Con
las calles pintadas de luces de colores Y
las lluvias creando en nuestro Archipiélago Un
gran belén viviente con sus montañas Vestidas
de verdes y encendidas Con
las flores amarillas del verol. Los
barrancos de aguas cantarinas Con
lavanderas saliendo del pasado; Pastores
regresando de las cumbres Y
desparramando sus ganados Por
las melancólicas medianías. Allá
el viejo Teide carraspeando Envuelto
en su reluciente manto níveo, Acá
nuestro orgulloso Roque Nublo Cruzando
en camello las dunas. El
bosque del Cedro peinando sus moñas Con
las traviesas brisas del alisio. Los
enlutados malpaíses del Timanfaya Rodeados
por nuestros islotes chinijos.
A nuestra montaña sagrada de Tinfaya Navegando
entre las dunas de Corralejo. La
catedral de la Caldera de Taburiente Allí
abrigada en su manto algodonoso. Más
allá el Malpaso leyendo atento El
libro de los petroglifos del Julán. ¡En
este belén viviente los canarios Se
afanan construyendo nuestra identidad Para
poder tener un esperanzador futuro Repleto
de libertad, paz y prosperidad Para
todos los que habitamos Este
lindo Archipiélago! FÉLIX
MARTÍN ARENCIBIA |
Con la firma de: Félix Martín Arencibia
Blog de Félix Martín Arencibia