LA EDUCACIÓN PÚBLICA EN CANARIAS
PUESTA EN SALDO POR EL CONSEJERO
«» Manuel
de la Rosa Hernández. *
La llegada del actual equipo de la Consejería, encabezado por José Miguel
Ruano, supuso un mayor recorte para la Educación pública. Su propia designación
como consejero estuvo motivada por un cambio en los objetivos del Gobierno hacia
la Educación. Ese es el papel asignado por Coalición Canaria.
En este curso, se han producido numerosos conflictos en la Educación pública,
la mayoría protagonizados por los padres en los centros demandando más
profesorado o más medios. Las páginas de los periódicos, elaboradas al
dictado del gabinete de prensa de la Consejería, han dado paso a noticias
continuas relativas a problemáticas diversas de la enseñanza que no han podido
tapar, a pensar que los medios están habitualmente de su lado.
Los titulares abarcan desde situaciones laborales a falta de medios y de
profesorado. Los protagonistas permanentes vienen siendo los padres y madres del
alumnado, que se están plantando frente a la política de recortes de la
Consejería. Han venido planteando sus demandas en relación con la falta el
personal docente o de los servicios educativos en los centros.
Especialmente contundente está siendo la lucha del profesorado
universitario, que exige que se mantengan unos complementos que cobraba
anteriormente y que se negocie la homologación retributiva. También se ha
manifestado en la calle el profesorado no universitario, tanto de Secundaria
como de Infantil y Primaria. Los estudiantes en la enseñanza superior están
denunciando la abusiva subida de las matriculas o la limitada política de
becas.
Estos
recortes han sido la seña de identidad de su responsable, muy dado a los fuegos
de artificio pero sin dar soluciones de fondo a las necesidades planteadas hoy
para la enseñanza por la sociedad canaria. Se produce esta situación en las
aulas mientras centenares de profesores no han sido contratados a comienzos del
curso. El Presidente de la Junta de Personal Docente No Universitario de Santa
Cruz de Tenerife calificaba a Ruano de “auténtico
miserable con la educación, una actitud que nos da la media de la catadura
moral de nuestros gobernantes“. La Consejería ha dicho que sólo se
cubrirán las sustituciones de más de un mes de baja.
Estos se vienen manifestando contra el cierre de escuelas rurales; con la
generalización de los grupos mixtos (mediante los que se mezclan en un mismo
grupo alumnos de dos niveles), ante la negativa a aceptar los agrupamientos
flexibles en secundaria que permitían un mejor aprovechamiento de las clases
por parte del alumnado con distintos ritmo de aprendizaje. Esos recortes se
manifiestan también en la diversificación del segundo ciclo de la secundaria o
en el bachillerato, en la falta de matrículas en muchos centros en esos niveles
educativos.
Se ajustan al máximo las plantillas propiciando masificaciones en las aulas
y despreciando gravemente la atención a la diversidad, lo que es especialmente
grave en aquel alumnado con problemas de integración educativa, social y lingüística.
Pero además todo esto afecta a los servicios complementarios de los centros
como las bibliotecas que apenas se atienden por falta de horas, los comedores
escolares bajo mínimos en personal, faltan administrativos en los centros,...
El consejero se ha ganado a pulso el apelativo de “Manostijeras”, referencia
instrumental al recorte de los presupuestos designados para educación. Esta política
está diseñada por el conjunto del Gobierno canario. Los Pactos por la Educación,
la propaganda permanente en la prensa y el acuerdo puntual con alguna que otra
fuerza sindical no pueden ocultar su fracaso. La Educación pública viene
cayendo en picado. Los datos oficiales así los revelan.
Preparar una confluencia de todos los sectores de la educación es una
responsabilidad de quienes conformamos directamente el servicio de educación,
desde el profesorado a otros sectores de la comunidad educativa, pero también
el conjunto de la sociedad. Ir más allá del horizonte inmediato de cada
conflicto, globalizado las exigencias y las alternativas, es la mejor manera de
buscar una solución a los mismos.
Hoy el mayor peligro para la educación pública canaria viene dado por una
política educativa cicatera que escatima en medios y en personal, que no busca
el dialogo sino la imposición, que es especialmente autoritaria y prepotente.
Su continuidad al frente del Ejecutivo canario y de la Consejería de ramo, podrán
la educación pública canaria en un continuo deterioro de su calidad.
La Educación juega un papel fundamental en toda sociedad, como reproductor
social e ideológico. También, en cierta medida, las condiciones culturales y
de conciencia de su población vienen determinadas por su nivel educativo.
Invertir en educación es la mejor inversión en el futuro. La denuncia de los
derroches realizados o que se pretenden realizar, en obras de infraestructura de
“dudosa utilidad”, es importante, también lo es hacer hincapié en la
defensa de los servicios públicos en general. No debemos olvidar que son “los
mismos” los que destruyen la Educación pública y quienes propician con
sus decisiones la destrucción del medio ambiente en la isla.
Este curso debemos explorar y propiciar las condiciones de la movilización
conjunta de todos los sectores, por la defensa y mejora de la educación pública,
por un mayor presupuesto para la misma, contra las privatizaciones, por la
dignificación de la función de docente, por la democracia en los centros
educativos… La movilización social es necesaria.
Publicado por el periódico “YA ESTÁ BIEN” noviembre de 2004, editado
por Coordinadora de Pueblos y Barrios/Asamblea por Tenerife.
* Miembro de Junta de Personal Docente de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias.
Otros artículos de Manuel de la Rosa Hernández publicados en El Guanche y en El Canario