El colonialismo español hunde pesquero

con 1400 toneladas de petróleo en aguas canarias

 

 

 

[No es la primera vez que la bestia del colonialismo atenta contra nuestro medio ambiente, estando todavía sin esclarecer el pavoroso incendio que asoló La Gomera en 1984 y que originó por lo menos 19 muertes, bestia que envenena a nuestro pueblo con sutiles métodos, recuérdese si no a los primeros invasores cuando envenenaron las aguas de nuestros ancestros metiendo en las mismas vísceras de animales muertos.]

 

El Prestige pudo acabar en Canarias tras el accidente que sufrió el petrolero frente al litoral gallego en noviembre de 2002 y que afectó a más de 1.700 kilómetros de costa, desde Portugal a Francia. Ésa fue una de las opciones que se barajaron desde el Gobierno metropolitano español durante una si no mayor catástrofe ecológica, según aseguró María José Rodríguez Docampo, la abogada de la naviera Mare Shipping, propietaria del buque: "Si el barco estaba en condiciones de llegar a Canarias, como se pretendió en algún momento, también podía llegar a Corcubión".

 

Por fin consiguieron lo que, más que probablemente, algunos llevan intentando desde hace mucho tiempo. Fue Fernando Báez el primero en desenmascarar el perverso programa que algunos ven tan benefactor para nuestra tierra y que bajo el eufemismo de Grupos de Acción Local (GAL) probablemente oculta los objetivos reales del mismo: no es ninguna casualidad la resurrección, si es que alguna vez murieron, de los GAL, otrora Grupos Antiterroristas de Liberación, surgidos directamente de las cloacas del Estado, y ahora con el eufemismo de Grupos de Acción Local. Hay que investigar profundamente este, más que turbio u obscuro, negro, negrísimo y luctuoso asunto y llegar hasta los auténticos instigadores y responsables, que haberlos hailos. No es la primera vez que la bestia del colonialismo atenta contra nuestro medio ambiente, estando todavía sin esclarecer el pavoroso incendio que asoló La Gomera en 1984 y que originó por lo menos 19 muertes, bestia que envenena a nuestro pueblo con sutiles métodos, recuérdese si no a los primeros invasores cuando envenenaron las aguas de nuestros ancestros metiendo en las mismas vísceras de animales muertos.

 

Ahora hundieron con premeditación y alevosía un pesquero con más de 1400 toneladas de petróleo a 30 kilómetros “al sur de Canarias”, sin que los más que babiecas especifiquen dónde consideran que termina Canarias, porque Canarias, la ya República Democrática Federal Canaria, ha solicitado a los organismo internacionales la delimitación de sus fronteras y el intencionado vertido se efectuó en nuestras aguas. Como les salió mal el asunto del petróleo, cuyas prospecciones fueron autorizadas a las petroleras Kosmos Energy y Repsol por los regímenes monárquicos marroquí y español, respectivamente, en unas aguas en las que no tienen jurisdicción, lo que fue puesto en conocimiento del Tribunal Internacional de Mar, teniendo que abandonar las citadas petroleras las mismas y no por el hecho de que no sean rentables los yacimiento como, torticeramente, han transmitido para engañar a la opinión pública, como les salió mal, decimos, y no pudieron con las mismas contaminar la zona más rica del planeta de los cinco afloramientos de nutrientes que existen, el denominado Banco Pesquero Canario-Sahariano[1], porque, como su propio nombre indica es canario y sahariano, pues han procedido a hundir las 1400 toneladas de petróleo sin ni siquiera plantearse vaciar el barco de combustible.

 

El Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario (Movimiento UPC) exige la dimisión y las correspondientes responsabilidades a los causantes de esta irreparable catástrofe ecológica.

 

[1] Banco Pesquero Canario-Sahariano  

 

   

Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario

Movimiento UPC