Infernal Running Trail

 

«» Paco Déniz

 

 


Es muy peligroso salir a pasear por algunas zonas de nuestras ciudades, parques o plazas, campos, veredas, barrios, barriadas, avenidas marítimas y hasta escalinatas oscuras desamparadas y empinadas.

 

Hay mucha inseguridad ciudadana. En cualquier lugar te puede atropellar una banda de corredores desbocados de triatlón, te golpean los retrovisores, realizan piruetas desafiantes delante del coche. Están en forma total. Y si vas caminando te pueden tumbar y tirarte al suelo. Se han dado casos de agresión porque alguno corre muy lento, está gordo o no lleva la indumentaria apropiada. El equipaje de toda la vida ha caducado, ahora tienes que llevar ropa fosforescente, estrechita, de una o dos tallas menos, con un marca pasos externo y unos cables en las orejas para que el aislamiento sea total.

 

El running es un mundo impenetrable, e inexplicable. Muy estresante. Y como van tras la mejor marca de todos los tiempos, a veces tienes que pegar a los chiquillos contra la pared para protegerlo de estas manadas y bandas uniformadas de deportistas sin freno. Incluso por la noche saltan como gacelas en estampida por encima de los charcos y los hoyos profundos que hay en las carreteras. Eso, junto con los ladrillos sueltos que abundan en Aguere, es el principal obstáculo para esta nueva oleada de infernal trail trasnvulcania y Risco Pelado Treinding. Fíjate tú que el otro día abrí la ventana de mi madre en el décimo piso y pasaron corriendo en dirección a la azotea. Cámbate. La ansiedad les lleva a buscar emociones fuertes. Cualquier recoveco es apto para echarse unas carreras, los arcenes, las cunetas, los cercados de tuneras, Ukrania del Este, el malpaís, o las montañas de escombros. Y es una actividad que genera mucho empleo, sobre todo en las fuerzas de rescate y la mecánica de helicópteros. El mago Flipa, los perros se asustan y las cabras se levantan.

 

Por si fuera poco, he oído que se está preparando la Kabul Running Degollada y la Crucificción Laguna Trail, para la primera es imprescindible llevar chaleco antibalas y detector de minas antipersonal, y para la segunda una luz de minero y botas con goretex.  

 

Ya usted ve cómo cambian las cosas, cuando yo corría pa’ mantener, solo de noche por la Manzanilla daba hasta miedo, y ahora hay más ambiente que en la noche del 5 de Enero en La Concepción o en Vegueta.

 

Artículos de Francisco A. Déniz Ramírez publicados en El Canario