General
Francisco Tomás Morales
Guayre Adarguma *
1781
diciembre 27.
En este artículo tratamos la figura del General Francisco
Tomás
Morales (1781-1844), que habiendo sido salinero en la Casa Fuerte de Santa Cruz
del Romeral, donde con seguridad también recibió formación de armas y
participación en combates, emigra a Venezuela en 1801 sin dominar las primeras
letras y allí desarrolla una fulgurante carrera militar favorecida por la
Guerra de Independencia, llegando a alcanzar el grado de mariscal de campo,
siendo el último Capitán General de la América continental.
Morales,
que emigró como tantos isleños de humilde cuna a Venezuela a labrarse un
porvenir, es uno de los primeros ejemplos, de personajes de clases bajas que
asciende al más alto escalafón del Ejército, reservado en aquellos tiempos a
personajes pertenecientes a la nobleza o la alta sociedad.
Su
vida en Canarias.
La
fecha de su nacimiento es el 27 de diciembre de 1781, en Carrizal. Los padres
fueron Francisco Javier Morales Guedes y Mariana Alfonso Guedes y su madrina
Tomasa Afonso, de la que recoge su segundo nombre.
En un
principio pensamos que Francisco Tomás Morales, era familiar directo de Blas
Antonio Guedes, el primer Guedes establecido en la Casa Fuerte, mayordomo de Las
Salinas y Condestable (comandante) de la Casa Fuerte a principios del s. XIX,
ascendiente de los Guedes de Castillo del Romeral. Al investigar la genealogía
vimos que el primer antepasado común era el padre del tatarabuelo de Blas
Guedes, Baltasar Hernández Guedes (Las Palmas, 1612) que contrae matrimonio en
1631 en Agüimes, con Isabel Alfaro, donde se establece y tiene 12 hijos. A su
vez Baltasar era padre del tatarabuelo del General Morales.
Observamos
que Morales desciende del capitán Juan Guedes (nieto de Baltasar Hernández
Guedes), del que proceden tanto su padre como su madre. En algunos documentos,
el apellido termina en "s" y en otros en "z", pero en
definitiva son el mismo apellido.
Hay un
hecho en el que hay una contradicción y es el lugar del nacimiento que
oficialmente tuvo lugar en El Carrizal de Ingenio, pero según Bethencourt
Massieu (La Revista del Regimiento de Telde) fue en las Salinas del Romeral. En
la documentación que hemos consultado figuran partida de nacimiento y
testimonios de información de parentesco y limpieza de sangre practicadas a
favor de don Francisco Xavier Morales Guedez, el padre del general. Se
encuentran árbol genealógico y copia de partidas de bautismo. En toda esta
documentación figura que el general y todos sus ascendientes son naturales del
Carrizal, e incluso aparece un dibujo de la casa donde nació.
La
documentación con la limpieza de sangre del General y el dato de que era
salinero en Las Salinas del Romeral, lo hemos obtenido en el Museo Canario, en
unos apuntes mecanografiados pertenecientes a una copia de una documentación
sobre el General, cuyo original se encuentra en el Archivo de Acialcázar
(Legajo nº3: General Morales), donde se expone que Morales trabajó como
salinero en la explotación de Santa Cruz del Romeral, propiedad de la familia
Rocha. Se dice que al llegar a Las Palmas G.C. la noche que embarcó para América
solicitó autorización a los Rocha para dormir en el zaguán de su casa en la
calle Malteses. Cuando regresó a Canarias, y con ocasión de devolverle la
visita a Don Antonio de La Rocha, al acompañarle hasta el zaguán, Morales le
señaló el rincón donde había dormido.
Con
toda seguridad en los años que se establece en la Casa Fuerte, Morales podría
haber tenido formación en armas y experiencia en combates. En esas fechas de
finales del siglo XVIII, tiene lugar otra de las múltiples guerras de España,
esta vez con Inglaterra y muchos barcos vienen a refugiarse de las naves
enemigas al abrigo del Castillo tal como relata Santiago Cazorla (Los Tirajanas
de Gran Canaria) que dice contar con oficios de una serie de barcos que se
refugiaron durante los años 1797 y 1798, época en la que se produce también
el famosos ataque de Nelson a Santa Cruz.
