La cueva de Belmaco (Benahoare)
Este
yacimiento arqueológico está situado en el barranco de las Cuevas o de
Belmaco. Discurre por el término municipal de Mazo, en la isla de La Palma,
habiendo estado ubicada dentro de la demarcación del que fuera el territorio
del bando de Tigalate, según los datos provenientes de las fuentes
etnohístóricas. Aunque la cueva
de Belmaco fue conocida desde el siglo XVIII gracias a los grabados rupestres
que se encuentran en ella, también parece haber sido empleada como lugar de
morada por los habitantes precoloniales de La Palma, tal y como lo demuestran
los restos materiales rescatados en las excavaciones arqueológicas practicadas
en su día.
Se
han realizado multitud de investigaciones
sobre los orígenes y motivos
de estos hallazgos. Las últimas teorías los vinculan con las sociedades atlánticas
aunque también hay aportaciones que establecieron las relaciones externas con el cercano continente africano y el ámbito saharíano,
mientras otros los englobaba en
el mundo líbico-beréber situado entre los años
Otros
autores han decidido ahondar en los componentes arqueoastronómicos que,
aparentemente, subyacen en las representaciones rupestres en función de
gradientes de orientación e inclinación
referencial.
De esta forma, se estaría haciendo patente la presencia de un culto al
sol, a la luna o a otros elementos astronómicos coincidentes con la llegada de
los solsticios, estrechamente vinculados con el mundo ganadero que caracterizaba
a la sociedad palmera prehispánica y con el comienzo/fin del ciclo anual de su
calendario. Esta relectura global de las inscripciones rupestres podría indicar
que la Cueva de Belmaco no fue sólo un lugar
de habitación y residencia, sino que tal vez pudo tener en algún momento
una significación cultual más amplia y compleja.
Galería
de Arte de José Carlos Gracia.
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– Jose Carlos Gracia
Fuente: Ilustración y texto publicado en el suplemento La Prensa del periódico El Día,04-01-2015