1.
El bipartidismo estatal aguantó. PP y PSOE siguen siendo las
fuerzas más votadas, pese a todo ahí están y ahí seguirán. Me sorprendió
sobre todo el PSOE.
2.
La crisis económica
está quedando atrás y el momento histórico también. Nos quedamos con la
crisis social, mientras en la vida cotidiana el empeoramiento de las condiciones
laborales y sociales es cada vez más asumido. Es “lo que hay” y bastante
agradecido tienes que estar si consigues un empleo, mejor eso que nada…
3.
La canalización por la
vía electoral del descontento, de la que tan orgulloso estaba el partido que
iba a tomar el cielo por asalto, resultó en fracaso y aún estoy por descubrir
qué aspecto positivo han venido a aportar. Obtuvieron mejores resultados allí
donde fueron capaces de ser más humildes y fueron en coalición con otras
formaciones. No fue un mal resultado, pero en cualquier caso cada vez está más
claro que la vía electoral es insuficiente para un verdadero cambio.
4.
Hace falta más
movilización social, más organización, más pedagogía. Culpabilizando todo
el rato a la gente que vota otras opciones o no vota no se va a conseguir nada,
si no más frustración y rechazo. Entender la ley electoral, y las elecciones
como una de muchas herramientas, también ayudaría.
5.
Coalición Canaria se
hunde en las islas. Su cuento cada vez vende menos. Una buena noticia, si no
viniera acompañada por una subida de Ciudadanos. Cuando esta organización
desaparezca, nos podremos plantear darle otro sentido político a la canariedad,
que no sea folclorismo, corrupción o la simple defensa de los intereses de la
oligarquía canaria.
6.
Hace falta una opción
política en Canarias con una perspectiva centrada en las islas, que apueste por
nuestra soberanía y por la política para las clases populares. Cuanto antes
nos demos cuenta de que el cambio empieza en nosotros mismos, en nuestro entorno
y desde aquí, teniendo en cuenta nuestra realidad, y no en platós de televisión
a varios miles de kilómetros, antes conseguiremos el cambio. Un cambio que
necesariamente no tiene por qué pasar por seguir dentro del Estado Español y
convencer a toda la Castilla profunda. Una opción que apueste por estrategias más
allá de depositar un voto en la urna.
7.
Y por último, anímense,
una buena dosis de realismo y consciencia de que las cosas que se quieren,
cuestan, que esto es una lucha a largo plazo, ayuda a resistir y a no dejarse
llevar por los oportunismos y las prisas, de los peores defectos que tiene la
izquierda.
Jesús Arvelo Hermida
es miembro de ANC