Eliseo
Izquierdo, Premio Patricio Estévanez a la trayectoria profesional,
que concede la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife
El
periodista tinerfeño Eliseo Izquierdo acaba de recibir el Premio Patricio Estévanez
a la trayectoria profesional, que concede la Asociación de la Prensa de Santa
Cruz de Tenerife.
El
periodista tinerfeño Eliseo Izquierdo (La Laguna, 1931) se autocalifica como de
la "vieja escuela", de los del bolígrafo, bloc de notas y una memoria
privilegiada. Hace décadas que dejó de ejercer el periodismo diario, aunque
siempre ha mantenido su vinculación con los medios a través de colaboraciones
puntuales. Su trayectoria profesional acaba de ser distinguida con el Premio
Patricio Estévanez, que le ha concedido la Asociación de la Prensa de Santa
Cruz de Tenerife (APT).
"Para
mí tiene una particular emoción y valor. Por un parte es un premio que me dan
mis colegas, los compañeros de profesión y amigos periodistas. Por otro, lleva
el nombre de un periodista ejemplar, de un tinerfeño realmente fuera de serie.
Un hombre que marcó una época y que fue patriarca de todos los periodistas
canarios, por eso en algunos círculos le tenían tanto miedo, por su honradez,
su ejemplaridad y por su manera de entender el periodismo en unos momentos difíciles
de la política insular, como fue el momento que desembocó en la creación de
los cabildos insulares. Él fue capaz de mantener una dignidad y una categoría
en la profesión", rememoró.
Izquierdo
ya se jubiló como jefe de la Oficina de Correos y Telégrafos de La Laguna, a
la que se consagró hace décadas por motivos económicos y familiares. Tras
trabajar en El Día y en La Tarde, "hubo un momento en el que se
produjo un salto cualitativo en la atención a los empleados públicos, entonces
era jefe de Telégrafos, tenía una familia que atender. Entre el romanticismo y
la realidad opté por lo que entendía que tenía que hacer y no me arrepiento.
Aunque estuve en el periodismo hasta que murió La Tarde en el año 82".
A
pesar de aquella decisión, este periodista que fue presidente de la Academia
Canaria de Bellas Artes, continuó haciendo periodismo voluntariamente,
"manteniendo colaboraciones espontáneas o cuando se me pedían algunas
cosas concretas, y lo he hecho porque me siento periodista hasta la médula".
El
autor de la obra "Periodistas canarios. Siglos XVIII-XX" siempre ha
tenido muy claro cuál ha sido norte. "He sido un periodista que ha querido
estar cerca de lo más cerca. Es decir, he querido ser un periodista que ha
atendido la realidad tinerfeña muy de cerca, puesto que mi trabajo siempre ha
estado en esa área. En El Día inauguré
y mantuve, hasta que me marché por exigencias de la profesión, la sección de Vida
universitaria, y el aeropuerto. Y una sección, que para mí fue muy entrañable,
La Laguna, encrucijada, que era una mirada diaria a la vida de la ciudad
en la que vivía", describió con cierta añoranza en sus palabras.
Con
respecto al periodismo actual, reconoció que "lo veo con más sombras que
luces. Nosotros, los viejos rockeros del periodismo, sabíamos con lo que teníamos
que enfrentarnos, porque las cartas estaban marcadas de tal manera que se leía
perfectamente por dónde discurría la actividad política en aquella época.
Hoy no lo sé. De todas maneras, desconozco los entresijos en los que se mueve
la prensa ahora".
Este
titulado en Periodismo y licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de
La Laguna y Ciencias de la Información por la Complutense es consciente de los
grandes cambios registrados en esta profesión, sobre todo a raíz de los
avances tecnológicos, el periodismo digital y los grandes grupos de comunicación,
entre otras realidades del sector.
"Creo
fundamentalmente en el periodismo y en su necesidad. Lo que tendrá que hacer el
periodismo es reinventarse, porque hay una sociedad que está demandando
información y nadie se la puede dar en las condiciones necesarias y
convenientes como el periodista, que tendrá que reinventarse y su función para
cumplir esa más que necesidad. Esa licencia de poder informar a la sociedad, de
que es el único que puede darle una información objetiva".
También
consideró que el papel del periodismo ha variado. "Se ha modificado en
función de que la sociedad también ha cambiado. La política ha cambiado, la
sociedad necesita una dedicación y una entrega diferente. Lo malo es que
advierto a cierto nivel una falta de compromiso ético del periodista, en el
sentido de que el periodista no solo tiene que saber buscar la noticia, sino
además evitar a toda costa que esa noticia esté o pueda estar
contaminada".
La
realidad también indica que algunas empresas periodísticas ya no están
dirigidas por periodistas, sino por otro tipo de profesionales guiados por otra
visión.
"Eso
es lo malo, creo que tenemos que estar todos en esa batalla por buscar un
periodismo independiente, un periodismo serio, que no se deje no ya contaminar,
sino comprar por el poder. Que sea el gran moderador del poder, que sea capaz de
hacer frente a esos poderes y, por lo tanto, sea una fuente de conocimiento,
equilibrada y seria".
Este
investigador y docente, que ha estado muy vinculado con el mundo de la cultura y
el arte en particular, recuerda muchas experiencias como periodista, pero sobre
todo valora "el tránsito que vivimos del periodismo de la etapa franquista
a la democracia. Ha sido una experiencia impagable".
Por
último, con respecto al panorama actual del periodismo, indicó que un
"periodista nunca debe sentirse complacido, por lo tanto tiene que pedir,
exigir y colaborar para que el periodismo sea cada vez mejor. En la medida en
que el periodismo es de calidad, la sociedad también lo es".
Entrevista publicada en el periódico El Día/2014-11-11 Raúl Gorroño, S/C de Tenerife