Nosotros
tenemos documentados varios ataques ingleses al sur de la Isla, en el que
destacamos el de mayo de 1798, que nos describe Suárez Grimón (Diario cronológico
histórico de los sucesos elementales, políticos e históricos de esta isla de
Gran Canaria.1780-1814):
"En
este mismo mes quemaron los yngleses en el puerto de las Salinas del señor
conde de la Bega Grande, un barco de costa nuevo, propio de Pedro Navarro,
platero, y del zapatero José Candelaria. Y las tripulasiones de dos corsarios
yngleses tomaron tierra en el Ganiguín y talaron y quemaron las mieses y casas
que tenía allí dicho señor conde, y pasaron tropas y artillería a aquel
parage pero inmediatamente se enbarcaron dichos yngleses".
El
mismo autor nos relata la acción en otra publicación (Construcción naval y tráfico
marítimo en Gran Canaria en la segunda mitad del siglo XVIII):
Los
ingleses capturan el pesquero Ntra. Sra. de la Soledad en la costa de Juan
Grande, que tan solo había realizado un viaje a Berbería. En su segundo viaje
y cuando iba a buscar sal "fue apresado por los ingleses y, sin embargo,
de que estos le dieron fuego en las mares a la vista de Juan Grande, la gente de
su tripulación pasó a su bordo y pudieron evitar el que se prendiese en el
todo de dicho barco". Posteriormente fue reparado con la quilla de otro
barco y continuo el tráfico de pesquería.
Esa
posible experiencia serviría a Morales para su fulgurante carrera en América.
Emigración
a Venezuela.
Morales
llega a Venezuela el 25 de febrero de 1801, estableciéndose y dedicándose al
comercio en Nueva Barcelona. Comenzó a trabajar en una pulpería, tienda donde
se venden diferentes tipos de géneros para el abasto. Allí aprendió a leer y
a escribir y consiguió progresar, haciéndose con un capital propio y navegando
y comerciando por las Antillas.
Ingresa
en la milicia, donde realiza una carrera fulgurante, pasando de soldado a Capitán
General de Venezuela en 20 años, a consecuencia de la guerra de independencia
que se desarrolla contra el general Bolívar. En 1823 Venezuela consigue la
independencia y Morales regresa a Canarias donde es nombrado Capitán General.
Según
Domingo Déniz Grek (Resumen histórico descriptivo de las Islas Canarias.
1840-53). Morales, en un principio tenía intención de ir a La Habana en Cuba,
pero su barco llega en primer lugar a Tierra Firme (Venezuela), donde decide no
proseguir el viaje, hecho afortunado, pues el barco cuando continúa hacia Cuba
tiene la desgracia de naufragar.
Siguiendo
a Déniz Grek, en 1804 entra en la milicia de artillería (funciones que había
desempeñando con la artillería de la Casa Fuerte) como soldado voluntario,
siendo su primera batalla en 1806, cuando los ingleses atacan el Morro de Nueva
Barcelona.
En 1809
se casó en Nueva Barcelona con doña Josefa Bermúdez, de la que tuvo a una
hija llamada Marianna, al igual que muchas de sus ascendientes y que con el
tiempo se casó con el General Ruperto Delgado.
A
partir de 1806 actúa de soldado, y asciende a cabo, sargento, subteniente,
teniente y ayudante, capitán, teniente coronel y coronel. De
En el
siguiente enlace de la Wikipedia, se encuentra la biografía completa con los
hechos de armas más importantes en los que participó el general: Biografia de
Francisco Morales.
http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Tomas_Morales
En
resumen, en 20 años pasa de soldado a capitán general, en una rápida y
brillante carrera militar, que se explica por la guerra civil que le tocó
vivir, y en la cual libra más de medio centenar de encuentros. Luchó primero
contra los británicos en 1806. Al estallar la rebelión venezolana se pronuncia
por el Rey y combate contra los rebeldes, junto al canario Domingo de Monteverde
(1811-1813); luego con Tomás Boves, cuya táctica al lado de los famosos
llaneros aprende y de quien será su segundo (1813-1814). Fue herido en cuatro
ocasiones y vencido en nueve batallas, llegando a enfrentarse con su ejercito
con los principales jefes rebeldes, destacando con Simón Bolívar, con el que
se enfrentó en 8 batallas, ganando Bolívar únicamente la batalla de Carabobo
(1821). Como jefe superior, mantiene el precario dominio de España en Venezuela
de
El
ascenso y fulgurante carrera se comprende por su reputación de audacia, valor,
arrojo e inteligencia que le llevó a ser por méritos de guerra, el último
general español que salió de tierra continental americana. A su vez tenía
fama de cruel y no tener escrúpulos, comprensible en su época y en la guerra
que le toco vivir, donde no dudaba en degollar a sus enemigos y freír sus
cabezas. De hecho hay escritos de Simón Bolívar donde se menciona a Morales y
se le enjuicia muchas veces.
