Canarias: Esto No Va Bien

 

Félix Román N. Rodríguez *

 

Las noticias no informan, contaminan el alma, la mente y el cuerpo de quienes las vemos…

Hoy me senté en mi sofá como cada tarde-noche, y observé. Simplemente presté atención, lo que ví a mi alrededor no me gustó nada en absoluto. Observé que vivo en un mundo en el que, mire a donde mire en el día a día, sólo se ve publicidad por todas partes, intento de vendernos cuanto no necesitamos, rodeados por todos los flancos de mensajes que nos dicen cómo vestir, cómo comer, cómo sentirnos, qué pensar, a que grupo o etnia pertenecer, o si debemos dejar de pertenecer a un grupo alguno.

Todos son instrucciones, mensajes directos o subliminales. Música enlatada de mal gusto y peor mensaje, porque ya no hay poesía, ni arte, ni educación, la lírica imperante es la de los números, las estadísticas y los estudios de mercado.

Hoy me percaté de que vivo en un mundo donde ya ni siquiera todo se compra y se vende. Peor aún ni tan siquiera podemos comprar. El dinero escasea, el gobierno nos roba a través de impuestos, embargos, tasas, sanciones administrativas, multas, recursos…, la corrupción de los políticos se gasta en lujos, putas, fiestas y otros conceptos de “representación” lo que los niños en los colegios no pueden disfrutar para su presente: para su futuro. Observé que no se puede ver la televisión sin tragarse toneladas de basura, demencia, violencia y destrucción.

Las noticias no informan, contaminan el alma, la mente y el cuerpo de quienes las vemos a la hora de las comidas. Internet (una herramienta pensada para acercarnos, cultivarnos, liberar la formación y la información, la cultura y el arte), abundan los fraudes, las falsas noticias, las mentiras, y la desinformación.

Vi, como en Canarias vive gente (si a eso se le puede llamar “vida”) a la que bancos quebrados, pero que mantienen la postura de vencedores han quitado su hogar, bancos que invierten lo que no tienen en anuncios para convencer al siguiente descerebrado para que deposite su dinero en ellos, para que les confíe la nómina, el salario, la pensión y la vejez. Esa misma que se encargarán de robarle con comisiones porcentajes, tarjetas de crédito, descubierto y no sé cuantas otras invenciones más (ingeniería financiera la llaman) para que no tenga mañana, o mejor dicho, para que su futuro esté embargado como su casa, su coche, su vida entera.

Escuché por radio, prensa, internet, televisión, (por todas partes) declaraciones de impostores, actores disfrazados de políticos y gobernantes diciéndonos que todo va bien, que ya estamos saliendo de una crisis que ellos mismos han creado, que la pobreza remite, que las oportunidades aumentan, y que el desempleo va mejorando.

Hoy y ayer, y el día anterior, escuché mentiras narcotizantes que aún sirven para anestesiar a todos los canarios, para que no se levanten, para que no piensen, para que no sientan ese terror que; por otro lado en otros canales en otros medios, ellos mismos se encargan de inocular.

Pese a ver visto todo esto, no he perdido la esperanza, sigo pensando (quizá estúpido de mi) que la decencia, la justicias, la verdad, la igualdad, los derechos, la paz; y la libertad deberán triunfar finalmente. Que podremos vivir los canarios como seres humanos, y no como animales de corral a las que unos pocos apacentan, alimentan y sacrifican según la última tendencia imperante en Wall Street.

Sigo pensando que el joven canario que estudia en la habitación de su casa, tendrá un trabajo digno, y dignamente pagado con el que realizar sus sueños. Que la mujer que se esfuerza a diario trabajando como comercial vendiendo seguros puerta a puerta, tendrá su recompensa.

Que el trabajador de 60 años podrá prejubilarse, porque lleva desde los catorce años esforzándose y está agotado-a. que tendrá una sanidad digna, feliz, y con salud. Que vivirá para ver como sus hijos y nietos crecen seguros, tranquilos, autorealizados y felices. Sigo pensando que se puede, que un cambio individual y social es posible, así como más necesario e imperativo que nunca.

He mirado a mi alrededor y no me ha gustado lo que he visto. De modo que seas quien seas, estés donde estés, y te llames como te llames te escribo a ti: Budha, Jesús, Alá, Yavé, Padre, Madre…, como prefieras, necesitamos ayuda.

Todos los canarios estamos sufriendo y no nos lo merecemos. No todos, al menos, échanos un cable porque esto no anda bien

 

* Contertulio de la emisora La Voz de Rusia para Canarias