La debilidad del
colonialismo español tras el 20D
El 20D pasará a la historia como unas elecciones torticeraS y
meticulosamente diseñadas con premeditación y alevosía y convocadas el
domingo 20 de diciembre de 2015, cuando ya tanto el pequeño comercio como las
grandes superficies están abiertos al público tanto los domingos como las
fiestas de guardar, debido a la campaña de Navidad y la inmensa mayoría, por
no decir todos, los trabajadores y trabajadoras de las mismas no pudieron
ejercer su derecho al voto, pues no se articularon las medidas oportunas para
que pudieran obtener los respectivos permisos para ejercer ese derecho
fundamental, con la connivencia y el silencio cómplice de los sindicatos al
servicio del régimen monárquico y colonial.
Nuestra
propuesta de voto nulo, iniciada en las elecciones generales del año 2011, a raiz de la exigencia de avales,
discriminatoriamente, sólo a los partidos que no habían obtenido representación
en los comicios anteriores o se presentaban por primera vez, ha tenido un éxito
masivo sin precedentes en todo el Estado y especialmente en Canarias merced a
las redes sociales y la prensa tanto escrita como digital, pues las radios y
televisiones financiadas por todos nosotros, lamentablemente, están,
servilmente, al servicio del establishment, al igual que sus equivalentes
entidades privadas. Le han concedido una mayor cobertura a la oposición
venezolana que al Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario en particular y a
las demás naciones sometidas por el Estado español en general.
A 43.858 ascendieron los votos nulos en Canarias en lo que al senado se
refiere, parámetro que en todo el Estado se aproximó al millón (800.853),
siendo 12.890 los votos nulos en Canarias correspondientes al congreso, un 1.28
por ciento y 226.994 en todo el Estado, un 0.9 por ciento, votos revolucionarios
de electores rebeldes e inconformistas con las arbitrariedades e injusticias del
antidemocrático régimen, al que le exigimos un mínimo de decencia, seriedad y
respeto a la dignidad de las personas, advirtiéndole que no sólo no daremos ni
un paso atrás sino que, por todos los medios a nuestro alcance, intentaremos
internacionalizar esta original, pedagógica, activa y lúdica forma de protesta
en demanda de una revolución democrática universal.
En Canarias la abstención, la otra gran lacra contra la participación
democrática, ascendió al 34.34 por ciento (36.29 por ciento en el 2011), aún
muy por encima de la media estatal, que fue de 28.6 por ciento (28.31 en el
2011), casi ocho puntos porcentuales superior, en beneficio de los
ultraconservadores del PP que, con sólo 283.312 votos, lo que constituye el
18.2 por ciento del censo electoral canario (incluyendo a los españoles y otros
extranjeros), obtuvieron 5 parlamentarios de 15 en disputa y 6 senadores,
institución en la que a nivel estatal se alzaron, dicho sin segundas, con la
mayoría absoluta.
La relación directamente proporcional entre la alta abstención y la
victoria de los ultraconservadores no en novedosa en absoluto. Ya
la hemos denunciado en numerosas ocasiones. En el año 2000,
cuando Aznar, J. M., logró gobernar en solitario, se alcanzó una de las
mayores tasas de abstención desde el inicio de convocatorias electorales tras
la muerte del antepenúltimo dictador y de cuyo nombre no queremos acordarnos.
La desdichada elección terminó con la invasión de Iraq por España,
Inglaterra y USA, que ha dejado hasta la fecha más de un millón de muertes
violentas de personas inocentes, auténticos actos terroristas y presuntos crímenes
de lesa humanidad pendientes de juzgar por la Corte Penal Internacional.
Con respecto al reparto de votos considerados válidos, mayoritariamente se
los adjudicaron los cuatro jinetes del apocalipsis aplicando la desproporcional
ley D’Hondt y, por si no fuera poco, la amañada e injusta ley electoral
general española (no confundir el concepto de ley en este contexto con las
rigurosas leyes que elabora la ciencia después de llevar a cabo laboriosos
experimentos y con los respectivos razonamientos en aplicación de la metodología
científica), correspondiendo 123 al PP, 90 al PSOE, 69 a PODEMOS y los 40 de
Ayete a los de Ribera y de las JONS, que hacen un total de 322 de 350, salvo
error u omisión, no en vano acapararon y acaparan los medios de comunicación
masiva a tiempo completo, contando solamente con los demás a la hora de
recaudar los suculentos impuestos que sostienen al caduco régimen monárquico y
colonial.
Tanto el PSOE, el otro partido de la burguesía española junto con el PP
(el PPSOE), como ahora el C’s de Ribera y etc., ya se han manifestado en favor
de que gobiernen, absteniéndose vergonzosamente, los ultraconservadores de
Rajoy. “¡Cosas veredes, amigo Mariano!” que decía el genial humorista
Forges.
Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario