El COMPROMISO COLECTIVO POR
LA INDEPENDENCIA
«» Pablo Deluca
Se cumple el 51º Aniversario
de la creación de la Bandera Nacional Canaria de las siete estrellas verdes, símbolo
referente y representativo de la lucha de nuestro Pueblo por la Descolonización
y la Independencia.
Fue creada por el MPAIAC en 1964, en tiempos difíciles de
dura represión franquista, prolongada en mayor o menor medida en el status quo
colonial aún vigente. Celebramos, con una movilización popular que pretendemos
sea masiva, el que podemos considerar como uno de los Días Nacionales de
reivindicación permanente de las legítimas aspiraciones de nuestra octonario
País isleño.
Pero
este año, no. No se darán dos actos distintos en diferentes lugares de la
isla. Será un “todos a una”, un grito unánime, anticolonial, conjunto y
sincrónico que retumbará por las calles de Aguere, con el apoyo de muchos/as
compatriotas de otras islas venidos a la unitaria convocatoria. Recordemos que
un canario/a no deberá pelear ni discutir políticamente jamás con otro/a por
motivos nimios ni personales (a no ser por graves deslealtades a la Causa), si
no es como hacer frente juntos al colonialismo. La importancia de un Pueblo, de
una Nación, se mide en las interrelaciones fraternales de sus hijos, en el cómo
apartamos las diferencias subjetivas e irrelevantes y los protagonismos estériles
onanistas para centrarnos colectivamente en el objetivo común de la
Independencia.
El
Pueblo Canario, Guanche de las 8 Islas, trabajador, explotado desde la
Conquista, nunca ha utilizado el 9 corto para reclamar sus Derechos Nacionales,
sino la movilización pacífica y democrática, que incluso ha costado vidas de
estudiantes, obreros y militantes activos, sustentada en la noble hospitalidad
interna entre hermanos, que hizo -y hace- que acoja a aquellos/as que
verdaderamente luchen por la libertad sustraída. Son los que aceptan el reto,
se vinculan y se integran plenamente en nuestra sociedad abierta, pero al mismo
tiempo resistentemente milenaria y amazigh.
Aún
así, y por la acción prolongada, manipuladora y descerebradora del
colonialismo, se ha llegado en estos últimos 35 años a una situación de
sumisión política y paralizante, salpicada continuamente por absurdas
divisiones personales y políticas que debemos extirpar ya de una vez por todas
para conseguir, pacífica y democráticamente, reiteramos, el objetivo.
Invitamos pues a todos los canarios/as de noble y digna condición a lo único
pueden aspirar políticamente: a optar por la libertad como medio supremo para
hacerse y vivir mejor, haciéndonos responsables, con todas las consecuencias,
de nuestro propio destino. Madurar, es decir, llevar a la práctica el anhelo y
el deseo de emancipación que alberga cada canario/a, secretamente o no, en lo más
recóndito de su alma. Romper las ataduras con una Metrópolis distante y
distinta. Con una sonrisa, sí, pero también con un grito firme y enérgico
como respuesta y frente a la mala conciencia del nacionalismo español anacrónico
que, paradójicamente, nos llaman “xenófobos”… Ese, que a lo largo de la
Historia invadió, conquistó y masacró a gentes y territorios y que, con los más
de 500 años de “conquista” colonial, nos arrebató las señas de identidad
cultural y nos ha estado asfixiando económicamente con míseras financiaciones,
a pesar de los REF o la Ley de Puertos Francos, ya suprimida. Por el contrario
nos esquilman a impuestos y se llevan los recursos generados en las Islas como,
por ejemplo, los ingresos de Puertos y Aeropuertos.
Es
por esto que debemos aspirar, como “idea-fuerza” principal, a una República
socialista y, por ende, democrática, empoderada por el Pueblo trabajador
canario, guanche. Que alumbre una nueva legalidad, que administre nuestros
propios recursos, que neutralice la oligarquía caciquil isleña y las
operaciones financieras de la Banca y multinacionales extranjeras, erradicando
la corrupción política, las privatizaciones y los desahucios, entre otros
males que aquejan a nuestra gente. Somos hijos y nietos de los 70 y de los 80 y
por tanto sabemos que nos metieron en la imperialista OTAN y en la UE a la
fuerza y sin consultarnos… y hasta ahora, con todo el escenario actual
agravado tanto económica como militarmente. Es necesaria, por tanto, la ruptura
con el manido y repetitivo “argumento” colonial respecto a Canarias, con la
tramposa pregunta del ¿ de qué vamos a vivir? A aquel contraponemos el
verdadero sentido común isleño que casa con el ecosistema y las energías
alternativas, con la auténtica defensa del Patrimonio Histórico, Etnocultural
y Arqueológico, con la gestión racional por parte del gobierno del Pueblo
trabajador de los recursos (turísticos, agrícolas, pesqueros, etc..), con una
lógica progresista de izquierdas (como no puede ser de otra manera) rupturista,
reiteramos, y revolucionaria, en tanto en cuanto lo que supone ya de por sí el
hecho mismo de la Descolonización y la Independencia.
Nadie
le puede quitar jamás a un Pueblo su derecho a expresarse políticamente en
relación a su futuro, máxime cuando ocupa ilegítimamente un territorio
colonizado, previamente habitado y situado en otro continente distinto a la Metrópolis
(Resolución ONU, 15/14, 1960)[1]. Es inútil intentar acudir, como argumento, al
eufemismo de “Comunidad Autónoma” esgrimido por el Estado Español. La
realidad colonial está ahí[2]. Este es el reto, presente y futuro. “Nunca se
adquiere la propiedad sobre las tierras conquistadas por la fuerza, ni aún con
la prescripción de los siglos” (Pi y Margall, 1824-1901).
(*)
Vpte.
del Centro de Estudios Imazighen de Canarias (CEIC)
[1] Resolución 1514 de la ONU sobre la independencia de las colonias
[2] Declaración solemne de la OUA sobre la descolonización de Canarias
* Artículos de Pablo Deluca publicados en El Guanche y en El Canario