¿Y ahora qué pasa con Cataluña?

 

 

«» Pedro M. González Cánovas *

 

En España algo no funciona. Lo de Cataluña duele más de lo que se verbaliza, por eso se han movilizado todas las fuerzas nacionalistas españolas o, si se prefiere, españolistas. Aun así, los resultados de las elecciones locales dan mayoría a los nacionalistas catalanes. Sí, mayoría según la legislación electoral española. Cualquier otra evaluación de lo acontecido es falsa o antiespañola, aunque venga del mismísimo PP. La mayoría parlamentaria en Cataluña es de los nacionalistas que afirman tener una hoja de ruta hacia la independencia de Cataluña.

 

En España aparentan seguir muy preocupados con el tema. Aunque se aferren a unos argumentos sin base y esgriman que la suma de los votos a los diferentes partidos en contra de la independencia (aunque no tiene traducción en escaños, según la Ley electoral española, insisto), sea superior a los votos de los independentistas.

 

   Por un lado me asalta una cuestión, irresoluble en primera instancia: ¿son capaces de pactar los de la izquierda española con los de la derecha, para frenar a los independentistas catalanes? ¿o solo se presentan así para repartirse el voto que no es el fiel independentista catalán?.

 

   Ahora se inicia el proceso anunciado por Mas. Su hoja de ruta, que acabará con una declaración unilateral de independencia. Que tendrá que ser oída y aceptada internacionalmente, como la de Kosobo, cuando se independizó de Serbia en 2008, dando lugar a la actual República de Kosobo.

 

   Los nacionalistas españoles, el gobierno de España,  está a tiempo de imitar lo que hizo Reino Unido en Escocia en 2014: un referéndum catalán por la independencia o permanencia en España de Cataluña. ¿Tendrán valor para hacerlo? Las cifras, de las que tanto hablan, dan pie a pensar que los proespañoles podrían ganar en ese hipotético referéndum.

 

    Los independentistas solo rozan los dos millones de votos; los proespañoles superan por muy poco esa cifra: es verdad. ¿A qué esperan en España para proponer ese ejercicio democrático? ¿Acaso no da para tanto la democracia española?

 

   Desde Canarias les animo a demostrar que la monarquía democrática de la que alardean en España tiene de verdad tintes de democracia. Lo tienen todo a su favor. Falta tener el valor para plantear la pregunta. Vale una como la de Escocia: “¿Debería Escocia ser un país independiente? Sí o No”. En ese país, los independentistas se quedaron en el 44,7% de los votos. Ahí sí se contabiliza legalmente con votos. Ahora sería “¿Debería Cataluña ser un país independiente? Sí o No”.

 

   Porque, si no son capaces de hacer ese referéndum, lo que pasé ahora con Cataluña es que no le importa a España. Y, por lo tanto, mejor animar a los catalanes a que caminen solos. Ya lo dice el refrán: “mejor solo que mal acompañado”.

 

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