En la
guerra, le quemaron su casa en Piritú y secuestraron a su esposa e hija, reteniéndolas
en la Isla Margarita, estando a punto su esposa de ser fusilada, siendo salvada
por el gobernador inglés de la Isla de Trinidad, que sabiendo su situación
mandó una fragata de guerra y salvó su vida.
La
Guerra de Independencia de Venezuela.
Para
explicar el ascenso de Morales y comprender aquel mundo tan convulso, aportamos
algunos datos que nos presenta el artículo de la revista Bienmesabe, Los
canarios en la independencia de Venezuela
El
Canario es desde los orígenes de la Venezuela colonial sinónimo de isleño,
un conglomerado étnico diferenciado de español y del europeo. Para los
naturales americanos, los canarios eran tomados por un igual porque consideraban
que eran diferentes de los españoles peninsulares, eran tratados como criollos
(blancos nacidos en América), pertenecían a una provincia que separada de la
Península por el mar al igual que ellos, además de separarse y disgregarse del
conjunto de los españoles que llegaban a Venezuela. El número de Canarios era
muy superior al del resto de españoles y en aquellos tiempos eran muchos los
canarios que emigraban buscando un mejor futuro y oportunidades en la tierra
americana.
La
goleta San Rafael, del capitán grancanario Salvador Almeida, testimonia
la migración grancanaria. Fletada en Las Palmas en 1802 para La Guaira,
desembarcó sus pasajeros en Barcelona. Los trasladados procedían de Telde, Agüimes,
Teror y San Lorenzo.
Los
canarios que llegan, al igual que Morales, en su mayoría son pertenecientes a
las clases bajas, y muy pobres. Se buscan el porvenir, normalmente en pequeños
negocios y comercios y son considerados como "rústicos, pulperos y
bodegueros" tanto para la oligarquía venezolana, impulsora y defensora
de la independencia como para los españoles del ejercito realista. Se les trata
como a clases bajas y así vemos como a Morales se le describe peyorativamente
por los generales venezolanos de la siguiente manera: "El canario
Morales, rastrero y bajo desde los principios, había comenzado por soldado y
asistente del teniente coronel español don Gaspar de Cagigal… era antiguo
vendedor de pescado frito en Píritu y llamado a terrible notoriedad en los años
siguientes".
La República
de Venezuela que se proclama en 1813 es impulsada por las clases poderosas y
oligarcas que pretenden la independencia de España para luchar contra el
monopolio comercial español. Es por ello que los canarios apoyaron en un
principio los cambios políticos promovidos por la élite. Todos los sectores
sociales de origen canario coincidían con la oligarquía criolla en su oposición
a los españoles.
Pero el
nuevo gobierno, es para los pequeños comerciantes canarios, peor que el
anterior pues temen por sus bienes "amenazados de onerosas derramas, y
empiezan a desear el restablecimiento del gobierno antiguo". Es
significativo que, mientras que los canarios de origen inferior apoyarían a
partir de entonces la contrarrevolución, los integrados en la oligarquía
siguieron optando por la independencia.
Un
hecho va a decantar que muchos canarios se pasen al bando realista. Pocos días
después de la proclamación de la República, acontece la llamada "Insurrección
de los isleños", en las inmediaciones de Caracas: "sesenta
individuos naturales de las islas Canarias se reunieron en los Teques montados
en sus mulas, armados de trabucos, cubiertos sus pechos con hojas de lata y
gritando ¡Viva el Rey y mueran los traidores!"
Era la
confirmación de que las deserciones comenzaban a crecer entre los isleños de
las clases bajas, que la decepción y el desánimo cundía. La rebelión fue
pronto sofocada por haber sido delatada por uno de sus organizadores. Sus
cabecillas detenidos y conducidos a las cárceles. Juzgados en tres días,
fueron fusilados 16 de ellos y colgados en la horca. Francisco Javier Yanes
reconoce que sus "cadáveres fueron destrozados, a usanza española, y
puestos sus despojos en varios puntos de la ciudad. "
Esta sería la constante en una guerra civil cruenta e incrementada por
la tensión y el odio étnico-social. Con ella una intensa escala de muertos en
la que sería la guerra más sangrienta de las que se desarrollaron por esas
fechas en la América española. Se calcula en un tercio de la población las pérdidas
demográficas deparadas.
