De un ateo a un teísta

 Isidro Santana León

Padre Báez, algo paradójico o, cuanto menos, contradictorio, se da en esta sociedad colonial canaria preparada para el expolio y la rapiña española; siempre, esto es, con la connivencia de los esbirros canarios a su servicio, quienes se enriquecen con su labor de mayordomos a cambio de empobrecer a este desgraciado e ignorante pueblo.

Digo arriba lo de incongruente, pues los grupos ecologistas que dicen defender el medio ambiente y que han estado en "contra" de la depredación del territorio por el modelo monocultivista de acumular chonis en los nichos de hormigón (de este sector terciario no queda en Canarias ni el 5% del dinero que se genera, y para ello han arrasado con grandes y prolíficos terrenos de cultivo, también para los campos de golf), ahora apoyan al gobierno de Canarias en una consulta popular para que no saquen petróleo, esgrimiendo, como argumento a este problema, la defensa de la economía turística: para mearse con los calzones puestos. Sé que los representantes de algunos grupos ecologistas como Ben Magec, trabajan de tecnócratas en diferentes consejerías o direcciones generales del Gobierno Autónomo, por lo que el asunto tiene la lectura que tiene.

Ni siquiera poseen la capacidad ni decencia de promover nuestra agricultura, para llenar con nuestros productos las bocas de 12.000.000 de turistas que llegan al año a nuestras Islas, sino que todo está diseñado para que se le ponga en la mesa y/o en los hipermercados, los productos que esta taifa de corruptos permiten importar a sus amigos y familiares, enriqueciéndose, como ha sido siempre en este prostíbulo, los mismo caciques al servicio del colonialismo. Caciques, ahora apoyados por grupúsculos españolistas y los jardineros del sistema, que acatan sus estrategias por asuntos opacos o, diría yo, de escalada a la política. Ningún ecologista se ha dirigido a la FAO ni a cualquier otro organismo internacional para denunciar el sangrante problema de la soberanía alimentaria en nuestra nación, porque son claras correas de transmisión del Sistema de sometimiento del reino de España en Canarias y de su política de dependencia absoluta.

Ahora que digan que no, cuando sus actos les delata desde hace mucho tiempo. Allende esto, sigo insistiendo en que los trabajadores del sector primario y la cadena que se nutre de él, deben organizarse y formar una buena, tanto en el Cabildo como en el Parlamento de Canarias, pues, a pesar de su aparente antagonía y oposición política, están muy unidos en el latrocinio y tienen mucho que taparse unos a otros porque todos han coogobernado esta colonia.

El egoísmo, el enriquecimiento ilícito y la corrupción, no tienen patria. El bienestar de su pueblo les importa un carajo, y si mueren en las calles los parias de nuestra nación no se van a conmover por ello, ya que no se trata de sus hijos: prefieren socorrer a los foráneos para crear feudos de voto cautivo que les mantengan siempre en el poder. Insisto: organización y a la calle; desobediencia civil y que los agricultores y ganaderos coloquen sus productos, saltándose la criminal ley que les restringe e impide sus honradas tareas, vendiéndolos directamente al pueblo y sin pagar un duro a la hacienda corrupta, cuyas recaudaciones van directas a pagar deudas de banqueros, especuladores, políticos, sindicalistas, patronales y otros chorizos, pero que nunca revierten en el crecimiento y diversificación de nuestra economía para crear puestos de trabajo para las canarias y canarios.

22/10/14

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