Chipude, cuna de la cerámica gomera
La alfarería se conserva en la zona de El Cercado con toda su autenticidad[1]. En la meseta de La Fortaleza se realizaban sacrificios de animales hasta finales del siglo XVIII.
Chipude
proviene, según varios historiadores, de la lengua guanche que, como indica el
cronista portugués Gaspar Fructuoso (1590), significa "tierra de
palmas". En la actualidad suele identificarse Chipude con El Cercado, zona
de importante tradición alfarera, cuyas artesanas destacan que es "un
trabajo duro que requiere de semanas de intensa labor hasta que por fin la loza
se guisa en el horno".
Hasta
el siglo XIX no se habla de la Fortaleza de Chipude, apareciendo tal topónimo
por primera vez en una obra de Juan Bethencourt Alfonso, quien consideró dicho
lugar como sagrado, tesis que siguió Verneau años más tarde.
Con
una altitud de
Según
estos estudios, se estimó que debió de tratarse de una zona de hábitat
temporal de una comunidad pastoril, que acudiría a dicha zona en busca de
pastos.
También
pudo servir a los aborígenes como refugio en caso de peligro, no descartándose
su uso como lugar de reunión por motivos políticos, militares o religiosos.
Esta
Fortaleza reúne, además de sus valores arqueológicos, geomorfológicos y
paisajísticos, la circunstancia de ser un lugar donde crecen varios endemismos
de la flora gomera.
A
inicios del siglo XIX, la importante riqueza agrícola de Chipude estaba en
manos de grandes propietarios acomodados de Vallehermoso. Esto llevó a que,
tras el decreto de las Cortes de Cádiz del 26 de mayo de 1812 por el cual se
creaban los modernos municipios, Arure y Chipude se convirtieran en una nueva
jurisdicción municipal.
Chipude
es un lugar auténtico cuyas tierras aún son testigos de los recuerdos del
ayer: "Nuestros abuelos molían sus granos usando los mismos molinos de
piedra que fabricaban los primeros gomeros y hay que recordar que los habitantes
de Chipude aún ofrecían sacrificios de animales a finales del siglo
XVIII".