Según la Wikipedia, el Decreto de Guerra a Muerte fue una declaración hecha por Simón Bolívar en 1813 que estuvo en vigor hasta 1820 en que se firma un tratado de armisticio. Según Bolivar fue creada como respuesta a varios crímenes y masacres realizados por soldados españoles tras la caída de la Primera República, contra miles de republicanos.
El objetivo del documento era cambiar la opinión
pública sobre la guerra venezolana de liberación, para que en vez de ser vista
como una mera guerra civil en una de las colonias de España, fuera vista como
una guerra internacional entre dos países, Venezuela y España.
Este
decreto significaba que los españoles y canarios que no participasen
activamente en favor de la independencia se les daría muerte, y que todos los
americanos serían perdonados, incluso si cooperaban con las autoridades españolas.
Además, añadía el objetivo de comprometer de forma irreversible a los
individuos con la revolución. Sin embargoLa Guerra a Muerte fue practicada por
ambos bandos.
Durante
la Campaña Admirable por cada lugar "todos los europeos y canarios casi
sin excepción fueron fusilados" por las armas patriotas a su paso. En
febrero de 1814, al concluir la campaña, Juan Bautista Arismendi, por órdenes
de Bolívar, mando a fusilar a 886 prisioneros españoles en Caracas. Para
engrosar su número añadió inclusive los enfermos en el hospital de La Guaira,
cerca de
Como
veníamos comentando los canarios pasaron a convertirse en la columna vertebral
del nuevo orden. La restauración realista no podía entregar el poder a la
antigua élite que en su gran mayoría había apoyado la causa republicana. Y es
aquí donde se explica el progreso de Morales en un ejército compuesto en su
mayoría de llaneros que debido al odio racial y el afán de recompensas,
continuaron fieles a la causa realista.
Los
españoles arrebatan las tierras a la oligarquía independentista y liberan a
sus esclavos. Prometen tierras ganados y recompensas a llaneros e isleños lo
que los lleva a luchar contra sus antiguos amos con un odio racial.
La
barbarie, la violencia era desenfrenada por ambas partes. Se fusilaba sin piedad
al enemigo en un simbolismo despiadado en el que se descuartizaban los restos.
El insurgente Briceño pedía la muerte de todos los españoles y canarios y
llegó a pedir dinero por sus cabezas. El odio étnico se hace patente cuando se
cantaban canciones como ésta cuando los canarios iban conducidos a los patíbulos:
Bárbaros
isleños,
Una de las acusaciones que se efectuaba contra los jefes realistas era que no
tenían nada que ver con un ejército convencional. La subordinación y la
jerarquía militares, tal y como era entendida en el ejército, no existía en
la realidad. Los ejércitos sólo obedecían a su caudillo y la élite de este
ejército la constituían los llaneros con su principal lider Boves y su segundo
al mando Morales.
De
hecho a Morales se le acusa de crueldad pues de hecho había mandado fusilar,
según Heredia, a 7 capitanes de su ejército por considerar que no le eran
fieles. "Envió las 7 cabezas al Gobernador militar de Caracas para que
las fijase en parajes públicos". Cajigal reafirma que la insubordinación,
la no aceptación de la jerarquía, el no sometimiento a los superiores es una
constante en Morales. Yanes dice de él que sus atrocidades llevaron a extremos
deleznables, como el que aconteció con el canario Tomás Losada en Cariaco.
Partidario de la independencia había huido de Caracas y se había refugiado en
esa localidad: "mandó matarlos a todos y que le llevasen el dinero y
efectos que encontrasen en su posada".
En
esta situación las cosas comienzan a cambiar cuando llega un contingente de
10.000 españoles a Venezuela a reforzar el ejército realista. La tropa
peninsular, bien vestida y equipada "con aquel garbo que es peculiar a
los españoles de raza pura" contrastaba con las pobreza de los del país,
descalzos y con trajes rotos. El capitán general al mando, Morillo, comete la
imprudencia de "considerar a los criollos sólo por su mezquino aspecto",
sin atender a su mayor mérito para una guerra en tierra para la que los españoles
no estaban preparados. La marginación y la altanería con que los militares
profesionales miraban a los criollos hizo que "en poco tiempo se vio que
estos hombres despreciados, afiliados después en las filas patriotas (de los
independentistas) supieron y pudieron ir destrozando a los ufanos e indiscretos
soldados del General Morillo, al paso que radicando el odio contra los
incorregibles españoles".
