contados se han sustituido por aguacates y hortalizas. Ha predominado el sentido especulador sobre el productivo y social; este modelo lamentablemente se está propagando por las Islas.

 

Hay que tomar medidas para incorporar jóvenes a la agricultura. Nuestro compromiso debe estar con los consumidores peninsulares, pero sobre todo con la agricultura local. No veamos el suelo como mercancía, sino como un recurso que tenemos que optimizar en Canarias.

 

[1] valle de La Orotava

 

 * DOCTOR EN GEOGRAFÍA POR LA UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA

 

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