Coalición no existe, Coalición no existe…
Pedro
M. González Cánovas
Creo que llevaba más de una década repitiendo lo mismo. No sirve ni para
dormir bien, lo juro. Coalición había absorbido el nacionalismo canario y el
cercano canarismo hasta conformar un monstruito que parecía haberse
solidificado. Todo ello para cumplir con los intereses de unos pocos,
manteniendo una red clientelar que cada vez era más incomprensible que se
sostuviera.
Lo que pocos podíamos imaginar es que para acabar con el monstruo solo
había que dejarlo. Sus cabecillas se encargarían de ello.
“Con Ana Oramas al frente, con Ricardo Melchior y Clavijo, Coalición
tiene las horas contadas” se oía en vísperas de las municipales y va a ser
verdad. Oramas endeudó fatalmente al ayuntamiento de La Laguna y Clavijo tapó
el desastre. Lo mismo hizo Melchior con el Cabildo de Tenerife, contrayendo la
mayor deuda insular del Archipiélago. De nada vale que ahora todo salga a la
luz.
Durante los últimos cuatro años Oramas ha españolizado el discurso de
Coalición, alejándose del folclore canarista de los inicios y de cualquier
cuestión que pudiera denominarse nacionalismo canario. El daño está hecho. El
daño a todo el nacionalismo canario, que pasa su peor momento ante el alza del
nacionalismo español (ya sea de izquierdas o de derechas).
Ella se muestra satisfecha. Ha renovado por cuatro años en los que
volverá a aceptar que le pongan una hache errónea a su apellido, por sentirse
así “una gaviota en Madrid” o esa canaria que pronuncia godo cuando se le
antoja y vive con hora española. Cuatro años más de Oramas en Madrid.
En su burdo análisis no habla del escoramiento a la derecha de Coalición
ni del abandono del campo nacionalista, en el que nunca estuvieron con
propiedad; pero que mantenía engañada a tanta gente.
Las culpas son del “cha cha cha” dice Ana. No de la gestión interna.
Nada que ver con Clavijo, Melchior y ella misma. Las culpas son de otros
partidos canarios, del cuarteto español que negociará pactos para perpetuar un
bipartidismo multicolor (con suerte entran en alguno, da lo mismo cual… son
Coalición). Desde dentro de ese partido no se oye a nadie que alce la voz para
recriminar algo, para pedir que se aparten y no lo estropeen más.
Lo que temo es que sigan desencantando a quienes sueñan con un
nacionalismo canario serio, coherente, firme y con propiedad. Que los sigan engañando
y más gente caiga en el pozo de la desilusión o acaben apoyando partidos políticos
españoles, por miedo a repetir el mismo error que cometieron con Coalición.
No es por Coalición por quién temo. No. Al contrario, ojalá dentro
sigan replicando “la culpa es del cha cha cha; la culpa es del cha cha
cha…”