Cuando Alemania era pobre
Juan Jesús Ayala
Alemania,
actualmente, es la que decide sobre las economías de esa entelequia política
llamada Europa, y ha optado, como se sabe, por la austeridad que tiene al resto
con la soga al cuello. No así para el Gobierno alemán, que ha logrado un
superávit comercial durante el año pasado de 217.000 millones de euros, un 11%
más que al año anterior, lo que hace que su economía vaya a la cabeza de los
demás.
Pero viene bien recordar que Alemania no siempre fue
rica. Tuvo también sus épocas de pobreza y que salió de ella por el concurso de
países que con sus ayudas y colaboración dio origen a que se consolidase
aquello del "milagro alemán"; países que no tuvieron ningún reparo
económico en detraer de sus tesoros millones de marcos para que Alemania se
haya convertido hoy en la locomotora europea.
En la década de los 50, Alemania estaba al borde de la
bancarrota, puesto que la deuda pendiente ascendía a 40.000 millones de marcos
y el motivo de este crac financiero fueron las ínfulas imperialistas del III
Reich, que produjo millones de muertes en todo el mundo y que arruinó no solo
su economía sino la de otros países.
Esta situación de quiebra alemana hizo que se
convocara en febrero de 1953 y en Londres reuniones para ver cómo se abordaría
la ruina alemana llegándose a la conclusión de que con los plazos que se
diseñaron era imposible que el país germano pagara y saliera a flote. Aun así
se continuó negociando y en agosto del mismo año, 1953, se acordó que aquella
primera deuda inicial se reduciría a 14.000 millones de marcos lo que
constituía el 37 por ciento menos; y el resto, mas de 24.000 millones de marcos
se le condonaba de por vida y gracias a la aportación de Grecia, España, Italia
e Irlanda entre otros.
Es interesante saber y traer a la memoria lo que se
hizo por Alemania, y lo que su gobierno, en estos momentos no hace por los
demás, sacando una vez mas sus tufillos imperialistas y poner a parte de Europa
de rodillas. Es bueno también recordar que por sus ansias de dominar el mundo y
propiciar una segunda guerra mundial fue derrotada y que ahora estamos mas allá
de los albores de una tercera guerra, ya con más marcado acento económico,
donde se ha tratado de tensar cada día que pasa más la cuerda en el cuello de
países dirigidos por el III Reich[1]
hacia esa demoníaca austeridad y que propiciará, si no andan con cuidado, su
nuevo derrumbe. Porque si no hay euros para comprar sus productos, estos al no
comercializarse la quiebra es inminente y las consecuencias serán no muy
halagadoras que digamos, tanto para Alemania como para los demás