El
propio Morales en una carta dirigida a Morillo dejó constancia de esa
postergación, que a la postre fué la responsable de la derrota, a diferencia
de lo actuado por Boves y por él:
"Los
jefes españoles que podían tomar o tenían en la mano las riendas del
Gobierno, o no tenían el conocimiento necesario de la localidad, de los pueblos
e índole de sus habitantes, o queriendo hacer la guerra por lo que han leído
en los libros, se veían envueltos y enredados por la astucia y viveza de las
tropas, sin poder dar un paso con feliz éxito, a menos que fuese seguido de los
mismos naturales.
Tuvo la fortuna D. José Tomás Boves de penetrar los sentimientos de éstos
y adquirir un predominio sobre ellos por aquella simpatía, o como suele
decirse, por un no sé qué suele sobresalir en las acciones de un hombre y
hacerle dueño de sus semejantes. El difunto Boves dominaba con imperio a los
llaneros, gente belicosa y tal que es preciso saberla manejar para aprovecharse
de su número y de su destreza. (...) Comía con ellos, dormía entre ellos y
ellos eran toda su diversión y entretenimiento, sabiendo que sólo así podría
tenerlos a su devoción y contar con sus brazos para los combates, reluciendo más
estas verdades con el contraste de los ejércitos o divisiones mandadas por los
jefes de la provincia con nombramiento o patente de la soberanía (...) .
Verdad es que las tropas disciplinadas saben hacer la guerra por principios,
pero es contra otras tropas que operan por la misma táctica, y están
arregladas a unas costumbres militares, pero venga un jefe, cualquiera que sea,
y entre en combate sin contar con los modales y genios de sus soldados, hallará
seguramente su destrucción y su ruina. Diecinueve mil hombres mandaba Boves y
tenía reunidos para acciones hasta 12.000. ¿Y podrá algún otro hacerlo en el
día? Usted lo sabe y nadie lo ignora"
Regreso
a Canarias.
Siguiendo
la documentación sobre Morales a la que pudimos acceder en el Museo Canario,
Fernando VII perdidas ya todas las posesiones americanas, solo podía premiar a
Morales con la Capitanía General de Canarias, cargo que en aquella época era
la principal autoridad civil, política y militar de Canarias, además de
presidente de la Real Audiencia. Fue el segundo canario nombrado Capitán
General, y entre las distinciones que obtuvo destacan la de Caballero de la Real
y Militar Orden de San Fernando, y de la americana de Isabel la católica, de la
de San Hermenegildo, condecorado con la de Fidelidad Militar de primera clase y
por varías distinciones por acciones de guerra
En 1827
llegó a Santa Cruz, sede de la Capitanía General, y poco después llega a Gran
Canaria donde se le tributa un caluroso recibimiento, que con el tiempo se enfría
debido a su autoritarismo, nepotismo y arbitrariedades. En su cargo abasteció
de agua a la población y al puerto de Santa Cruz y reprimió algunas asonadas
liberales.
En 1828
solicitó un título condal (Andrés Lorenzo Cáceres: El General Morales
solicita un título).
En 1834
cesa como Capitán General y pasa a Gran Canaria, obteniendo del Estado, como
premio a sus servicios en tierras americanas, la hacienda San Fernando en la
Montaña de Doramas, donde se retira, el nombre de la hacienda es dado en honor
al Rey Fernando VII, al igual que su yerno dá el nombre de Santa Cristina a la
finca con que le premió la reina consorte Maria Cristina. Al jubilarse es
acusado de cometer excesos durante su mandato y de estar talando el bosque de
Doramas. El mariscal de campo José Marrón, con cargo de general y gobernador
civil se hizo eco de las quejas, y sin duda celoso de la ascendencia de Morales,
arremetió contra él y contra su yerno Ruperto Delgado, a quién había
nombrado Gobernador Militar de Las Palmas. Suponía que ellos eran los
instigadores de una campaña de difamación en su contra. A ambos se les deporta
a la Península, pasando allí dos años.
Francisco
Morales falleció el 5 de octubre de 1844, y está enterrado en una capilla de
la finca San Fernando en la Montaña de Doramas.
