Los votos y las zarzas

 

 

Wladimiro Rodríguez Brito

El pasado domingo los ciudadanos de todo el territorio nacional se pronunciaron evaluando a todos los que hemos estado con responsabilidades políticas. Más allá de la compleja sociología de los votos, hay lecturas que parecen muy condicionadas por circunstancias concretas. Así, por ejemplo, en la isla de Tenerife, mientras que Coalición Canaria ha sido el partido más votado para el Cabildo en veinticuatro municipios, la mayoría absoluta solo se alcanzó en seis. Por lo tanto, los votos tienen mucho que ver con personas y actitudes locales.

En el caso de San Juan de la Rambla, un posible elemento de la pérdida de la mayoría está en la actitud tomada por su todavía alcalde, Manuel Reyes, comprometiendo a sus vecinos en la limpieza de los terrenos abandonados como elemento de prevención de los incendios; situación que ha practicado en pasados años y que en 2011 ha notificado más de cien requerimientos a sus vecinos.

Es sumamente importante reproducir el requerimiento enviado por Manuel Reyes a sus vecinos. Así, el texto dice que "tras haberse detectado en el municipio la existencia de huertas, parcelas y solares en evidente estado de abandono, donde la acumulación de maleza y material vegetal, por su fácil combustión, puede favorecer la producción y propagación de incendios, además de favorecer la aparición y difusión de plagas y roedores, el Ayuntamiento ha emprendido una campaña de limpieza y acondicionamiento a fin de erradicar la expresada situación de abandono en la que se encuentran dichos inmuebles".

El texto continúa diciendo que "para la necesaria protección y seguridad de las personas y los bienes del municipio en su condición de titular de las parcelas, y habida cuenta del estado de abandono que las mismas presentan, se le requiere formalmente para que en el improrrogable plazo de quince días a partir de la recepción de la presente notificación proceda a la limpieza y acondicionamiento de dicho inmueble, advirtiéndole expresamente que de obviar injustificadamente este requerimiento, sin perjuicio y con independencia de la responsabilidad que pudiera incurrir, el Ayuntamiento, de conformidad y con arreglo a lo dispuesto en el artículo 157.2 y 3 del Decreto Legislativo 1/2000, de 8 de mayo, podrá adoptar las medidas de policía y ejecución subsidiaria a su costa y, en su caso, la imposición de multas coercitivas que legalmente procedan".

La isla de Tenerife y los que tenemos responsabilidades en la gestión del medio ambiente estamos agradecidos de esta actitud valiente que hace que el municipio de San Juan de la Rambla sea, sin duda, el territorio que está en mejores condiciones para enfrentarse al próximo verano, dado que las tierras antaño cultivadas en su mayoría las han limpiado sus propietarios y en unos casos están sembradas de papas y en otras simplemente labradas. Por todo ello, es una gran barrera contra los incendios forestales, y eso es mérito de Manuel Reyes.

Sin embargo, los votos suelen tener otros derroteros de lectura a muy corto plazo. Así, en el gran incendio de 2007, la candidata del PSOE Fidela Velázquez -que está empatada ahora a seis concejales con Manuel Reyes- acusó al alcalde y a un servidor de estar en una bodega de fiesta mientras el fuego quemaba las cumbres de la Isla. Los hechos, sin embargo, fueron otros bien distintos, ya que tanto Manuel como yo estábamos tiznados con las Brigadas Forestales en el Camino de los Guancheros para evitar que el fuego bajase a las zonas pobladas de San José y de La Guancha y entramos a una bodega para pedir agua para nuestra gente.

Hoy necesitaríamos muchos Manuel Reyes en la isla de Tenerife con compromiso para prevenir un verano que tenga menos peligro para nuestra población y naturaleza. Por ello, más allá de las miserias de la política y los votos está el trabajo bien hecho y el mirar para el futuro de esta tierra como los hechos demuestran con este alcalde ramblero, más allá de la erosión de los votos relacionados con el bolsillo de los que ni cultivan las tierras ni las limpian, sino que esperan que una Administración pública sea la que cuide cada centímetro de este territorio, cosa que a todas luces no es posible.

No vale todo por un puñado de votos. Esperemos que no tengamos que lamentar en distintos puntos de la Isla haber tenido una actitud valiente como la de Manuel Reyes en una verdadera política de prevención que creemos altamente necesaria para los tiempos que corren.