Humillación
por partida doble
© Cándido Quintana
Leía
yo un artículo de opinión de Ernesto Martín Braun en El Día, titulado
“Canarias, humillada otra vez en los presupuestos” [1]
Efectivamente
el señor Martín Braun tiene razón, si bien le faltó repartir esa humillación,
porque existe una desproporción tremenda en contra de Tenerife, aunque Gran
Canaria también sale bastante mal parada. Y claro, como ya dije, en el fondo de
esa gran humillación y discriminación hacia Tenerife, no sólo subyace la
arbitrariedad y clara injusticia del Partido Popular, porque Coalición Canaria
y el Partido Socialista Obrero Español también tienen mucho que ver en este
desaguisado, amén de las presiones empresariales y colaboraciones de todo tipo,
inclusive de los periódicos escritos de aquí.
Me
refiero a esas fuerzas vivas entroncadas con el exigente poder empresarial de
Tenerife, que a cambio de lo que sea, que no es el motivo de este artículo, se
han prestado a colaborar para que una barbarie económica, medioambiental y técnica,
se continúe haciendo realidad desviando ingentes cantidades de dinero público.
Me refiero al puerto de Granadilla, inversión “ruinosa” donde la haya. Pues
bien, en esos humillantes Presupuestos Generales del Estado, se consignan nada
menos que 68 millones de euros para ese peligroso disparate, que jamás dejará
ni un solo euro de beneficio y sí muchos riesgos de por vida.
Dice don Ernesto en su artículo,
“a los canarios denles un par de kilómetros de carreteras…” y supongo,
digo yo, que querrá terminar –y se contentarán-, que también es válido
para Tenerife. Pero le faltó decir además para nuestra Isla, -inviertan mucho
en el puerto de Granadilla-, que aunque sea un timo en toda regla y cabreará
muchos a los Ciudadanos, los políticos y empresarios beneficiados y toda su
corte se pondrán especialmente contentos. Y como en Tenerife son ellos los que
mandan, deciden y se llevan el gato al agua, todo solucionado. ¡Que desvergüenza!
Estipula el reparto que Gran
Canaria recibirá 114 millones de euros, 103,7 euros por habitante, y que
Tenerife, que aún con la inversión en el atropello del puerto de Granadilla
ocupa el 6º puesto por la cola, 145,3 millones de euros, o sea 144,6 euros por
habitante. Y yo aclaro y les digo que son unos mentirosos, que descontando los
68 millones de euros previstos para ese nefasto puerto, que es como tirar el
dinero a la basura, nos quedamos sólo con unos escasos 77,3 millones de euros,
que nos sitúan en los segundos que menos recibimos de todas las Provincias de
España. Una vergonzosa e inaceptable limosna de 76,9 euros por cada tinerfeño,
algo que ningún Partido debería tolerar.
Y
no me alargo más, ni siquiera para preguntar de donde sale la inversión
para el puerto de Granadilla, ya que supongo que volverán a pensar en fondos de
una Unión Europea ciega o que no quiere darse cuenta del disparate de puerto
del que estamos hablando y del gravísimo peligro que conlleva, si su función
la centran en acoger buques metaneros para esa regasificadora, que
esperemos que nunca se haga realidad por el bien de Tenerife. Por parte del
Estado no es posible, porque la Ley de Financiación de las Administraciones Públicas
no lo permite, y con recursos propios de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de
Tenerife tampoco, pues es deficitaria y está endeudada hasta el cuello. Y así,
y un año más, los Presupuestos Generales del Estado dejan al pairo cantidades
de necesidades sociales de “primer orden” por el puerto de Granadilla,