De
la Casta a la Costra
Isidro
Santana León
[…Si
PODEMOS, a priori, es mejor organización que el PP, PSOE, CC y demás, no deja
de ser tan colonialista como aquellas y jamás concederá a Canarias sus legítimos
derechos históricos y de pueblo, porque no está en sus esquemas españolistas
y coloniales…]
PODEMOS
no es la Casta: se empieza a convertir en la Costra. Aunque yo no les iba a dar
mi voto, obviamente porque soy independentista, sí tenía alguna ilusión en
que este nuevo grupo, visto su discurso populista y de gente que nunca había
estado relacionada con el Sistema, echara lejía sobre la infectada política y
degeneración sistémica que padecemos en general o que la mayoría somos víctimas.
No obstante, he visto grandes cantos de sirena –comprobado por sus recientes
acciones y declaraciones– donde por una parte llaman Casta a todas las
organizaciones que han participado directa e indirectamente de la axiomática
corrupción y, por otra, en gran incongruencia, hacen invitación al Rey a que
se presente a las elecciones de jefe de Estado, eso sí, sin candidatos de
oposición: esto se parece mucho a la Reforma Política del año 1975, que
llamaron transición democrática, donde los del antiguo régimen quedaron
impunes e inmunes y colocados en las administraciones hasta hoy en día.
Más
cerca, aquí en Canarias –en la colonia–, el asunto no hay por dónde
agarrarlo, en cuanto están invitando a sus filas a personajes profesionales de
la vida política –desprendidos éstos de partidos que han y están metidos en
corrupción–, sujetos que nunca levantaron la voz denunciando a sus
organizaciones ante la opinión pública, sino que, de forma cómplice, callaron
y convivieron con todos los pelotazos que están en los juzgados y los que no
están.
Creo
que este engendro se empieza a parecer una Costra, a la que se pega todo tipo de
escatófilos para vivir de lo mismo, resultándome ahora muy sospechosa su
aparición en el panorama político, tal si fuera el partido del trasbordo.
Todos
hemos visto cómo los oportunistas y trepas acceden sin pudor a dicha organización,
como he contemplado, ojiplático, con la mediocre Isabel Medina –recién
transfugada del PSOE–, Fernando Ríos –alto cargo de CC y mano derecha, que
no de izquierda, de Paulino Rivero– y, ya que estamos en ello, aprovechen:
Bravo de Laguna está buscando partido donde acomodarse… ¡Sabrá Dios
cuántos trepas más arribarán a este barco, cuya tripulación no sabe lo que
es una bitácora y menos lo que hay que apuntar en su cuaderno! Es seguro que,
para este menester, Fernando Ríos se arropa de un séquito de dudosa honestidad
–viejos y conocidos gallos de malas mañas– que, para poder tirar de un
sector seudo-independentista, presenta como aporte programático la Autonomía
plena interna, argucia colonial que no nos convence a los verdaderos
soberanistas. No quiero pasar por alto lo que significa la Plena autonomía
interna, para que los ingenuos y desinformados no se dejen llevar por un timo y
un fraude más a esta malhadada Canarias: el colonialismo español jamás
hubiera triunfado en nuestra nación si no fuera por el colaboracionismo
sobornado de los de dentro. Europa no nos interesa, si no es para relacionarnos
con ella de tú a tú y en aquellos aspectos que nos interese y consideremos
beneficiosos para nuestro pueblo, pues, hasta ahora, hemos sido su prostíbulo
ultramarino en África: sólo con la soberanía absoluta nos podemos relacionar
con todos los pueblos del mundo sin injerencia de nadie ni dominio del exterior.
Si
bien la Autonomía plena interna te concede más autoridad que la autonomía de
retrete que nos impusieron sin contar con el pueblo canario –esto es, te da
casi todas las competencias–, no te admite soberanía en materia de defensa ni
relaciones diplomáticas, que serán de potestad absoluta de la metrópoli,
quedando nuestras aguas y territorio a disposición, inapelable, de las
maniobras militares que se quieran llevar a cabo en nuestra nación. En este
sentido, siendo España miembro de la OTAN, usarán Canarias, de forma legal,
como plataforma logística militar, pudiéndonos ver involucrados en cualquier
conflicto bélico, sin necesidad alguna y sin que el pueblo canario pueda
decidir al respecto. En definitiva, esta argucia, maquinada por los que quieren
seguir viviendo de las mismas rentas y estatus, es firmar un pacto colonial
perpetuo e irreversible con España. Canarias es una colonia, tiene derecho
–ya que sería su única y verdadera situación natural– a convertirse en un
Estado archipielágico con soberanía absoluta en todas las materias. Si
PODEMOS, a priori, es mejor organización que el PP, PSOE, CC y demás, no deja
de ser tan colonialista como aquellas y jamás concederá a Canarias sus legítimos
derechos históricos y de pueblo, porque no está en sus esquemas españolistas
y coloniales. Lo peor no es PODEMOS, sino todo oportunista, desertores del
soberanismo canario que, ahora y más que nunca, se puede constatar que jamás
fueron independentistas ni tuvieron dignidad. Siempre nado contra corriente,
pero la marea también se calma y salen los bulgados. Ni Casta ni Costra… ¡Independencia!
10/03/15