La hija
de Morales, María Ana Morales Bermudez, casó en 1833 con el brigadier Ruperto
Delgado, cuando la joven tenía solo 14 años y el brigadier 44, de cuyo
matrimonio nacieron cinco hijos: Francisco Tomás, Josefa, Fernando (alcalde de
Las Palmas en 1899 cuando se inauguró la primera compañía eléctrica) Manuel
y Tomás.
Según
Morales Padrón, el general "fue un audaz militar sin escrúpulos, cruel
y zafio; un hacendado oportunista, voraz y arbitrario, que actuaba en el campo
civil como si todavía estuviera en los campos bélicos de América donde todo
estaba permitido, incluso el degollar a unos enemigos y freír sus cabezas.
En su
testamento figura un extenso patrimonio logrado a lo largo de su carrera. La
hacienda "Santa Rosa" en el pueblo de la Victoria, Venezuela, de 49
leguas cuadradas, un solar en Piritú, cuatro esclavos en el pueblo de Cagura,
deudas varias que le debían por 18.000 pesos comerciantes en Venezuela y La
Habana, varios pedazos de tierra de secano y regadío heredadas de su padre y
otros que adquirió posteriormente, una casa de dos pisos frente a la calle de
los canónigos, un almacén en la costa de Lairaga, una hacienda en Tenerife de
100 fanegadas, una casa de dos pisos en Santa Cruz, vales, créditos y sueldos
que se le adeudaban y la famosa hacienda "San Fernando" de 955
fanegadas en la Montaña de Doramas.
En la
época de la desamortización, el coronel Ruperto Delgado, yerno del general,
remató en El Doctoral, 16 fanegadas, 9 celemines y 12 brazas con dos días de
agua por 18.600 reales de vellón. Dichas tierras pertenecían a la Cofradía
del Rosario de Agüimes.
Finalmente
los restos del General, juntos con los de su esposa, su hija y su yerno
descansan en la pequeña capilla de su hacienda de San Fernando en Moya,
hacienda que hoy pertenece a la familia Bitini Delgado. (Pablo Guedes González)
Tomado de:
http://historiacastilloromeral.blogspot.com.es/2013/04/francisco-morales-de-salinero-en.html
BIBLIOGRAFÍA.
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(1840-53). Manuscrito dactilográfico conservado en la Biblioteca del Museo
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General
Morales. Apuntes mecanografiados en el Museo Canario pertenecientes a una copia
de una documentación sobre el General, cuyo original se encuentra en el Archivo
de Acialcázar (Legajo nº3: General Morales).
GONZALEZ
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www.guiadegrancanaria.org .
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Francisco Tomás Morales". III Coloquio Canarias-América. LPGC, 1978. Pág.
87-94 y "Documentos sobre Francisco Tomás Morales Afonso", Sevilla
1978. Dossier de documentación variada sobre este tema en el Museo Canario. A
su vez Francisco Morales Padrón aporta otras fuentes de documentación que son:
BORGES,
Ana Lola: Francisco Tomás Morales, General en Jefe del ejército realista en
Costa Firme (1820-23). "Anuario de Estudios Americanos", 1965. Madrid-
Las Palma, nº 11, pp. 11-102.
Archivo
de Acialcázar ( Legajo nº 3: General Morales).
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PADRÓN, Francisco: "El último capitán general de Venezuela: el canario
Francisco Tomás Morales". III Coloquio Canarias-América. LPGC, 1978. Pág.
87-94 y "Documentos sobre Francisco Tomás Morales Afonso", Sevilla
1978. Dossier de documentación variada sobre este tema en el Museo Canario. A
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Los
Canarios en la independencia de Venezuela. Revista Bienmesabe.
http://www.bienmesabe.org/noticia/2009/Junio/los-canarios-en-la-independencia-de-venezuela-y-vi
SUÁREZ
GRIMÓN, V.: Diario cronológico histórico de los sucesos elementales, políticos
e históricos de esta isla de Gran Canaria (1780-1814. [2002]. T. II. Pág.
63.
SUAREZ
GRIMÓN, Vicente: "Construcción naval y tráfico marítimo en Gran Canaria
en la segunda mitad del siglo XVIII". IV Coloquio Canarias-America. LPGC,
1980. Pág. 859.
TARAJANO
PÉREZ, Francisco: Memorias de Agüimes III. 2001. Ayuntamiento de Agüimes.
Pág. 89.
* Guayre Adarguma Anez Ram n Yghasen.