La voz quebrada
de Canarias en Madrid
José Manuel Castellano *
Ana Oramas en estos últimos días ha dado muestra de
una coherencia política insospechada, impropia de muchos políticos que dicen
una cosa y hacen todo lo contrario. La candidata repetidora por Coalición
Canaria al Parlamento se ha comprometido con los electores, en relación a la
nueva legislatura que arrancará después del 20-N, a que no hará nada diferente
a lo hecho hasta ahora.
Y no dudamos de su palabra. A pesar de que no sea una mujer
delicada con sus promesas. Todavía recordamos su incumplimiento en las
elecciones de 2008 donde se obligaba en el caso de obtener el acta de diputada
en Madrid a compatibilizarlo con su cargo de alcaldesa en La Laguna, porque de
lo contrario, afirmaba, no se hubiese presentado como candidata, ya que se
considera una persona responsable con los compromisos que adquiere. Sin
embargo, poco tiempo después traicionaba su compromiso y la confianza de los
laguneros al abandonar el consistorio del valle de Aguere.
En esta ocasión, creemos que su palabra tiene algo más de valor.
Un argumento consistente nos garantiza que en la próxima legislatura no hará
nada diferente a lo hecho en la anterior. Tan solo hay que detenerse en
comparar los principales ejes de su programa electoral en 2008 con los de 2011
para comprenderlo.
En la campaña de 2008 Ana Oramas recogía, en su
programa electoral, seis ejes fundamentales: la creación de un plan de empleo
para Canarias, la financiación de la Sanidad, la aprobación del Estatuto de
Autonomía, una solución al problema de la inmigración, la aprobación inmediata
de ayudas al transporte del plátano y del tomate y el desarrollo de un plan de
reconversión del sector turístico”. Y, ahora, en la presente campaña electoral
de 2011 contempla como principales puntos programáticos: el Estatuto de Autonomía,
un plan de reconversión del sector turístico, un plan de empleo, el REF y la
renegociación de la Política Agraria Común.
Como vemos, el programa electoral de Ana Oramas
de 2008 y el de 2011 es prácticamente idéntico. No sé qué pensará usted,
cómplice lector, pero he de confesarle que mi reacción inicial fue de una
incredulidad absoluta que se fue transformando en una indignación extrema. Ante
este ramplón engaño y burdo desprecio no cabe siquiera preguntarse, cuál ha
sido el papel desempeñado por la diputada Oramas en
Madrid durante estos últimos cuatro años. La respuesta es obvia. Y a este paso,
hay razones de peso para pensar que en las elecciones de 2015 volverán a
desempolvar el mismo programa.
Creo que con esto, está casi todo dicho. Y no nos venga los
insular-nacionalistas con el cuento de que “nos jugamos mucho y es
imprescindible que los nacionalistas estemos en el Congreso y en el Senado para
defender los intereses de los canarios”; ni con la música que “la verdadera voz
de Canarias en Madrid es la de CC; ni con la milonga de que “Canarias existe en
la medida en que Coalición Canaria está presente en el Gobierno de España”; ni
con las monsergas de que “sin CC, Canarias no existe”…
La voz de Canarias que ustedes dicen representar en Madrid ha demostrado
con suficiencia que es contraria a los intereses sociales de los canarios y que
es incapaz de abordar y resolver los verdaderos problemas que afectan al
Archipiélago. La voz que representa CC prefiere tirar al mar 600 millones de
euros en la construcción de un puerto inoperativo en
Granadilla en vez de dotar con centros hospitalarios al Sur y Norte de la isla;
la voz que representa CC es la que financia las clínicas privadas y desmantela
los hospitales públicos; la voz que representa CC es la especulación, la
destrucción territorial y medioambiental; la voz que representa CC es la que
condena a nuestros jóvenes a una emigración forzosa; la voz que representa CC
es la que desatiende y margina a las personas dependientes; la voz que
representa CC es la que culpabiliza a los emigrantes de todos los males; la voz
que representa CC es la del fracaso escolar; la voz que representa CC es coresponsable de la interminable lista de espera y las
altas tasas de desempleo... En definitiva, la voz que representa CC en Madrid
es la voz de unos intereses particulares que malvende el voto de muchos
canarios de buena voluntad.
14 de noviembre de 2011